"Diario de un Estado de Alarma. Día 62", por Claudia Conejero. La Notaría tiene en su carta "huevos rotos con jamón y pimientos" para llevar".

Hoy, el Patrón de los agricultores, San Isidro Labrador, ha hecho honor a su nombre, al menos en nuestro municipio. Isidro Labrador fue un santo zahorí, pocero y hacedor de lluvias al que se le achacan más de 400 milagros, entre los que se encuentran encontrar agua incluso en la zona más angosta: “Isidro no abría pozo del que no manase abundante caudal, aun tratándose de tierras secas” (“ABC”). Y hoy en su día, el agua se ha hecho muy presente en nuestro municipio en forma de lluvia.

Con el tiempo libre, que nos había dado el confinamiento, y el calor de las últimas semanas, muchos hogares, entre ellos el nuestro, ya habían realizado mudanza de armarios. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, nos ha tocado rebuscar en ellos camisetas y pantalones largos, y las chaquetillas, esas que hacen, casi todos los años, acto de presencia en las noches veraniegas del mes de septiembre.

San Isidro es, también, el patrón del castizo Madrid, el que ha tenido que dejar guardado sus mantones de manila y sus trajes de chulapos y chulapas, por culpa del COVID-19. El país no está para mucha fiesta, aunque las terrazas tienen el aforo de completo, la gente ha salido a la calle como si nada, y la vida de nuestro país parece que no se hubiera parado hace sesenta y dos días.

No tengo capacidad para valorar las consecuencias que puede tener el que no le tengamos miedo al virus. No tengo claro si es bueno o no que no le tengamos miedo, pero en lo que estoy 100% segura es que debemos tenerle mucho respeto, porque no estamos hablando de cualquier bicho, sino de uno que lleva “27.459 fallecidos, 10 de ellos en nuestro municipio. 230.183 positivos por PCR, 549 en las últimas 24 horas, y más de 144.000 recuperados” (“El País”. 15:10 horas).

Esta tarde conoceremos los territorios que pasan a fase 1, y esperando los datos oficiales, que no se si estarán antes de que ponga el punto y final al diario de hoy, las informaciones extraoficiales van avisando de que la Comunidad de Madrid volverá a quedarse en la fase 0, aunque no será la misma fase 0 que hemos vivido en estos casi quince días. “Sanidad plantea una especie de fase 0,5 para Barcelona y Madrid con menos trabas al comercio” (“El País”). Yo sigo pensando que, por ahora, la sensatez, raro si tenemos en cuenta los acontecimientos políticos de finales del año pasado, se ha impuesto en las autoridades catalanas, mientras que las madrileñas sensatas no es que estén siendo mucho.

En los tiempos en los que vivimos no hay buenos ni malos, porque todos están buscando el mismo objetivo, salvar vidas, humanas fundamentalmente, y, en un segundo plano, vidas económicas. La cuestión creo yo que está más en el grado de comprensión de la situación que tiene cada uno, y por lo tanto, la coherencia de sus acciones. El doctor Fernando Simón lo dejaba muy claro el otro día, “si tratamos de convertir esto en una carrera, vamos a llegar a donde nadie quiere llegar y acabará habiendo ese temido rebrote por tomar las decisiones de forma equivocada” y añadía que “esto no es una cuestión de aprobar o suspender. Todos estamos en el mismo barco para vencer a la pandemia” (“La Vanguardia”).

El otro día oía a un “renacido experto” que la culpa de que Madrid no avanzará de fase era del presidente del Gobierno, que “se había empeñado en no dejarles avanzar porque era gobernada por otro color político”. Aquella afirmación me pareció una ocurrencia de esas en las que prima, en el cerebro de la persona que lo dice, más la ignorancia que el sentido común.

En aquel momento no quise entrar en una guerra dialéctica, pero me quede reflexionando sobre la cuestión, y aunque algunos piensen que mi jefe es Pedro Sánchez, ignorando ellos que el único jefe que yo tengo es mi propio pensamiento y raciocinio sobre el discurrir de la vida, después de darle muchas vueltas al asunto no encontré respuesta a la pregunta de ¿dónde obtiene beneficio el Presidente del Gobierno que la Comunidad de Madrid no cambie de fase?

