Siempre es un buen
momento para recordar lo que vivieron aquellos que nos precedieron, porque nos
explica el presente y nos enseña a enfrentar el futuro. Nuestro pasado debería
advertirnos y prepararnos para no repetir errores, para superar aquellas
circunstancias que las generaciones anteriores no pudieron prever.
Las
similitudes entre lo que estamos viviendo en estos momentos y lo que sucedió en 1918 son más que
evidentes, considerando la abismal diferencia tecnológica y científica. En los
demás aspectos, dejo al criterio del lector la valoración, yo soy un mero
relator.
No voy a extenderme en hablar del origen y
desarrollo de la pandemia a nivel mundial. Principalmente por una cuestión de
espacio, hago aquí un somero resumen de aquellos días en Caudete, sin
entrecomillar textos ni entrar al detalle en personas y circunstancias
concretas, y aprovecho para ofrecer el trabajo completo si alguien estuviera
interesado en publicarlo.
Por otra parte, creo que hay a disposición de todo
aquel que esté interesado más que suficiente información a su alcance, pues es
una cuestión que continúa investigándose y a la que se aportan nuevos datos de
forma constante.
Las investigaciones más comúnmente aceptadas sitúan el origen
en un centro de instrucción de reclutas de Kansas (EE.UU) Aquellos reclutas marcharon
a Francia a luchar en la Primera Guerra Mundial. A causa de esta guerra nuestro
país vecino necesitó un número enorme de mano de obra extranjera. Trabajadores
de toda España acudieron a trabajar a Francia, y cuando podían, volvían con sus
familias.
La enfermedad
vírica comenzó a registrarse en España durante el verano del 1918. Hace pocos
días leíamos en este mismo medio un artículo del Cronista de Elda que databa la
primera muerte en aquella localidad el 14 de agosto de ese año. Caudete, que
por aquel entonces contaba con una población similar a Elda, tardó algo más en
sufrir fallecimientos, pero cuando lo hizo, fue de forma trágica y alarmante.
Tanto, que se convirtió en centro de atención de la prensa nacional durante dos
semanas al menos.
El miércoles 8 de
abril de 2020, Bruce Aylward, Jefe de la misión de la Organización Mundial de
la Salud para España, declara que aún desconocen porqué el COVID 19 "explota" en determinados momentos y en determinados sitios desarrollándose a una
velocidad asombrosa. Algo así es lo que ocurrió en Caudete en septiembre y
octubre del funesto año 1918 con la H1N1.
La primera noticia
nos la da el Diario de Sesiones del Ayuntamiento. El 25 de agosto, no pueden asistir ni el Alcalde,
D. Gabriel Estañ Herreros, ni el Primer Teniente de Alcalde, por encontrarse
indispuestos físicamente. Acuerdan conceder licencia de un mes al Alcalde para
ausentarse de la localidad con el fin de restablecer su salud. Después hablan
de la enfermedad; La calle del Moto es una de las más castigadas por la
epidemia reinante, se atribuye a las emanaciones insalubres de la balsa del
Moto.
Piden los informes pertinentes para hacer desaparecer dicha balsa y la
acequia descubierta de la calle Las Moreras, por la que discurren las mismas
aguas y es un depósito de basura, foco de infección que solo sirve para que se
oculte la gente de mal vivir y traicionera. En la siguiente sesión, el día 3,
no se nombra la epidemia. Las Fiestas están en puertas.
El día 11 del mes de
agosto de ese mismo año se publica en Caudete el número uno de un semanario
independiente, "El Faro Caudetano", creado por un grupo de jóvenes
regeneracionistas que se convierten en referente crítico al poder establecido
político y económico local (Gaspar Bañón Díaz, Pedro Sánchez Requena, Salvador Martínez Bañón, Agustín Vila, Juan Muñoz Golf, Francisco Requena Peiró...). Será fuente excepcional de noticias desde un punto
de vista distinto al oficial. A pesar de ello, ni en su número 3 de 25 de
agosto, ni en el 4 de 1 de septiembre nombran la epidemia.
