En épocas anteriores venía a suceder que lo corriente entre las grandes empresas multinacionales era presumir del aumento de puestos de trabajo que producían sus grandes beneficios.
En estos tiempos, solo se jactan de ser “motores del crecimiento económico”; dándose la circunstancia paradójica de que a medida que crece la economía, parece que aumentan las personas desempleadas y los contratos temporales y precarios.
Crecen en su economía,
como comprobamos a menudo por las noticias, debido a fusiones empresariales,
despidos y subcontratas con otras pequeñas empresas.
Es significativo que, aunque la economía se encuentre en un momento boyante o se sucedan las masivas supresiones de empleo, no marcan el índice de relación laboral estable entre empleados y empleador dentro de cada empresa.
El dueño de una empresa moderna se cree con derecho a exigir al obrero que ha contratado de manera temporal, precaria y presuntamente fraudulenta, con turnos de trabajo que tan sólo se conocen el día anterior y al que se le paga un sueldo miserable, que, a este patrón, aparte de la obligada obediencia, se le rinda cariño, pleitesía y gratitud.
Fíjense, benditos lectores, como está el ambiente
laboral, que algunos llegan a conseguirlo por un tiempo.
El que los trabajadores puedan obtener empleos a jornada completa (legal) y salarios decentemente remunerados y estables, es algo que para numerosas empresas es completamente secundario, casi despreciativo, aunque sus beneficios sean cuantiosos.
Para casi toda esta patronal, los empleados son una carga molesta e
inevitable, como el pago a la Seguridad Social o el IVA. Cuando por
circunstancias ineludibles para ellos tienen que subir los sueldos, el IBEX
desciende; por el contario, si se fusionan empresas y surgen despidos masivos
la Bolsa sube. Se demuestra de manera palpable que los buenos empleos, dañan a
la economía.
Es de sobra conocido por todos que, a las empresas, salvo las debidas honrosas excepciones, les ha traído sin cuidado contaminar el medio ambiente; tiempo atrás, chantajeaban su impunidad con la excusa de la creación de empleo, ahora ni se sonrojan por ello.
Sucede que en
pequeñas localidades que tenían implantada una empresa potente desde hace
décadas, y que se enorgullecían públicamente de ello sus vecinos; en estos
últimos años, reniegan de ella debido a su insoportable comportamiento hacia
sus trabajadores.
Como consecuencia de las tensas relaciones laborales hoy día; los trabajadores temporales jóvenes, en su entorno familiar se muestran más ásperos, mucho más duros, menos cariñosos; prolongan en la familia la tensión y zozobra que van acumulando día a día en su empresa.
No hace mucho, los jóvenes que conseguían un empleo, trataban de hacer méritos en su puesto de trabajo. Ahora como permanecen en él muy poco tiempo les hace imposible demostrar su valía.
Llegan a tal extremo que, sabiendo que sus puestos de trabajo son temporales, no se sienten defraudados al ser despedidos. Nos encontramos a las primeras generaciones de jóvenes trabajadores que nunca se han imaginado obtener un puesto fijo y digno de trabajo. Terrible, vergonzoso y lamentable.
En "Alabanza a un revolucionario", Bertol Brecht (1896-1956),
plasmó en pocos versos la dedicación de un revolucionario.
Cuando la opresión va a más
muchos se desmoralizan,
pero su valor crece.
Él es quien organiza la lucha
por ese centavo del salario, por el agua del té
y por el poder dentro del Estado.
Le pregunta a la propiedad:
¿De dónde eres?
Le pregunta a las ideas:
¿A quién sirven ustedes?
Allá donde reine el silencio
hablará él.
Y donde impere la opresión y se hable del destino
dirá él esos nombres.
Allá donde él se siente a la mesa
se sienta también el descontento.
La comida sabe mal
y se reconoce que el cuarto es estrecho.
Allá donde lo persigan
allá irá la rebelión y allá donde lo echen
quedará la intranquilidad.
Cuando a fuerza de perder perdamos el miedo, verás que risa.
ResponderEliminarMonta tu una empresa y luego me cuentas....Saludos
ResponderEliminarA En épocas anteriores venía a suceder que lo corriente entre las grandes empresas multinacionales era presumir del aumento de puestos de trabajo que producían sus grandes beneficios.
ResponderEliminarC Me imagino que en esta doble frase está una idea que no logra expresar: A mas porcentaje de mano de obra en el coste total mas beneficios. Eso no es necesariamente cierto porque depende del tipo de industria. Aunque desde el punto de vista del conjunto la importancia del coste de la mano de obra va disminuyendo. Pero eso debería provocar alegría. Con menos trabajo, quizá acompañada de inversión de mecanización, se produce mas. Seguramente mas barato. Seguramente mas accesible al comprador. Eso es lo que parece que está pasando.
A En estos tiempos, solo se jactan de ser “motores del crecimiento económico”; dándose la circunstancia paradójica de que a medida que crece la economía, parece que aumentan las personas desempleadas y los contratos temporales y precarios.
B El problema no es que a una empresa le sobre personal sino que el personal sobrante no encuentre trabajo en el mercado laboral. No es el mismo problema y estoy deseando de que el autor nos ilustre sobre ello. El que a la empresa le sobre personal puede tener variadas causas sobre las que espero un agudo análisis del autor.
No hay una correlación exacta entre el nivel de la economía y el desempleo. Normalmente si el nivel va bien, el empleo también va bien. En España un poco menos y aquí espero un profundo análisis. Sobre los contratos temporales y precarios, aparte de ser hijos de lo anterior, también habría que hacer un buen análisis de las causas de esas desgracias. Achacar todo eso a la malignidad de las empresas es como pensar que están idiotas. La empresa es la primera a la que le interesa una plantilla estable, cualificada y remunerada. Le cuesta adiestrar a la gente y va y luego la despide... Algo falla en ese aserto. Espero una amplia disertación sobre este problema del mercado de trabajo.
Y paro. No voy a estar profundizando en las incongruencias de cada párrafo. Es como si empezara, todos los helados del sur son catastróficos. Sus fabricantes unos chorizos y sus trabajadores se lavan los pies con la masa antes de helarla. A ver quién me rebate todo eso.
Buen análisis.
EliminarLástima que el autor de éste artículo levite sobre el bien y el mal y jamás conteste un comentario. Es su peculiar forma de sentenciar sus ideas: huir del debate.
Por lo tanto querido amigo, no espere sus inteligentes y sesudos análisis sobre las cuestiones que Vd., plantea.
Puede ser cuestión de "levitación" como digo o simple y llanamente falta de argumentos para defender determinadas cavilaciones.
No se sorprenda... ese es el nivel. Como los niños chicos: lanzar una piedra y esconder la mano.