Sí, benditos
lectores, el señor González en sus campañas electorales y durante su mandato
como Presidente del Gobierno nos ha estado contando milongas. Partamos de la
base de que este hombre, como ha demostrado años después, es un anticomunista
visceral.
Su gran engaño ha sido asumir las reivindicaciones de los partidos
comunistas, de hacer suyo el descontento de las clases medias trabajadoras que
pedían libertad; una vez hechas suyas estas reivindicaciones, asfixiarlas y
dejarlas en el ostracismo.
En el transcurso del tiempo, su odio creció hasta no
poder contenerse y vomitar aquella desgraciada y frase famosa: “Aznar y Anguita
son la misma mierda”. Posteriormente ha estado ofreciendo charlas y
conferencias con Aznar, dándonos a entender que el que es la misma mierda que
Aznar no es precisamente Anguita.
El PSOE del
año 1982 recogió el testigo de la UCD, ya que a éstos se les veía mucho el culo
como vehículo de transmisión de la cantera franquista, como también se
evidenció posteriormente.
De esta manera, se pretendía lograr que se rompiese
con el pasado de una manera tranquila, sin derramar sangre; así nos vendieron
“el cambio”, que no fue tal, sino un maquillaje de carnaval, convirtiéndose en
realidad en un inhibidor competitivo.
Como insigne
indicativo y para los más jóvenes y flojos de memoria transcribiré el texto
íntegro de la papeleta que el gobierno del PSOE ofreció a los españoles en la
consulta de participación de España en la Alianza Atlántica (OTAN):
REFERENDUM 1986
El Gobierno
considera conveniente para los intereses nacionales que España permanezca en la
Alianza Atlántica, y acuerda que dicha permanencia se establezca en los
siguientes términos:
1.º La
participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a
la estructura militar integrada.
2.º Se
mantendrá la prohibición de instalar, almacenar e introducir armas nucleares en
el territorio español.
3.º Se
producirá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados
Unidos en España.
PREGUNTA
“Considera
conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica, en los términos acordados
por el Gobierno de la Nación”
SI
Como habrán
tenido ocasión de padecer, se han incumplido todos los puntos gracias a
reformas legislativas posteriores. O sea, usted vote un asunto que prometemos
cumplirlo y nosotros haremos lo que más nos convenga.
Otro engaño
más, cuando Felipe González hizo cuestión de honor del abandono del marxismo en
1979, a él le importa muy poco el nombre, lo que quiere es tener las manos
libres para conducir su partido, para convertirlo en el Partido Demócrata de
los Estados Unidos de España.
Otra cuestión,
ésta más de actualidad, es la negativa furibunda que mantienen Felipe González
y Alfonso Guerra a las negociaciones con el independentismo catalán. Estos
cínicos señores, muy partidarios, durante la Transición, de la
autodeterminación de los pueblos.
Ahora que su palabra carece de compromisos
electorales sabemos que nunca han tenido la intención de llevar a cabo las
promesas que en su día les valieron tanta cantidad de votos. Lo escrito,
cuentos chinos.
La canción
“Sombras de la China” nos pasea metafóricamente por los senderos de la
existencia desde que nacemos hasta que morimos. Todo lo que somos, todo lo que
hemos podido ser, son sombras de la China. La canción se grabó en los 90 y está
incluida en el disco del mismo nombre.
El hombre vino del mar.
Piel oscura, ojos pequeños,
las manos llenas de sombras,
las sombras llenas de sueños.
Y a cambio de una cerveza,
por la noche, en la cantina,
con exótica destreza,
regalaba sombras,
sombras de la China.
Sombras de la China,
sombras de la China.
Vea correr la liebre por la cortina,
al ganso haciendo el ganso,
al héroe y al villano.
Las manos del sueño
siempre traen un sueño
de la mano.
El amor vino en abril
recitando viejas coplas;
las manos llenas de besos,
los besos llenos de sombras.
Y con las primeras nieves
se escapó entre bambalinas
dibujando en las paredes
sombras y más sombras
sombras de la China.
Sombras de la China,
sombras de la China.
Vea a Pierrot llorando por Colombina,
al lobo de la estepa
aullar al cielo en vano.
La vida vino del Sur
y se me llevó con ella.
Las manos, llenas de sombras;
las sombras, llenas de estrellas.
Y con ella voy y vengo
fijo en que al volver la esquina
lo que soy y lo que tengo
solo serán sombras,
sombras de la China.
Sombras de la China,
sombras de la China.
Vea correr la liebre por la cortina,
al ganso haciendo el ganso,
al héroe y al villano.
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