En plenas Fiestas,
día 8, hay Sesión Municipal. Se da cuenta de los acuerdos tomados dos días
antes por la Junta Municipal de Sanidad al existir en este pueblo una epidemia
de gripe de graves caracteres y funestos resultados. Se nombran comisiones
formadas por concejales, sacerdotes y guardias municipales para que socorran
las más apremiantes necesidades y obliguen al cumplimiento de las normas que se
publicaron el 28 de agosto.
Se dan poderes amplios al Alcalde para nombrar
personal y adquirir lo necesario para socorro de los habitantes durante la
epidemia. Ese mismo "El Faro Caudetano" habla de la epidemia ya como una auténtica
calamidad, responsabiliza a las autoridades de la situación de insalubridad
aunque reconoce que “la enfermedad comenzó de forma casi desapercibida y que
excitaba la risa de casi todos nosotros”.
Consideran el Bando del Alcalde de
acertado, pero afirman que nada de lo dispuesto se está cumpliendo tanto por
parte de las autoridades como de la población. La descripción que hacen de la
situación de calles, fuentes, conducciones de agua, cuadras de animales…es más
que preocupante.
El día 15 de
septiembre ya encontramos noticias de nuestro pueblo en medios nacionales,, “El Liberal” titula "¿Qué
pasa en Caudete”, habla de informes poco tranquilizadores, de alarma, y que se
ha telegrafiado al Gobernador para que tome medidas. “El Adelanto”, de
Salamanca, informa que en Caudete hay innumerables casos de “tifus”, y lo mismo
de víctimas.
Dice que el servicio de conducción de cadáveres se ha suspendido y
se llevan al cementerio amontonados en un carro. “La Acción” añade que en
Villena están muy alarmados y que han telegrafiado a su Gobernador para que
tome medidas, dada la cercanía. (La carretera que hoy utilizamos está a medio
construir).
Dos días después, el
Alcalde titular, ya recuperado, preside nueva sesión, a la que sólo pueden
acudir dos concejales. Consideran que no se han recibido los auxilios
sanitarios necesarios reiteradamente reclamados y acuerdan dirigir
inmediatamente telegramas al Inspector provincial de Sanidad, al Gobernador
Civil y al Ministro de la Gobernación haciéndoles saber de la extrema gravedad
de la situación, de la falta de medios, especialmente de médicos, pues los
cuatro de la localidad no alcanzan al gran número de enfermos.
Ese mismo día,
“La correspondencia de España” informa que una comisión llegada de Caudete se
entrevistó con el Gobernador Civil de Alicante para pedir que se envíen médicos
y auxilios, por imposibilidad de recibirlos de la capital de su provincia. “El
Figaro” habla de la agudización de la epidemia en esta comarca. Dice que en
Almansa el 30 por ciento de la población yace postrado en la cama, y que
durante la semana pasada ha habido más de 70 defunciones en Caudete. Asegura
que el Inspector de Sanidad ha visitado la zona para tomar medidas.
El día siguiente, 18 de septiembre, se
publica en el “Diario de Alicante” un artículo firmado por R. Verdejo, y
titulado “Lo que pasa en Caudete”. Este texto será reproducido a lo largo y ancho de la Península por
innumerables medios, expondrá públicamente la situación en nuestro pueblo de la
forma más cruda, abochornará a las autoridades competentes y causará la puesta
en marcha de medidas tardías, pero necesarias.
