Se cumplen 9 años de la muerte del historiador Francisco Domenech Mira. Fue amante de los libros y un paciente investigador en los Archivos. Hoy tendría 62 años.

     Es injusto perder a personas tan jóvenes con tanta capacidad de trabajo, preparación y conocimientos. 

      Con motivo de cumplirse hoy nueve años de la muerte de Paco Domenech Mira les voy a reproducir el artículo que publiqué al día siguiente de su muerte, dos versos, uno de Valentín García Valledor y otro de Miguel Requena Marco, ambos amigos de Paco y lo que de él dijeron los Académicos Javier Huerta y José Joaquin Caerols un año después, con motivo de la celebración de las " III Jornadas de Teatro de Frontera"

     "La Parroquia de Santa Catalina, en cuyo Archivo tantas veces estuvo recabando datos, fue su última morada en compañía de sus alumnos, profesores, familiares y amigos. 

    Desde el altar, Ramon Gisbert pronunciaba a las seis de la tarde, unas sencillas y emotivas palabras de despedida a su amigo, en los mismos términos  que le había mandado al móvil nada mas tener conocimiento de su muerte: "Paco: te has ido muy pronto. Siempre te recordaré con cariño. Que nuestro padre celestial te haya acogido entre sus brazos. Nos veremos en el cielo. Chao, Paco". 

   A la temprana edad de 53 años y a consecuencia de un infarto ocurrido en Elda,  nos ha dejado Francisco Domenech Mira, sin duda el mejor conocedor de  la historia local y, a la vez, un científico y metódico investigador de las letras, conocido en todos los Archivos: Santa Catalina, Mayordomía, Archivo Municipal, Valencia, Játiva, Onteniente, Albacete... donde pudiera  rastrear nuestro pasado. 

                                                         

       Doctor en Filología Hispánica y Licenciado en Historia, Paco llegó desde Madrid, donde había  realizado sus estudios Universitarios, al Instituto de  Almansa  y poco después al de  Caudete donde estaba impartiendo clases en el IES "Rafael Requena" 

  El Centro estaba preparando el acto de entrega de diplomas a los alumnos la misma tarde que se procedía a su entierro. También era profesor de Historia local en la Universidad Popular. Si no asistí a sus clases, y me apena, fue siempre por falta de tiempo. 

    Sus alumnos de la U.P. lo van a  echar de menos porque  puso de moda el interés por la Historia de Caudete, por la forma amena y didáctica de trasmitirla.

    Paco era un buen conferenciante. También ha sido un asiduo colaborador  del Programa de Fiestas de Moros y Cristianos -colaboró varios años en la revista de Onteniente sobre el Tratato de Almizrra- y alla donde le han requerido su colaboración literaria, la daba siempre de forma desinteresada.

               

     El Director del Instituto me decía  que llevaba entre manos  un estudio del Teatro Calderón  y unos apuntes para los vecinos sobre el desarrollo y  evolución social del Barrio de San Francisco. Por su gran capacidad de trabajo ...¡quien sabe cuantas cosas más!.

 Recuerdo cuando su amigo Ramón lo embarcó en la  ordenación y clasificación de una parte de la Biblioteca de los P.P. Carmelitas, trabajo que terminó con una magnífica exposición en la Casa de la Cultura de los libros más antiguos, algunos del siglo XVI. 

 También les podría hablar de su participación en el expediente del deslinde entre  Almansa y Caudete que se prolonga en el tiempo varios siglos y, que hace 20 años, reiniciamos reclamándole a nuestros vecinos almanseños unas 3.000 hectáreas de superficie.

 En el expediente,  Domenech aportó fundamentos históricos tan bien documentados que no dejaban lugar a dudas y que sorprendieron a los representantes del comité del deslinde de Almansa por su seriedad y  rigor. 

  

            Otros colaboradores fueron el geógrado Alvaro Ponce y Pedro "el del Hostal", que entonces era el Presidente de la Sociedad de Cazadores. 

  Era miembro del Comité para la declaración de Bien de Interés Cultual de los Episodios Caudetanos y  formaba parte de un grupo de expertos para poner en marcha una Fundación con el fin de preservar este Patrimonio Cultural Festero. 

           Estaba redactando, según me comentaba su amigo Joaquin Mollá  -la tenía muy avanzada-, la edición Histórica del Lucero De Caudete, que  trata de la ingente tarea de estudiar, analizar  y comparar los cambios sufridos en las seis ediciones anteriores  que conocemos  del Lucero, lo que sin duda   representará una fuente muy importante de datos históricos. Domenech  era un intelectual incansable, riguroso y metódico. 

