"Diario de un Estado de Alarma. Día 34", por Claudia Conejero. "No me parece mal que se cante...pero guardando la distancia para evitar posibles contagios".

       Rumorología: “empleo o difusión de rumores”. Rumor: “ruido vago, sordo y continuado” (Real Academia Española de la Lengua). Y recordando aquella frase de la canción del “Venao” de “Los Cantantes”: “no haga caso, a esa jugada, son rumores, son rumores”, comienzo mi trigésimo cuarto día de “Diario de un Estado de Alarma”, para poner el acento en que de repente hay mil y un rumor sobre las Fiestas de Moros y Cristianos de Caudete, posiblemente fruto de todas las noticias que están saliendo sobre el resto de poblaciones, pero que la única verdad es que, a día de hoy, no se ha tomado una decisión al respecto.

      Me consta, de buena tinta, que las autoridades festeras y municipales están manteniendo contactos para ver posibles soluciones si llegado el día no se pusieran realizar por no tener la situación estabilizada en nuestro país, pero por el momento han decidido tener cautela y prudencia y esperar a ver el discurrir de la pandemia para tomar la decisión más apropiada.

       Imagino que para muchos festeros y festeras, como yo, se nos hace extraño pensar en la posibilidad de que llegue septiembre y no podamos disfrutar de nuestras Fiestas. Si dejo discurrir hacia el positivismo mi mente me hace pensar que todavía quedan algunos meses por delante y quizás para entonces la situación se encuentre estabilizada; si por el contrario dejo que sea la incertidumbre y el negativismo el que reinen en mi cabeza, comienzo a divagar en la idea de que quizás, al igual que han hecho otras poblaciones, sería mejor aplazarlas para 2021. 

    Y ahí ando, dejando pasar unos pensamientos a otros, lamentando que no tengamos una máquina del tiempo como la de Marty McFly y “Doc”, Emmet Brown, en “Regreso al Futuro”, para saber que será de nuestro país dentro de cinco meses.

    Confío plenamente en las personas que tienen que tomar dicha decisión. Si al final como dicen los rumores se tienen que aplazar o suspender, será una decisión muy dura, pero estoy convencida que todo el tejido festero entenderemos que dicha medida es la mejor solución para el conjunto de la sociedad y también para el mundo festero. 

    Y mientras ellos son cautelosos y prudentes a la hora de tomar una decisión de tal magnitud como la que tienen delante de sus mesas, creo que el resto de la población también deberíamos de serlos y dejarnos de tanto rumorología, que lo único que acaba haciendo es desequilibrarnos socialmente y anímicamente.

Hablando de rumores había uno que andaba por ahí pululando desde el inicio de la pandemia y que si tenemos en cuenta el titular del periódico “El Mundo” de hoy, “Wuhan revisa la cifra de muertos y añade un 50% más a los anunciados”, se acaba confirmando que los datos de China en comparación con el resto de países afectados por COVID-19 chirriaban un poco.

      Bien es cierto, que yo creo que hasta que no pase mucho tiempo y se haga un estudio intensivo con toda la información y la documentación que se está obteniendo, no conoceremos con exactitud la repercusión del bicho a nivel nacional e incluso mundial. Quizás por ello no presto mucha atención cuando comienzan a comparar cifras de un país y otro, además de que soy consciente de que aparte de los números hay que tener también en cuenta las características de la sociedad de cada país.

     Leí hace ya algunas semanas un artículo que explicaba cómo no se estaba siguiendo un patrón de registro único a nivel mundial: “cada país cuenta los muertos a su manera y ninguno lo hace bien”, de los periodista, del “El País”, Elena G. Sevillano. España es un país descentralizado, es decir, tenemos una Nación que se organiza en 17 Comunidades Autónomas, a quienes la Constitución Española, en su artículo 2, “le reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran” y la posibilidad de transferir por parte del Estado una serie de competencias a las mismas (art. 148), entre las que se encuentra “Sanidad e Higiene”.

      Por lo tanto, las Comunidades Autónomas tienen transferida la gestión de la Sanidad en sus territorios y son cada una de las 17 Consejerías de Sanidad, más las dos ciudades de Ceuta y Melilla las que van, día a día, aportando los datos de afectados, fallecidos y recuperados por COVID-19. Y a pesar de que se suponía que estaban todos siguiendo el mismo criterio a la hora de contar, nos hemos encontrado con un “baile de cifras” que ha provocado que “Sanidad se ve obligada a corregir la serie histórica ante las discrepancias en los datos sobre coronavirus”. (“El País”).

Aun así, Fernando Simón apuntaba, esta mañana, en la rueda de prensa del Comité de Expertos que “estamos tratando de corregir las series. Los datos siempre han sido coherentes, pero en los últimos días ha habido alguna discrepancia, hay que decidir por una de las fuentes, la más sólida, para corregir las series históricas”. (“La Sexta”). Y aunque habrá que esperar unos días para que estén disponibles los nuevos datos en la página del Ministerio de Sanidad, hoy en España tenemos “188.068 contagiados, 19.478 fallecidos y 72.963 recuperados” y en el mundo “2.059.411 contagiados, 137.345 fallecidos y 500.672 recuperados” (“El País”. 16:30 horas).

La pandemia está sacando a relucir muchos fallos, entre ellos, el de la estructura organizativa de nuestro país, donde nos hemos quedado con la primera parte del artículo 2 de la Constitución Española, olvidándonos por completo de su parte final “la solidaridad entre todas ellas”. Y si en tiempos de bonanzas nos iría mucho mejor si fuéramos todas a una, imaginaros lo que se podría lograr si remáramos todas en la misma dirección en tiempos de pandemias o crisis.

     Llevaba tantos días sin salir al chaflán que se me había olvidado lo transitada que siguen las calles a pesar del Estado de Alarma, sobre todo por las mañanas. Ayer a nuestra vecina de enfrente vinieron a cantarle el cumpleaños feliz. La iniciativa, valga por delante que me parece buena en estos tiempos de confinamiento, lo que sigo sin entender son dos cosas:

      La primera porque si según la Orden del Ministerio de Transporte publicada en el BOE con fecha de 25 de marzo se permite que “en un vehículo privado puedan viajar dos personas, si van una adelante y otra atrás, siempre que sea para las actividades autorizadas en el real decreto, no para ocio o cualquier otro uso”, de la furgoneta de Protección Civil salieron dos personas de la parte de delante y una de la de detrás. Según la norma me sobra una. Y al margen de la norma, sinceramente, creo que con una persona sería más que suficiente para ir a cantar el cumpleaños feliz, más si cabe cuando la gran parte de la población estamos encerrados en los hogares desde hace ya más de un mes.

     Y la segunda cuestión es que si el Real Decreto del Estado de Alarma en su artículo 10 nos dice que “mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios”, ayer me parpadeaban los ojos al ver a las tres ediles bien juntitas, que conste que no tengo nada contra ellas, pero por favor, como decía el Premio Nobel de la Paz en 1952, Albert Schweitzer: “el ejemplo no es lo principal para influir en los demás. Es lo único”. Así que cumplamos todos y todas las medidas que nos han marcado y transformemos la sociedad con el buen ejemplo, un ejemplo que debe de ayudar a que juntos, pero en la distancia, ganemos la batalla al bicho.

Caudete, 17/04/2020 17:40 horas del trigésimo cuarto día de “Estado de Alarma” #yomequedoencasa