De la construcción de tres "Viviendas Unifamiliares Adosadas" en la calle El Molino en régimen de autopromoción.

La historia no solo la sabemos sino que muchos la sufrimos en nuestras propias carnes. Una mala planificación y descontrol por parte del Gobierno en materia inmobiliaria (se les llegó a olvidar lo que dice el art. 47 de la Constitución)  generó la crisis económica del 2008. 

   Un material noble compuesto únicamente por arcilla, el mismo que utilizó Dios para crear al hombre, injustamente daría nombre a la grave situación económica y social a partir de ese año: "crisis del ladrillo". Los Arquitectos ya lo utilizaron para construir Babilonia y, desde entonces, ....¡nunca había estado, injustamente, tan denostado!

    La crisis nos trajo diez años de pobreza y sequía constructiva a nivel local, regional y nacional... Estábamos construyendo más viviendas que Alemania, Francia e Italia juntas. El precio de los solares ...estaba mucho más caro que el oro de 24 kilates y de lo que, de forma meridianamente clara, especifica el susodicho art. 47 de la Constitución.

    Caudete ...¡no quedó al margen de aquel desaforado desarrollo urbanístico!. Se levantaron muchos bloques de viviendas -Plan Parcial Sur I- constituyendo la mayor fuente de ingresos para las arcas municipales. A partir del 2008 ...¡se paraba en seco el negocio!. 

       Los precios de los solares bajaron más de un 350 %  y el de las viviendas se depreció más del 50 %. Caudete se vio afectada ya que más de 1.000 personas (muchos destajistas) trabajaban en la construcción.

En estos últimos 10 años de crisis solo se han realizado alguna vivienda unifamiliar aislada, rehabilitaciones, reformas.... y colocación de ascensores para mejorar la movilidad con subvenciones de la Junta que de alguna forma han aliviado la escasa actividad constructora y de promoción de viviendas.

   Estas tres viviendas, situadas en calle El Molino, es de las pocas, sino la única, promoción que se ha realizado desde el 2008. Y si se ha podido realizar es porque el "valor del suelo" lo ha permitido. 

    Un valor del suelo accesible, una construcción a un precio también accesible y un diseño moderno de la fachada ha permitido que tres familias se hayan embarcado en la aventura de adquirir una vivienda nueva.

    El suelo lo escrituraron los compradores a su nombre por lo que se trata de una autopromoción. La distribución interior y los materiales los elegían cada promotor a su gusto, de acuerdo con el constructor. "Respetar la fachada del proyecto" fue una de las condiciones del Arquitecto.

   El resultado final ha sido satisfactorio para todos. El solar que queda ya tiene comprador para hacer la cuarta vivienda eso sí, con idéntica fachada. La calificación de este suelo es del tipo  R-2, que permite realizar 5 plantas: bajo comercial, tres alturas tipo y ático. En el mismo solar, antes de la crisis, se hubieran construido 12 viviendas. 

 Si el espectacular "precio de los solares" nos llevó, a partir del 1995, a una burbuja inmobiliaria, en este caso ha sido al revés: el bajo precio del solar  ha facilitado la autopromoción. 

   El Estudio de los Arquitectos Jordi Quinquer Agut y su hijo José Quinquer García ("eQA Arquitectos") es el autor de esta sencilla pero muy bien proporcionada fachada en varios planos. El uso del cristal en el antepecho de la galería y el gres de gran formato están de moda entre los Arquitectos.

    José Quinquer acabó Aparejador en el 2008  y dos años después Arquitectura. No muchas veces te dejan desarrollar un diseño. El constructor ( Tauscons Sepomar, S.L.) y el comprador también exponen (otras veces imponen) su criterio. 

    Acordar con las otras partes implicadas que podía modificarse todo ¡menos la fachada! ha dado un resultado satisfactorio que a ningún espectador deja indiferente la combinación de los tres colores que componen la fachada. 

    No. No siempre ocurre así y la pelea, a veces, ya nace con el promotor desde la redacción del proyecto. Si el dueño de la Villa Saboye, cerca de París, hubiera impuesto su criterio en el diseño (1929), el Arquitecto Le Courbusier no se hubiera hecho tan famoso ni la casa sería hoy un icono universal en el mundo de la Arquitectura moderna.