Fue
en "El Liceo" donde hace tres años empecé a conocer a Paco en la
tertulia abierta que se organizaba todas las mañanas tomando café. Los
asiduos éramos Vicente Galdón, el Leo, Mateo Sánchez, El Moli, Pepe
Requena, Paco y un servidor a los que se nos sumaban otros atraídos
por el debate. En la imagen está con nosotros Paco Díaz Mártinez en
una de las visitas que hizo a su pueblo.
Francisco Albertos Conejero, de profesión enólogo, estuvo llevando el proceso de
la elaboración del vino en la Bodega de Caudete y la de Villena muchos años. Era
una persona profesional, educada, correcta, atenta,
tolerante con la que hasta daba gusto discrepar. Manejaba muy bien Internet lo que le permitía estar bien
informado de todo lo que a su alrededor acontecía ya fuera de política o de
cuestiones técnicas.
Estuvo de Primer Teniente Alcalde
junto a Vicente Galdón en la década de los setenta coincidiendo con Pedro
Sánchez Algarra como Alcalde. Además del área de Agricultura, por su
buena preparación ayudaba y colaboraba en otras áreas con sus compañeros de Corporación: Pepe Claveles,
Vicente Belda López, Paco Carrión el Carnicero, Pepe Herrero, Salvador García
Ortega, Vicente Lillo, Pepe Serrano...
Su paso por el Ayuntamiento fue
para ayudar a mejorar y a que su pueblo prosperara. No era amigo de generar
polémicas y debates estériles que no conducían a nada. Un político moderado,
amigo de los acuerdos. Quiero destacar en él su maravilloso espíritu crítico.
Algarra me decía que Paco estuvo de Alcalde
accidental un breve periodo de tiempo, entre José Puche Soriano y Pepe
Brotons. "Era un concejal todo
terreno que se implicaba en todo lo que era bueno para su Ayuntamiento y su
pueblo", me decía Pedro Sánchez ayer de su concejal Paco
Paco me contó en que le toco lidiar
con un grupo de mujeres que no estaban de acuerdo con el cambio del desfile
de La Entrada desde la
calle Las Eras a la calle El Molino.
Todo quedó en una anécdota y una
manifestación delante de su casa que Paco solucionó con tacto y sin llegar a mayores.
Tenía don de gente y paciencia para llegar a acuerdos desde el diálogo y la negociación.
En la homilía de ayer, oficiada por Ramón
Gisbert en Santa Catalina, su nieto Francisco
Javier le extrajo a su violín las notas más tristes y emotivas en la despedida
de su abuelo. Lo de que "algo se muere en el alma cuando un amigo se
va" ¡es cierto!. Ayer lo volví a comprobar. Pierdo a un buen
amigo, a una gran persona, a un excelente contertulio y a un colaborador del
blog.
Es
de agradecer que varios concejales, el Alcalde, un ex Alcalde y técnicos de la
Cooperativa de San Isidro hicieran ayer acto de presencia en la despedida de
este insigne caudetano que, sin hacer ruido, siempre se dedicó a unir con el razonamiento como
herramienta. Los políticos actuales deberían tomarse nota de esta manera de proceder…
Paco....¡descansa en PAZ!
Un gran reportaje señor Medina se ha ido un hombre de verdad un gran amigo
ResponderEliminarNo tenía el placer de conocer , alguien de su familia si.
ResponderEliminarD.E.P.
Buena gente, D. E. P.
ResponderEliminarMi más sentido pésame a la familia. Hemos perdido una persona muy trabajadora y muy buena persona. D.E.P
Eliminar