viernes, 8 de mayo de 2020

Crisnova: 30 años fabricando envases de vidrio. La Revista "La Villa" la definió como "La riqueza que nos vino del norte".

              La Editoral "LIDeditorial.com" publicaba en 2015 un libro que llevaba por título "50 años de Pasión por el vidrio" con motivo de cumplir Vidrala 50 años de historia y haber alcanzado la excelencia técnica y de calidad en la fabricación de envases de vidrio con una importante expansión en Europa con factorías en Francia, Italia, Portugal, Bélgica, Reino Unido y Alemania donde la compañía ha jugado un papel protagonista en la concentración del sector y en la configuración de sus nuevas tendencias en fabricación, producto, distribución y relación con el cliente. 

     Fernando Rodríguez, Licenciado en periodismo por la Universidad CEU San Pablo y Máster en Dirección de Comunicación por Cesma,fue el autor del libro en el que cuenta cómo Vidrala ha sabido forjar "una cultura corporativa de fabricación de equipos, profesionalización de  la gestión y homogeneidad en los indicadores de eficiencia y productividad de las fábricas". Lo que se mantiene inmutable en Vidrala es  "su pasión por el vidrio y la apuesta por las personas que trabajan en la empresa como factores claves"
    En el Capítulo V, Fernando Rodríguez cuenta la expansión Nacional de Vidrala dedicándole un extenso apartado a la elección del lugar, nacimiento y desarrollo de Crisnova en Caudete. 

  Les recomiendo su lectura completa que habla de la trayectoria de una empresa modélica a nivel Europeo como es Vidrala y de un personaje extraordinario al que los caudetanos siempre le estaremos agradecidos: Carlos Delclaux Oraa. 

Recuerdo que con motivo de los 20 años del funcionamiento de Crisnova le dedicamos una calle siendo alcalde Vicente Sánchez Mira en un emotivo acto que contó, entre otros familiares, con la presencia de su mujer. Solamente les voy a contar, de forma resumida, la parte del libro que Fernando Rodriguez le dedica a la puesta en marcha de la factoría de Caudete:
    "En 1985, Vidrala cumplía sus primeros 20 años de historia en buena forma. Sus objetivos eran hacer botellas con rentabilidad y margen y la calidad necesaria para un mercado muy centrado en la industria vinatera de La Rioja. La empresa había demostrado que era viable, tenía hornos energéticamente eficientes que fabricaban bien, estaba generando caja y daba beneficios.

   En Llodio, la mayoría de envases eran de color verde esmeralda o verde oscuro. Empezaban a diversificar su producción ofreciendo envases a la industria española de aceite de oliva. Empezaron por visitar a los grandes productores de aceite de JaenCataluña y Sur de España para convencerles de que "el vidrio era mejor como envase y más rentable para sus intereses". 

  José Ángel Irazábal Carlos Delclaux visitaban la fábrica de Jerez y otros productos que tenía la empresa "González Byass" en el Puerto de Santa María. La entrada en Europa que iba a impulsar el consumo y la exportación de los sectores de alimentación que sumado al reciclado de envases de vidrio ofrecía nuevas oportunidades de negocio para Vidrala.
   Pero... ¿cómo y hacia donde crecer? La logística decía que una fábrica podía operar con rentabilidad en España en un mercado que distara entre 400 y 500 kilómetros máximo desde su centro de producción. Se consideró ampliar las instalaciones de Llodio con un tercer horno, pero la fábrica estaba muy justa de espacio. 

    Otras opciones eran abrir o comprar fábricas en Cataluña y Andalucia. Al final llegaron a la conclusión de que en Levante hacía falta una fábrica de botellas donde existía un crecimiento de la industria vinícola, zumera, conservera y de nuevos formatos  como el tarro.

