Pocos son los que escapan de las garras de los amigos de lo ajeno. La pasada semana le tocó a Gracia y a Pepe. Desde hace muchos años, venden churros en la caseta situada al lado del Mercado Municipal y frente al Ayuntamiento.
La caseta tiene 43 años. Fue en tiempos de Pedro Sánchez Algarra como Alcalde cuando a Paco y a Rafaela les concedieron la licencia para instalarla.
Gracia, la hija de Paco, que se ganó el sobrenombre de "el Churrero", me lo contaba el otro día. "El martes de la pasada semana me llamó la Guardía Civil a las tres de la madrugada para decirme que habían forzado una de las ventanas de la caseta y habían entrado. Antes intentaron forzar la puerta ....pero no pudieron con ella.
"Solo se llevaron algunas monedas que había en la caja. Tuve suerte: los daños no fueron muy cuantiosos. El del cerrajero el más gordo"
Pero claro: el susto, no conciliar el sueño y la ansiedad y desasosiego que se te queda .... ¿cómo se valora?. Vivimos momentos difíciles para acceder al mundo laboral a los que en nuestro pueblo hay que añadir la falta de seguridad y también la falta de información.
La información -¡que es poder!- tiene que ser completa: "de lo bueno y de lo menos bueno". Pero, el Alcalde ha tomado la norma de omitir la información de los actos vandálicos y robos que, casi a diario, sufrimos en nuestro querido pueblo.
Por contra, se ha especializado en contarnos sus logros politicos, lo mala que es la oposición, los proyectos que lleva entre manos.... Pero, deliberadamente, oculta lo que a muchos ciudadanos preocupa: la relación de actos que ocurren contra la seguridad ciudadana y, sobre todo, "las medidas que está adoptando para disminuirlos".