                    

        Recuerdo cuando en los archivos de la Mayordomía localizó, allá por el 2001, una joya literaria que llevaba por título "Autos a el Lucero de Caudete Nuestra Señora de Gracia". Paco transcribió el texto, preparó la edición y lo publicó, aunque en un principio pasó mas bien desapercibido.

        Yo lo conocí en la época que se puso en  marcha la Asociación Cultural "Amigos de Caudete" donde participada otro apasionado de la Historia local, Francisco Marco Sastre, amigo personal de Paco, que el otro día me llamo para decirme que sentía mucho no poder estar en su despedida. Deja muchos amigos y un vacío literario que no va a ser fácil ocupar. 

 

      En la foto pueden ver a Paco, al lado Emigdio de Moya, Presidente de la Diputación y de Elisa Pagan, entonces Alcaldesa  de Caudete, el día que presentamos en la Biblioteca Municipal el libro "Retablos Cerámicos de la Villa de Caudete",  publicado por  la revista de Tradiciones Populares "Zahora". 

   Fue una agradable experiencia la que viví  y de la que aprendí mucho. Un año antes había expuesto en el Salón de Actos de la CCM las fotografías de los retablos y azulejería hagiográfica que pueden contemplarse por las fachadas tras unas pequeñas hornacinas. 

      Paco me propuso darlos a conocer y se  puso en contacto con los técnicos de la Diputación. Les llevó las fotografías y unos meses después nos comunicaron que estaban interesados en publicar el patrimonio hagiográfico caudetano en la Revista Zahora. En tan solo un par de  meses, Paco  tenía magníficamente documentado y estructurado los textos. 

                                      

      Tres meses más tarde  se presentaba el libro, que contó con la  presencia del Emigdio  de Molla y de Elisa Pagan. José Serrano Amurrio era el Concejal de Cultura. De esto ....hace ya 22 años. 

   Las letras caudetanas  pierden a un amante de los libros y  a un paciente investigador en los Archivos para ir sacando a la luz los entresijos de la Historia que se han quedado traspapelados en el tiempo y  entre las estanterías.

No quiero pasar por alto el excelente trabajo realizado en colaboración con su amigo Francisco Gaspar Marco Sastre sobre el Castillo de Caudete el año 1995 que se publicó en un Programa de Fiestas. Gracias a este trabajo de investigacion histórica la Junta y el Ayuntamiento de Caudete iniciaron, en varias fases, su rehabilitación.

      La muerte de Paco representa una pérdida irreparable para la investigación de la historia local. Paco nos dejó huérfanos. ¿Quién nos contará ahora esas historias nuestras que él conocía tan bien y que narraba con tantos detalles? Solo tengo palabras de agradecimiento para Paco y su familia. 

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               Valentín García Valledor le dedicó esta despedida a su amigo Paco:

               "Ayer mismo, Paco, hace apenas nada, tu cansado corazón dejó de latir. Al final, el hombre propone y el destino dispone.

 

           Así de simple es la vida, así de triste la intempestiva muerte. Bien lo sé, por desgracia.

            Y no, no hay palabras ante estas desgracias. O simplemente decirte: "Descansa en paz, Paco.

             Que sepas que te echaré mucho de menos y te recordaré siempre con cariño".

 Valen 2

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 Miguel Requena Marco:

      Para el homenaje al malogrado estudioso de la Historia Local de Caudete Francisco José Doménech Mira, en el sexagésimo aniversario de su nacimiento, muerto prematuramente, con 53 años, el 13 de junio de 2013.

Otra vez te recuerdo, Paco. 

En el Homenaje que se te dedicó, Paco (Francisco José Doménech Mira), el 5 de octubre de 2013, en el transcurso de las 6.^as Jornadas de Teatro de Frontera, mi contribución a tu homenaje consistió en un soneto, en que resumí mi tributo de admiración a tu persona.

 En este nuevo homenaje que rendimos a tu recuerdo en el sexagésimo aniversario de tu nacimiento (no te olvidamos, Paco), mi pequeña contribución (pequeña en la forma, no en el sentimiento que la anima) te lo comprimo en este sonetillo octosílabo, que te dirijo a modo de queja:

 ¿Por qué?

 Eras un hombre tranquilo,

de palabra aquilatada,

meticulosa y pausada,

que discurre en manso hilo.

 Conversar era tu estilo,

controversia razonada,

no discusión desatada:

así es como te perfilo.

 Siempre al frente la sonrisa,

bonhomía, buen talante,

y educación por divisa,

 ¿por qué en tan solo un instante

te fuiste con tanta prisa,

tanta vida por delante?

Miguel Requena Marco

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En las "III Jornadas de Teatro de Frontera" del 2014 dos amigos de Paco del mundo Académico glosaron su vida y obra: Javier Huerta Calvo y José Joaquin Caerols. Javier, al no poder asistir al acto, le mandó a Caerols una carta para que la leyera en su nombre con el título "Paco Domenech en mi memoria".