   Carlos Delclaux argumentaba el por qué realizar la expansión en Levante. "Esta zona no esta cubierta y el primero que lo haga le será posible encontrar su sitio en el mercado". Tras decidir implantarse en Levante, empiezan a buscar sitio en Torres de Cotillas, Jumilla y Almansa. Visitaron Polígonos Industriales en Albacete Almansa rechazando estos emplazamientos por las limitaciones de superficie y el alto precio del suelo.

     Irizabal y Gutierrez habían oído hablar de Caudete y aquí se dirijieron a investigar la zona. Contra las reservas que habían mostrado en el Ayuntamiento de Almansa, en Caudete son recibidos con los brazos abiertos. 

El primer contacto lo tienen con Juan Martinez Albertos, Aparejador Municipal. Vicente Lillo les preguntó "si el proyecto iba en serio". Convencido de que así era, concedió todo tipo de facilidades para que Vidrala se instalase. El Consistorio cumplió con todo lo que se comprometió.
Menos suerte tuvo Vidrala con la Caja de Albacete cuando Jesús Garaiyurrebaso buscó créditos en esta entidad. ¿De cuanto estamos hablando? preguntó el Director. "De 500 millones de pesetas", contestó Irazábal. "Prefiero dar 500 préstamos de un millón que uno de 500 millones", le espetó el financiero. 

Cuando el proyecto se había puesto en marcha, el Alcalde de Almansa recapacitó y quiso volver a la pugna para acoger la nueva fábrica de Vidrala en su pueblo. 

      Al final, la elección de Caudete como ubicación de la nueva planta que se llamó Crisnova se debió a una serie de factores que identificaban certeramente documentos internos de la compañía:
1.-Fuerte concentración de producción vinícola en la zona.
2.-Alto consumo de bebidas refrescantes y cerveza.
3.-Gran producción de zumos de frutas y conservas vegetales.
4.-Importante producción de licores.
5.-Creciente embotellado de aceite virgen.
6.-La inexistencia de fábricas de envases en los alrededores.
7.-Buenas vías de comunicación por carretera y ferrocarril
8.-Proximidad de puerto de mar.

    El elemento que más aceleró la ubicación en Caudete fue la ayuda de hasta el 30% de la inversión por la JCCLM recibidas de la UE debido a que la región era considerada "Zona de Urgente Reindustralización". La llegada del gas, más limpio en términos medioambientales y más barato, procedente de Argelia, supondría una ventaja añadida.
Se dispuso inicialmente de 400.000 m2 que después se ampliarían. La excavación de los terrenos se inició el 1 de abril de 1988 y el calentamiento del horno, el 2 de mayo de 1989. La primera línea arrancó 18 días después y las dos siguientes el 2 y 20 de junio del mismo año.

    La previsión era fundir 90.000 toneladas al año en 1990. La plantilla inicial fue de 164 personas con una edad media de 27 años. Dos de cada tres empleados eran de la provincia de Albacete. El 75 % de la plantilla vivía en Caudete. La planta tardó en montarse 13 meses.

Lo cierto es que la elección de Caudete no estuvo exenta de riesgos. Por ejemplo, no había tradición industrial y menos en el sector del vidrio. Muchos trabajadores elegidos o eran recién salidos de la escuela, o agricultores o, sobre todo, yesaires. 

  Los yesaires, palabra valenciana traducible al castellano por  yeseros, trabajaban a destajo y cobraban jornales muy elevados por lo que el sueldo ofrecido por Crisnova no era apetecible. 

 Eso hizo que los ratios de eficiencia y productividad fueran, pese a la ilusión y el compromiso laboral, muy inferiores a los de Vidrala. Además, como la fábrica de Llodio tuvo que aportar personal experto a su vez se mermaron los ratios en la sede central. 

Por el contrario, estas carencias de formación o experiencia de la plantilla tenían una parte positiva, como ya se había vivido en los comienzos de la fábrica de Llodiolos trabajadores eran más abiertos al cambio y a la innovación.

