Con el oficio aprendido, en 1974 el matrimonio se pone a trabajar en su casa, en la calle Corona de Aragón. Un Maestro de Obras, "el Rasca", les hace una pequeña reforma en su casa y así empieza la cosa. Ese año hacen la "Fiesta" y los músicos más jóvenes todavía recuerdan el desayuno de chocolate con churros que les hacían Paco y Rafaela.
A los dos años le alquilan la caseta a su pariente Juan "Goyo" (donde despues estuvo Castillo vendiendo prensa escrita). Como durante las fiestas, Juan la utilizaba para vender gambas y cerveza, esos días Paco y su mujer volvían a trabajar en su casa
En 1978, y siendo Alcalde Pedro Sánchez Algarra, el Ayuntamiento les concede el permiso para instalar la actual caseta adosada al Mercado que este año cumple 43 años donde Paco y su mujer han estado vendiendo churros 27 años, hasta el 2008.
Paco murio en el 2015, a la edad de 82 años. De la Comparsa de "Guerreros" hasta la médula, era un tipo extrovertido, alegre, muy trabajador y con mucho sentido del humor. Me decía su hija que disfrutaba trabajando de cara al público.
Después de tener cerrada la caseta durante cinco años, pero sin dejar de pagarle el alquiler al Ayuntamiento, el negocio lo volvían a poner en marcha su hija Gracia y su marido Pepe en el 2013 por lo que este verano cumplirán 8 años vendiendo chocolate y churros con mucho éxito.
Pepe trabajaba en una empresa de transportes y al no renovarle el contrato decide seguir los pasos de su suegro. Hacer churros de calidad, como los hace él...no es una tarea fácil y un buen chocolate tampoco. Gracia utiliza la mejor marca, "Clavileño", de Villajoyosa, que le da un sabor estraordinario.
El Ayuntamiento va a iniciar en breve los trabajos de remodelación de la cubierta del Mercado. Le dije al Alcalde que tomaran las medidas necesarias para no dejarnos a los vecinos sin churros. Esperemos no salir muy perjudicados.
Personas muy agradables de trato y simpáticas
ResponderEliminarEl carácter de Paco era desde luego excepcional y se notaba que le gustaba atender a la gente.
ResponderEliminarSu hija es dignísima sucesora. Atenta y muy servicial con la clientela... el que prueba, repite!!!
Espero que tengamos el privilegio de tener a Gracia y Pepe como grandes profesionales de la hostelería que son, durante muchos años... y aunque el listón los pusieron alto Rafaela y Paco, estoy seguro que Gracia y Pepe, ésta pareja encantadora, los superará.
Magnífico artículo y magnífica gente.
Paco el Churrero!, muy buena persona y emprendedora, que recogió el oficio artesano de hacer churros.Recuerdo cuando iba a comprarlos a Corona de Aragón.
ResponderEliminarLa verdad que en la familia de Francisco Carrión Vinader la artesanía es algo común en algunos descendientes, directos y politicos. Y han llevado y llevan su obra incluso fuera de España.
Y su amor por las Fiestas y los Bailes también fue secundado por sus hijos y nietos.
Una familia muy polifacética cuyo principal empuje fue este hombre: Paco.
Me van a llamar cansino, pero yo voy a seguir escribiendo lo que me de la gana, felicidades Chimo por estos artículos y sobre todo a esta pareja por producir estos magníficos churros y si no fuera por ellos careceriamos de dicho placer.
ResponderEliminarSoy Diego Martín 😍😍😍😍🆒🆒
Chimo, gracias por este artículo que has dedicado al oficio que ejercieron mis padres y que ha seguido mi hermana junto a su marido. Los comentarios al respecto nos han llegado al alma, al comprobar que la figura de mi padre todavía sigue presente en la memoria de aquellas personas que lo valoraron y apreciaron. En nombre mío y en el de mis hermanos agradecemos estas muestras de cariño. Gracias.
ResponderEliminarDiego, por favor... ¿Cómo vamos a llamarte cansino? ¡Con lo ecuánime, centrado y cabal que estás en tus reflexiones de un tiempo a ésta parte!
ResponderEliminarQué lejanos quedan ya aquellos tiempos en los que de tu pluma brotaban exabruptos, sapos, culebras y palabras que harían llorar al mismísimo Niño Jesús.
Nada...nada... tu sigue felicitando a Chimo ó a quien quieras, que así contribuyes también a purgar las afrentas del pasado y a acercar el cielo.
Enhorabuena por el cambio a Diego y a los protagonistas del artículo de Chimo, por su buen hacer como personas y por sus churros.