Vecinos de la calle Santa Bárbara que desde hace muchos meses sufren molestias por ladridos de perros. El Ayuntamiento se ha desentendido y no los atiende.

     Un grupo de mis vecinos de la calle Santa Bárbara me han hecho llegar un escrito para que dé a conocer el viacrucis que desde hace nueve meses vienen padeciendo: molestias provenientes de los ladridos de dos perros que hay en el patio de una casa situada a mitad del recorrido de la calle. "Los perros ladran hasta bien entrada la noche. Muchas veces -me dicen los vecinos- hasta la una de la madrugada".

    "La consideración de estos vecinos con el resto del vecindario....deja mucho que desear. Los afectados nos hemos dirigido con buenas palabras a los propietarios de los perros para ver de darle solución..... ¡pero esta no llega”.

      También hemos ido varias veces a informar a la Policía Local y a la Guardia Civil del problema que padecemos. Los vecinos sabemos que han acudido a la casa donde están los perros.....pero tampoco les han hecho caso porque el problema continúa. 

  Uno de los vecinos presentó un escrito al Ayuntamiento el pasado 22 de diciembre y todavía no le han dicho nada. Estamos siendo muy pacientes con estos desconsiderados vecinos. Pero, la paciencia tiene un límite. Esta calle era tranquila hasta que llegaron vecinos que no respetan a los demás. Algunos tenemos que tomar tranquilizantes.

    No sabemos si es legal tener perros en un patio de forma permanente. Lo que si es cierto es que el resto de los vecinos tenemos mascotas que a nadie molestan.

Nos gustaría que difundiera usted esta anómala situación para ver si alguien quiere actuar en nuestra defensa. Queremos dejar claro que lo único que deseamos es que se tome alguna medida para que estos animales no molesten al vecindario".

  Y es que la contaminación acústica en este caso proveniente del ladrido de perros provoca diferentes síntomas en las personas: ansiedad, irritabilidad, disminución de productividad, agresividad, problemas de sueño, cansancio, aumento de presión arterial, dolor de cabeza, de estómago.....

  No cabe duda de que el ciudadano no tiene por qué aguantar una situación en la que los ruidos le estén afectando a su calidad de vida. Tienen derecho al descanso. 

     No les voy a contar, por falta de tiempo, qué dice la Directiva Europea 2002/49 CE, la Ley 37/2002 del Ruido, el art. 47 de la Constitución o el Real Decreto Legislativo 7/2015 del Suelo y Rehabilitación Urbana, leyes  todas ellas donde se habla de la "protección contra la contaminación acústica provenga de cualquier sitio o foco emisor".

     Pero, sí quiero hacer constar que a quien corresponde poner orden es al Ayuntamiento y resulta que del escrito de los vecinos se desprende que "o no ha hecho nada o lo que ha hecho para solucionar el problema no es nada efectivo". 

 Que en una calle tranquila, como esta, en un pueblo pequeño como este, los vecinos estén de los nervios por ladridos de perros durante tantos meses....no deja al Ayuntamiento ni a su Alcalde en buen lugar. 

       Como Presidente que es del PP, al Alcalde le queda poco tiempo para empezar a redactar el programa electoral donde afrontará soluciones contra el ruido, programa de mano con el que les perdirá el voto a sus paisanos. Qué ironía. A mediados de abril sube usted a la calle Santa Bárbara que lo estaremos esperando con los brazos abiertos.

     Cuesta entender y digerir que si te retrasas en el pago del IBI una semana te cobran un recargo y aquí pasan los meses y la solución, por cierto muy sencilla de resolver, de este problema nunca llega. ¿Porque no saben?...¡no!

  El problema de fondo, no nos despistemos, es el siguiente: ¿por qué las autoridades locales no le ponen el cascabel al gato para que los vecinos de la calle Santa Bárbara dejen de tomar tranquilizantes?. Ahí es donde le duele al enfermo. Los perros ....no tienen culpa.