El proyecto de Crisnova se desarrolló con gran secretismo porque las demás empresas del sector también era obvia la oportunidad de instalar una fábrica en Levante. Además, era importante tomar la delantera a la competencia ya que uno de los líderes del sector iba a desarrollar su propio proyecto en Torres de Cotillas.

     A finales de 1986Javier Gutierrez convocó a Jose María Fernández para la Ingeniería Técnica y obras, a Carlos Bengoa, como Jefe de producción y  primer Director de Caudete y a Jesús Maria Ruiz como Jefe de horno y materias primas

Los plazos se cumplieron a rajatabla. El horno elegido era del tipo "regeneración en U". La fábrica tenía un diseño modular. El precio del suelo fue de 25 pesetas/m2 utilizando en un principio 220.000 m2.

   En los comienzos, la procedencia del personal y sus peculiares costumbres dieron lugar a muchas anécdotas, sobre todo en el almuerzo. Hubo gente que, vistas las rigideces de la vida laboral, el primer día devolvió el mono y abandonó incluso después de haber pasado un periodo de formación en Llodio

  Otra gran discusión se produjo con motivo de las fiestas de Moros y Cristianos ya que había trabajadores que pretendían que la fábrica estuviera parada los días de fiestas.
Carlos Delclaux  y Pepe Bono durante la comida el día de la inauguración de Crisnova
 en mayo de 1990.
La puesta en marcha fue una odisea en otros aspectos. Por ejemplo, los relacionados con el agua, ya que Crisnova consumía prácticamente toda la que había en el depósito municipal. Para compensar este hecho se hicieron catas a 300 y 400 metros de profundidad, pero la Confederación Hidrográfica acabó por poner limitaciones por lo que se compraron derechos a algunos regantes.

   Todo el mundo echaba una mano para que Crisnova empezara a andar porque querían ver industrializado un pueblo que apenas tenía dos fábricas de envergadura.

    El 21 de enero de 1988 tuvo lugar la primera reunión formal del Consejo de Administración de Crisnova. Asistieron Carlos Delclaux, Álvaro y Luis Delclaux, José Ángel Irazabal, Rafael Guibert, Jaime Errandonea, Francisco Irigüen, Lucas Oriol y, como secetario, Jesús Garaiyurrebaso. 

    Se aprobó que el capital social fuera de 45 millones de pesetas. Poco después compraría el terreno donde existía un pozo al que se le compró la concesión en el partido de "El Rincón".

    Las ventas brutas del primer ejercicio, el de 1990, fueron de 3.237 millones de pesetas. Ese año, el equipo directivo se hacía eco ante el Consejo de Administración de que la existencias de productos terminado habían experimentado un importante incremento del 33% "situándose estos a un nivel excesivo desde una óptica financiera". 

    Después de trabajar muy duro, el año 1993 se obtenían en Caudete una de las productividades mas altas de Europa, incluso por encima de la de Llodio. Algunos años después, en 1997, se aprobó invertir 6.767 millones para la ampliación de la fábrica mediante la construcción de un segundo horno con capacidad neta de 120.000 toneladas al año, lo que supuso un incremento de 65 personas

   A Carlos Delclaux, sin duda alguna el "alma mater" del proyecto de Caudete, no le dio tiempo de disfrutar su éxito. Las andaduras de Vidrala y de Crisnova, en la década de los noventa, se vieron marcadas por dos acontecimientos importantes: su fallecimiento y el secuestro por ETA de Cosme, el hijo de quien le sucedería en el cargo, su primo Álvaro Delclaux Barrenechea. 
 
      Carlos Delclaux  puso especial énfasis, al arrancar Vidrala, en no reproducir los errores que se habían cometido en la gestión de Villosa -donde fabricaban vidrio plano- haciendo hincapié en "la escasa sensibilidad sobre la importancia de la tecnología o dejar que muchos familiares estuvieran presentes en la gestión de la compañía". 