Después de una feroz crítica a
los que gobiernan habla de escenas de tiempos medievales o de aldeas marroquíes
en un pueblo de 8.000 habitantes donde
mueren 20 diarios, heroicos médicos sobrepasados, sin medicamentos. De carros
cargados de cadáveres que atraviesan las calles sin precaución alguna, donde las
gentes del servicio doméstico han huido, y no hay quien cuide a los enfermos…
Se
acude a las autoridades de Albacete y el Delegado de Sanidad manda un
funcionario que se da un paseo y se marcha, van cartas al Gobernador y ni
contesta. No hay estufa de desinfección, no hay precauciones para los que
entran y salen. Villena tiembla y con razón. Desde hace un mes están así.
Albacete no da señales de vida y Caudete da señales de muerte. Es una vergüenza
para la provincia, para España y para la humanidad.
El Boletín Oficial de la Provincia publica,
con fecha 20 de septiembre, la circular número 146 del Gobierno Civil:
“Habiendo sido invadidos varios pueblos de esta provincia por una epidemia de
grippe (lit.), anteriormente en Ayna, combatida eficazmente, y actualmente en
Caudete, con carácter de gravedad por complicaciones pulmonares que ocasionan
bastantes defunciones…” La circular urge a que las Juntas de Sanidad hagan
cumplir una serie de preceptos obligatorios que detalla a continuación. En 1918
la virología estaba en pañales.
Ese mismo día el “Diario de Alicante” en sus
notas de sociedad publica las necrológicas de Asunción Escobar, esposa de D.
Antonio Olmos, administrador de lotería, y de su hijo Antonio, oficial de
correos. Los dos han fallecido por la misma dolencia, adquirida en Caudete,
donde estuvo la familia durante las pasadas fiestas.
“La Correspondencia de
Alicante” dice que la epidemia gripal tiende a decrecer, que en Alicante la
mortalidad es “normal” y mueren enfermos de gripe complicados con otras
dolencias. La defunción de la Sra. de Olmos y su hijo son casos importados.
Fueron a Caudete a las fiestas y volvieron enfermos.
“El Correo Español”
publica el día 21 que en Caudete, desde el día 15 han habido 180 defunciones
por gripe, y que han salido hacia este pueblo el Gobernador, el Inspector Provincial de Sanidad y un médico. En la misma página informan de la extensión
progresiva de la infección y del carácter alarmante que ha adquirido en
Francia, obligando a nuestro país a cerrar las fronteras.
“El Siglo Futuro”
reproduce la misma noticia, subiendo las defunciones a 190. "El Sol” achaca el
alto número de muertos en nuestra provincia
a la falta de asistencia médica. En el sentido contrario, un día
después, el 22, “La Correspondencia de España” y “La Acción “afirman
categóricamente que los informes que llegan de Caudete son exagerados, que se
tomaron las medidas adecuadas por el Inspector Provincial y por las autoridades
locales cuando se declaró la epidemia. Culpan a rumores acogidos por la prensa.
Ese mismo día
22 visita nuestro pueblo el Dr. Taboada,
su testimonio resulta determinante para arrojar luz sobre aquellos días.
Taboada es Inspector General de Sanidad, un Jefe de la Administración de
primera clase, puesto al que se opta teniendo
más de diez años de ejercicio profesional, ser Académico de la Real Academia,
catedrático de medicina y haber hecho publicaciones de sanidad e higiene.
Además es testigo directo de lo que relata. Salvo "El Faro Caudetano" y los Plenos, hasta
ahora hemos leído publicaciones escritas lejos de aquí por personas que reciben
información de otros, pero no han pisado Caudete.
Relata el Dr.
Taboada su llegada en tren, el viaje en tartana hasta el pueblo. Habla con el
joven conductor, sorprendentemente amable, en comparación con los “salvajes
aurigas madrileños”. Este ya pasó la enfermedad, su familia ha tenido suerte,
solo ha fallecido un cuñado.
El pueblo le parece grato, limpio y con las
fachadas pintadas hace poco. Se reúne con el Alcalde, Secretario, Inspector Provincial
y médico local. Le sorprenden, las fachadas están así por las Fiestas Patronales, no por
higiene.