Con voz grave, y tono pausado, José Joaquin leyó la misiva:

  "Paco fue un brillante alumno mío que nos deja en plenitud humana e intelectual. Guardo la ficha Académica de todos mis alumnos. La de Paco,  no la he podido encontrar. Pero no importa. La memoria es muy inteligente. Tengo de él el más entrañado y vivo recuerdo. Fue uno de mis primeros alumnos en Madrid cuando empecé a dar clases. Lo conocí en mi primera etapa de docente. 

  Lo volví a ver en Caudete treinta años después, un 12 de abril de 2008,  en el transcurso de las Jornadas de Teatro de Frontera. Paco era tímido y por eso no se sentó en la primera fila. Al terminar la charla se acercó a saludarme. El tiempo no había pasado por él. Me resumió tres décadas de trayectoria e itinerario profesional y me transmitió su amor por Caudete. 

  Lo seguí viendo en las sucesivas Jornadas de Teatro. Me contó que estaba empeñado en publicar un libro en torno a la Edición Crítica del Lucero. No cabe duda que Caudete le debe mucho y espero que sepáis valorar su memoria. Perder a un alumno extraordinario, como lo fue Paco, para mi es un dolor grande,  lo mismo que lo es para su madre".

          El último en intervenir en el homenaje a Paco fue el organizador de las "Jornadas  de Teatro de Frontera" Jose Joaquin Caerols quien tras leer la carta de Huerta, emocionado, dijo que ahora lo hacía a título personal:

       "....No voy a leerles un texto. Quiero hacer una semblanza, una glosa, que será fría,  para ver de mantener la emoción. ¿Que le debemos a Paco? Lo primero, la investigación. Paco era una autoridad máxima. Siempre le pedí que estuviera al lado, apoyando, interviniendo, aportando ideas. Entendió que lo más importante era que participaran expertos de otras Universidades. Era generoso. Le debemos también su magisterio. 

      Él no intervenía de forma baladí. Su vocación era la enseñanza. ¿Que le debe la Comisión? No descubriré nada nuevo. Paco ha sido un miembro importante. Sin él, no hubiéramos avanzado. Su participación ha sido determinante en todo el proceso para la obtención de la declaración de BIC de los Episodios.

     Paco aportaba datos, argumentos, conceptos.. Le debemos la Edición Crítica del Lucero. Le ha dedicado muchos años  y es ya un trabajo Literario de referencia. ¿Cuando sale la edición de Paco?, se preguntan en Madrid.

     Paco la preparó con mucho mimo y esmero, actuando  al margen de presiones. Hizo lo que tenía que hacer. La cosa requería un tiempo, un ritmo  y lo mantuvo hasta el final. ¿Qué le debemos como caudetano? Caudete le debe la recuperación de su Historia. Paco nos ha abierto la puerta. Había cosas que ignorábamos. Nos ha permitido conocernos mejor mirando nuestro pasado. El día que tengamos en nuestras manos todo lo que ha hecho, podremos calibrar su trabajo.

   Le debemos una forma de mirar el pasado fuera de dogmatismos, de forma limpia e imparcial y con objetividad. Todo lo que estudiaba lo hacía con pasión pero colocándose a  distancia. Esta cualidad la tienen muy pocos investigadores. Miraba con tranquilidad y sin miedo al pasado.

Sabía que en todas las familias había misterios. Por eso combinó el atrevimiento con el respeto. Nunca quiso polemizar ni favorecer a uno  a costa de  perjudicar a otro. Era de alabar esa forma que tenía de mirar el pasado... sin posicionamientos dogmáticos  "a priori".  

        De entre sus  virtudes hablaré de su "generosidad": nunca tuvo un NO. Se sacrificó por el bien de los demás. No dudó en echar un paso atrás para permitir la participación de otros. Destacaré también su "altura de miras". Era alto intelectualmente, sabía descubrir horizontes que nosotros no percibíamos. Era honesto y ha mantenido una honestidad intelectual absoluta. 

Solo ha buscado la verdad. No la ha inventado. Le movía saber y conocer la verdad de los hechos. Nunca quiso manipular un estudio como investigador. Avanzó todo lo que le fue posible sin falsear ni amañar un dato. Solo pensar en ello, le molestaba. Para ir acabando, les diré que es intención de la Comisión facilitar la continuación de los trabajos de investigación que llevaba en marcha"

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"A la memoria de uno de los grandes... que se fue demasiado pronto, pero que le dio tiempo a dejarnos trazadas las bases del camino a seguir para rescatar nuestro pasado histórico. Sesenta y dos años hubiera celebrado hoy"