   Carlos fue quien desarrolló Vidrala, el proyecto de su padre Isidoro Delclaux Aróstegui, incluso enfrentándose al desánimo de este que, a mediados de los años setenta, se sentía desencantado por la multitud de problemas financieros y técnicos que rodeaban el proyecto.

       Fue el impulsor del proyecto de Crisnova en Caudete, cuando otros no eran tan partidarios de salir de la zona de confort de Llodio debido al riesgo financiero que el nuevo proyecto presentaba. 

    Cuando murió, estaba ya pensando en el segundo horno y en la ampliación de Caudete, algo que sus sucesores aprobaron pronto, en buena parte, como homenaje a su obra.

        Era un hombre humano, simpático, jocoso, "va bien esto de las botellitas", solía decirle a su mujer Carmen Zubiría, cuando llegaba a su casa. 

   Consejero histórico del Banco Bilbao Vizcaya perteneció a la Comisión paritaria que se formó para buscar una solución de consenso ante la crisis abierta por la muerte de Pedro Toledo y, en algún momento de esa disputa, se llegó a barajar su nombre como Presidente de "consenso".
 La inauguración de la fábrica fue presidida, entre otros, por José Bono Martínez, Presidente de la JCCLM, Vicente Lillo Alcalde de Caudete y por Carlos Delclaux. La comida se celebró dentro de la fábrica, rodeados de palets de botellas.  

    Vicente Lillo y Pepe Serrano, su amigo e inestimable colaborador y Concejal de Urbanismo, hicieron todo lo que supieron, y un poco más, para que Crisnova se instalara en Caudete, empresa que hoy da trabajo, entre puestos directos e indirectos, a más de 500 personas. 

¡Cómo les hubiera gustado a los dos haber tenido entre las manos el libro escrito por Fernando Rodríguez en el que en una de sus páginas aparece Lillo junto a Bono Delclaux en una rueda de prensa para la SER de Villena.

    No quiero ni pensar lo que habría sido de Caudete con la actual crisis si el Alcalde de Almansa nos hubiera ganado la partida ...que a punto estuvo al ser del mismo partido que Pepe Bono. Lillo jugó muy bien sus cartas en Toledo. Me consta que Rodríguez hace honor en su libro a la verdad al decir que "la Corporación caudetana se volcó con Crisnova".

    Carlos Delclaux Oraa, el promotor de la instalación de Crisnova en nuestro pueblo, moría el 21 de mayo de 1991, un año después de la inauguración de la fábrica, en un desgraciado accidente de tráfico cuando salia de la fábrica de Caudete camino de un Consejo del BBV en Valladolid. Los caudetanos le dedicamos, años más tarde, una calle a la entrada de la fábrica.

En más de una ocasión he dicho que a Caudete, sin Crisnova, le hubiera costado mucho salir de la crisis económica del 2008. Y por supuesto, la que esta provocando en estos momentos el covid-19, también podemos afrontarla con mas garantías de éxito gracias Crisnova.










2 comentarios:

  1. Una lastima que ya no queden políticos que miren por nuestro pueblo. Los que actualmente ostentan la alcaldía son incapaces de atraer empresas, los que antes gobernaban tampoco... Los de Unidas Podemos seguro que piensan que mejor no tener empresas que exploten a trabajadores en nuestro pueblo... Tenemos posición geográfica inmejorable y terreno industrial abundante pero aún así no se consiguen atraer empresas... Y digo yo ¿No valdría la pena hasta incluso regalar el suelo industrial si vienen empresas que vayan a generar puestos de trabajo como lo hizo Crisnova? Pensad que una fábrica que necesite 100 trabajadores reduciría el paro en nuestro pueblo de una forma abismal...

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    1. Hoy día el político no mira por el pueblo, mira por sus propios intereses....el que crea empleo es el empresario que arriesga su dinero para crear una empresa, es al que se debe apoyar, si el gana dinero todos sus asalariados ganamos dinero....lástima que el sentido común se pierda con las ideologías políticas de hoy en día...sin está empresa Caudete sería un pueblo fantasma.

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