Francisco Díaz Gil presentó "Los Minados de Caudete" trabajo premiado en la tercera convocatoria de la "Beca de Investigación Francisco José Domenech Mira".

 
    El trabajo sobre los Minados en Caudete fue elegido por el Jurado hace más de un año en la tercera convocatoria de la Beca de Investigación local Francisco Domenech Mira" de la que su viuda Conchi Vinader  es la impulsora. 

"Mi difunto marido tenía dos pasiones: la enseñanza y la investigación", -dijo Vinader- que empezó agradeciendo a las entidades que "inicialmente creyeron en un proyecto cultural que hoy podemos decir que ya está instaurado y consolidado en la sociedad caudetana". 

   Quiero remarcar al Ayuntamiento como organizador  y a colaboradores de la talla del Instituto de Estudios Albacetense, la Diputación, Asociación Amigos de la Historia de Caudete y a las empresas patrocinadoras como Bolmax mármoles, Crisnova Vidrio, Generali Seguro, Toldos Caudete y también varias colaboraciones anónimas".

    Santiago Aguilar, que junto a Paco Díaz fue alumno de Domenech, fue el encargado de presentar al protagonista de la noche y su trabajo. Rememoró las clases de historia local que Domenech impartía en la Universidad Popular. Tambien glosó la importancia de la Asociación Amigos de la Historia Caudetana y en especial el blog en el que han recopilado gran parte de todo lo que de historia se ha publicado en Caudete.

    "El trabajo de Francisco se centra en el agua: forma de capturarla, conducirla y aprovecharla. Paco es Ingeniero de Telecomunicaciones, músico profesor de matemáticas, ha sido Juez de Paz, concejal en época de Vicente Lillo. Ha realizado un interesante trabajo que el Jurado valoró en su día premiándolo en la Beca que lleva el nombre del que fue nuestro profesor de Historia Local", empezó diciendo Aguilar.

"El origen de los minados se rementa a un milenio antes de Jesucristo en Oriente  Medio. En la Peninsula aparecen en época romana y se desarrollan en la época andalusí a través de galerias subterráneas para captar agua.

   "Se trataba de un trabajo complejo que requería conocimientos de hidraúlica y matemáticas. Los minados permitieron el desarrollo de la agricultura, economía y el asentamiento de  Caudete. Desde 1305 ya existían molinos harineros en "El Real" aprovechando el minado de la Huerta Arriba y con el minado de  Bogarra que movía el molino de San Antón."

"Un documento de excepción es el que recogía las "Normas de Regulación y Ordenación de las aguas de la Villa de Caudete" que es de 1548. Hace más de 500 años ya se sancionaba a quien no realizaba un uso adecuado del agua".

Tras la presentación, Aguilar le cedió la palabra a Paco que empezó diciendo "que el origen de este trabajo arranca de los paseos que realizo por el campo donde empiezo a interesarme por los minados tras detectar la gran cantidad de lumbreras o pozos que todavía existen". Paco define esta obra subterránea caudetana como "un patrimonio cultural muy poco conocido".

     Habló de las técnicas que se empleaban los mineros o poceros  para realizar los minaos con el fin de aprovechar el agua del subsuelo. Nos contó la técnica que había empleado para la localización de cada minado así como la longitud, propiedad, año de construcción y número de pozos o lumbreras.

"Según las necesidades que la población tenía para satisfacer el consumo humano y agrícola se construyeron a lo largo de los siglos once minados con una longitud total de 10.363 metros y 113 pozos. Llegaron a mover hasta once molinos harineros". En las imágenes inferiores tienen los datos de cada uno de estos 11 minados:  Corbeyana, Aguas Arriba, Balsa Nueva, Aguas de Bogarra, Cadalsos, La Mora, Palacio, Aguas del Paraiso, San Matías, San Vicente y Los Vinales"

     "Se trata de un trabajo hasta ahora desconocido que nos sirve de base para desarrollar la historia de cada uno de ellos, sus propietarios, construcción, técnicas empleadas así como para conocer nuestra cultura del agua y su importancia en nuestro pueblo. 

También puede ampliarse con proyectos multidisciplinares en colegios e Instituto así como realizar investigaciones de heredamientos y estudios geológicos de los acuíferos.

 Paco aboga porque "el servicio de agua potable vuelva a caracterizarse por la sostenibilidad y la eficiencia. De seguir consumiendo agua sin ningún tipo de control ni estudio podríamos poner en peligro en un futuro próximo los recursos hídricos que hoy tenemos". 

   Un completo y exhaustivo trabajo el realizado  por Díaz con mucha precisión técnica y científica (recorrido, longitudes, cotas, situación...) de cada uno de los once minados que debe servir para hacernos reflexionar que el agua no debemos despilfarrarla con el llenado descontrolado de piscinas privadas  y que un sistema de distribución de redes en pésimo estado de conservación con rendimientos de tan solo el 65% nos lleva a un callejón sin salida.

 Si interesante es el trabajo de Paco, sus conclusiones no lo son menos: "en el consumo de agua debemos tender a un sistema que sea SOSTENIBLE y EFICAZ como lo fueron los minados a lo largo de los siglos", nos vino a decir.

Acostumbrado a tratar con los alumnos, su exposición fue entretenida, amena e instructiva. Para Paco fue como impartir una clase más de matemáticas de las muchas que ha impartido en su vida profesional. A nadie dejó indiferente.

 Paco hizo mención en su intervención del último pocero: Ramón Benito Conejero, más conocido pòr "Romero". Nació en en 1940 y a los catorce años empezó a trabajar de pocero y limpiando minados con Rafael "el Gachas" el mejor pocero que hubo en Caudete a juicio de Romero. 

    Mi padre y mi tio Joaquin también trabajaron con Rafael. Coindían en que  era el mejor de todos. Olivares, el padre del que fue Cabo de los Municipales también hacía pozos. Romero nos contó que había perdido la cuenta de los pozos realizados.