Las casas, por dentro, presentan gran suciedad y abandono. Se
contabilizan 186 defunciones, principalmente en edades entre 15 y 40 años, en
mayor número de sexo femenino y especialmente las embarazadas. Los primeros
casos se dieron a finales de agosto y primeros días de septiembre, pero sin
consecuencias trágicas.
Fue después de las Fiestas, debido seguramente a las
aglomeraciones, cuando se incrementó la mortalidad. ¿No pudieron esos festejos
ser suspendidos? La Junta Municipal de Sanidad tomó la decisión de suspender
las Fiestas, pero una parte del pueblo se opuso tan tenazmente que las autoridades
municipales consintieron la celebración para evitar alteraciones del orden
público. Se consiguió evitar la alteración, pero se cometió un verdadero hecho
punible en contra de la salud pública.
El grupo que le acompaña no quiere hablar sobre la actuación de las
autoridades provinciales, aunque claramente la censuran. Pero, sí advierten de
otro conflicto que se avecina: el hambre. Las convalecencias son muy largas,
campesinos y jornaleros no tienen recursos, los fondos del Ayuntamiento se acaban. Después visitan algunos enfermos.
Los doctores que le acompañan le informan de la sintomatología, muy semejante
al cuadro de la gripe tifoidea. Lo confirma examinando a varios afectados. Por
las calles no dejan de oírse lamentos. Le asombra como en los domicilios
alternan personas sanas y enfermas, el médico de Caudete, Emilio Martínez, lo
nota y le explica: “Presumo el comentario que va usted a dirigirme por lo que
ve; pero, ¿qué quiere usted que le diga? Caudete es un pueblo en donde hay
todavía bastante elemento inculto e ignorante, que teme más a las
supersticiones, maldiciones ocultas, pestes enviadas como castigo, etc., etc.,
que se fía en los consejos que la higiene moderna”.
Taboada enmudece. Poco
después sale en el tren correo hacia Madrid, acompañado de una familia
acomodada de Caudete que huye del contagio y le confirma el abandono del
Gobernador Civil, que tardó diez días en reaccionar.
Las conclusiones y
reflexiones del Inspector General son claras y rotundas. Cuando llega a Madrid,
ordenará picar y blanquear todas las casas de Caudete, mandar estufas de
desinfección y practicar los debidos análisis de las aguas potables. Esto se
publica en La Tribuna el día 23.
A partir del día 23
podemos leer diferentes relatos de la visita del Gobernador Civil de la
provincia a Caudete (“La Correspondencia de España”, “El Sol”). Llegó acompañado
por el Inspector Provincial de Sanidad y médicos de la beneficencia. Comprueban
que actualmente hay en la localidad 300 atacados, no habiéndose dado nuevos
casos en los dos últimos días. Aseguran que las medicinas no han faltado nunca.
El Inspector y un médico quedaron en Caudete. Ese mismo día “El Diario de Alicante” reclama medidas para
impedir que llegue la enfermedad de Caudete, pues todos los días llegan a
Alicante gentes de allí, y toda precaución es poca. Y por fin el Ministro de la
Gobernación envía una circular a los Gobernadores Provinciales ordenándoles "suspendan todas las fiestas y ferias de los pueblos, para evitar aglomeraciones
de gente".
El día 24 Caudete
aparece en al menos cuatro diarios nacionales. Todos coinciden en informar que
la epidemia decrece en nuestro pueblo, los infectados se reducen a
prácticamente la mitad. Esto coincide con la inexorable expansión por el resto
de España. En Alicante mueren médicos y boticarios, en Pego llegan a 700
infectados.
Un día después, "El Tiempo" nos informa de la carta del Alcalde de
Yecla al Gobernador quejándose del de
Caudete porque, aprovechando que comerciantes y panaderos del pueblo vecino
vienen a Caudete a moler los trigos, les confisca la harina resultante, lo que
crea graves conflictos.
Todos los días encontramos referencias en diarios
nacionales a Caudete, que se había convertido en lugar común, en referente de
la plaga que azotaba al mundo. Se repiten los mismos artículos sobre el
descenso de afectados, la ausencia de defunciones y el heroico trabajo de
médicos y asistentes. Esperanza para los que ahora sufren lo más grave.
El 29 de septiembre se publica el número 7
de "El Faro Caudetano". En su Editorial afirman que no pueden culpar a nadie de lo
ocurrido pues la culpa es de todos, incluyéndose en ella. Pero, ponen de relieve
el abandono oficial en el que Caudete ha estado, que no ha habido medidas para
evitar la epidemia, que no se ha hecho nada, y lo que se ha hecho ha sido
tarde. Dan la epidemia por finiquitada, “…ha terminado cuando Dios ha querido,
y no por ninguna medida de buen gobierno.”
También reconocen el esfuerzo y
sacrificio de algunas personas que han hecho actos verdaderamente heroicos,
entre las que se encuentra el Alcalde. Avisan en el primer artículo, “Hacia
otra epidemia”, de las consecuencias
económicas que deja la enfermedad. Los supervivientes han agotado sus recursos,
el Ayuntamiento y donaciones como las del Diputado del distrito están
sosteniendo la situación, y se acerca el invierno.
Dan después detalles de la
situación en varios artículos, nombran las visitas de autoridades y técnicos,
dicen que han quedado finalmente cuatro médicos más, que se reciben abundantes
medicinas y material de desinfección. Parece claro por qué decrece la infección.
Termina el aciago
mes de septiembre de 1918 con nuestro pueblo desapareciendo paulatinamente del
centro de atención de los medios de comunicación. Se siguen registrando casos,
pero en pequeño número. Los fallecimientos se han controlado. El foco ahora se
desplaza hacia donde la tragedia se ceba con nuestros compatriotas. Y comienza
octubre con una sesión ordinaria en la que nos informan de la limpieza de la
balsa del Moto, y de la construcción de otra nueva “aguas arriba, como a un
kilómetro del Lavadero y Matadero públicos”.
Durante octubre las
noticias de la epidemia en Caudete siguen desapareciendo, como los contagios.
Caudete ya no interesa a los medios, ahora la tragedia se desarrolla en otros
lugares. El "Diario Republicano" dice que aquí apenas se registran cinco
contagios en los últimos días. Por último, hasta cinco diarios nacionales
publican una última noticia de nuestro pueblo casi al unísono: se ha convocado
un concurso especial de traslado para cubrir la plaza de Director de la Escuela Graduada de niños, vacante.
La plaza no parece suscitar pasiones. Se cubrirá
provisionalmente el 14 de noviembre. El día 6 de octubre
se publica el número 8 de "El Faro Caudetano". Se queja la redacción porque
numerosos caudetanos culpan a este medio de alarmar a España entera por los
sucesos de la epidemia y del desprestigio sufrido ante los demás pueblos.
Los
productos agrícolas de Caudete no se aceptan en los pueblos vecinos, las gentes
huyen al saber de donde son. Esto agrava el problema económico. El nombre de
nuestro pueblo se ha convertido en sinónimo de horror y desolación. Achacan la
responsabilidad a “importantes diarios que publicaron barbaridades como que
aquí morían veinte al día y que los carros abarrotados de cadáveres recorrían
la población, todo lo cual sabemos de sobra que es mentira”
Dicen que las
Autoridades locales debían haber protestado y desmentido ese desprestigio, pero
como nadie hizo nada al día siguiente los periódicos de Madrid y provincias
copiaron esa asquerosa noticia. Para más
vergüenza, un caudetano, de los inteligentes de este pueblo, confirmó y ratificó
por escrito al "Diario de Alicante", lo expuesto en dicho artículo, que después
copió "El Liberal".
A ese caudetano, responsable de lo que ahora estamos
sufriendo, se le aplaude, y a nosotros, que hemos seguido un camino más honrado
y digno, se nos aborrece, se nos culpa y se nos demanda.
Los días 8 y 13 hay Sesiones Ordinarias del Ayuntamiento. Se da cuenta del dinero recibido de
Diputación para socorro, de ropas y medicinas. Y se da cuenta de viajeros que,
procedentes de Francia, han muerto de la enfermedad, controlada ya en Caudete.
Se necesita habilitar un local aislado para que pasen cuarentena y se propone
usar un edificio del Sr. Juan Revenga inmediato a La Vereda de la Virgen que ya fue
designado al efecto en otra época.
El "Faro Caudetano" del 13 de octubre,
se dice que la epidemia está en su máximo apogeo en Yecla, con numerosos
infectados y muertos. Que todos sabemos que cuando eso pasaba en Caudete no nos
permitían el paso por los pueblos comarcanos ni la venta de productos.
En
cambio, ahora que la hemos pasado y la tienen ellos, entran y salen,
especialmente los yeclanos, cuando les da la gana. Advierten de que pueden
traer otra vez la enfermedad y piden que no se les deje pasar. También dicen
que en Francia hay muchos obreros de Caudete, familias enteras. En unos días,
al acabar la vendimia, volverán, y allí la epidemia de cólera está matando a
muchos. Piden que se habilite un lazareto.
El día 20 insiste el "Faro Caudetano". Vuelven de Francia en gran número y nadie les prohíbe el paso,
a pesar de saber que allí hay cólera y otras infecciones. Lo mismo pasa
con Yecla de donde vienen numerosos
vecinos porque allí la epidemia tiene caracteres horrorosos.
Y tampoco se les
dice nada. En la sesión ordinaria del día 22, un oficio del Sr. Párroco informa
al Ayuntamiento de que el Obispo ha autorizado la cesión de la ermita de San
Antonio Abad para instalar un Hospital provisional de observación de enfermos
procedentes de Francia.
Acaba aquí esta
selección de informaciones encontradas en distintas fuentes sobre lo ocurrido
en aquellos días. Debo insistir en que hay muchos más datos disponibles. Estos
hechos sucedieron hace 102 años, un periodo casi inasumible para una persona
pero muy corto para la historia. Espero no haber sido muy pesado. Mucha suerte
y mucho ánimo.
Santiago J. Aguilar Bañón, Licenciado en Geografía e Historia y Concejal de Unidas por Caudete.
Impresionante lo que aconteció en Caudete en aquella epidemia, y como vuelve 100 años después a todo el mundo.
ResponderEliminarLlama la atención la propagación que supuso las fiestas para la enfermedad. Todo un toque de atención para la pandemia actual. La gente debemos tener cordura para saber qué lo primero es la salud, sin salud no hay fiestas que valgan. Hablo de fiestas como de fútbol, conciertos... Cualquier tumulto que permita al virus saltar de uno a otro.
Felicidades por el artículo y gracias por compartirlo.
Felicidades a Santiago Aguilar por este artículo.
ResponderEliminarFantástico y documentado artículo Santiago. Enhorabuena. Se echa de menos algún "escritico" más de vez en cuando.
ResponderEliminarRelativo al artículo, las similitudes con la situación actual son tan abrumadoras (salvando diferencias obvias) que sorprende mucho la repetición de la historia, la casi calcomanía de lo que ocurrió hace 102 años.
Gracias por tu artículo. Muy revelador e ilustrativo.
Espero y deseo que como sociedad, aprendamos algo y algo bueno salga de todo esto.
"Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro de si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa si es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata en esta tormenta". Haruki Murakami.
Santiago, gracias por compartir este interesante trabajo.
ResponderEliminarGran trabajo y gran artículo Santiago, si algo define a la especie humana es nuestra nula capacidad para aprender de los errores pasados.
ResponderEliminarMUY INTERESANTE E INSTRUCTIVO.
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