En un supuesto intento de obtener rédito político, digo yo que también habría dejado fuera de la fase 1 a Andalucía que es gobernada, también, como decía el “renacido experto” por “otro color político”, el mismo, da la casualidad que en Madrid. Y en objeto de tener contentos a los suyos hubiera sido más lógico, dejar que Albacete, Toledo, Ciudad Real y toda la Comunidad Valenciana, gobernada por los de su mismo color político, hubieran avanzado a la siguiente fase.

Quizás, la ignorante en este caso sea yo y he acabado, con esta situación que estamos viviendo, convertida en una insensata en un mundo lleno de sensatos, pero os aseguro que por más que le doy vueltas a la cuestión de porqué dejaron, y creo que dejarán a la Comunidad de Madrid fuera de la fase 1, al final siempre llego a la misma conclusión: se trata más de una cuestión sanitaria que política, es decir, prima por encima del rédito político el salvar vidas, que la decisión no está sujeta a los caprichos de un Presidente del Gobierno, sino a los criterios técnicos de unos expertos que consideran que si Madrid no pasa de fase es porque no está preparada y porque su cambio podría llevar a perder vidas, en vez de ganarlas, en la batalla contra COVID-19.

Ayer me contaba una persona que le tocado, en esto tiempos tan difíciles, batallar con tener un familiar ingresado en un hospital, que debido a que los bares están cerrados, y que en el área de salud al que van ellos tienen un tiempo limitado para estar, les toca comer en el coche antes de volver a casa. El centro de salud, con la vida que suele tener casi todos los días, está casi vacío.

Ahora te atienden vía telefónica y solamente acudes a él si es estrictamente necesario que te vea el personal sanitario. Las extracciones de sangre se hacen a través de una mampara por donde metes el brazo para que te puedan pinchar y extraer la sangre, las mascarillas son imprescindibles, hasta para las parturientas que tienen que dar a luz… Todo ha cambiado, nuestra vida ha cambiado, aunque todavía hay gente que no se quiera dar cuenta.

También nuestra forma de seguir ampliando conocimientos ha cambiado. Hoy le mandaba un audio Julen a su “tata” para preguntarle si su prima Mercedes estaba levantada, y aunque es bastante dormilona, de lunes a viernes madruga como si fuera al colegio. Mercedes sigue su rutina escolar, aunque la escuela se ha trasladado a su hogar.

Las aulas se encuentra dos meses cerradas, pero la vida estudiantil sigue latente. Los profesores siguen mandando deberes, mientras los padres y madres cuadran sus horarios de trabajo y sus conocimientos en la materia, para ayudar a sus hijos e hijas a seguir el curso. Se desconoce cuál será el discurrir de la Comunidad Educativa el próximo septiembre, lo único que hay medio claro, es que la vuelta al cole, este curso, se prevé complicada no, complicadísima.

La competencia en Educación, aunque estemos en pleno Estado de Alarma, con un mando único, es de las Comunidades Autónomas, por lo tanto, serán cada una de ellas las encargadas de tomar una decisión al respecto. “El Gobierno propone que a partir de la fase 2, los alumnos que más lo necesiten puedan volver de forma voluntaria a las clases y también los menores de 6 años cuyos padres tengan que trabajar de forma presencial” (“ABC”), pero “varias comunidades rechazan la vuelta al colegio de los menores de seis años y dejan sin opciones a miles de familias” (“El Diario.es”).

El alumnado de 2º. de Bachillerato cuando comenzó el último curso del Instituto si le hubieran dicho que al estrés de un año de Selectividad, tendrían que sumarle el vivir un Estado de Alarma, seguramente la mayoría hubieran preferido no haber pasado de curso. A pesar de las circunstancias, ahí están valientes estudiantes, sumergidos en los libros, en sus hogares, conectados a sus portátiles y móviles con su profesorado, intentando no dejarse ningún aspecto sin entender para cuando llegue la temida Selectividad, sobre la cual yo tengo un gran recuerdo porque al finalizar pensé que “no es tan fiero el lobo como lo pintan”.

Hoy hemos conocido que ese examen que les llevará a iniciar el camino hacia el trabajo de sus vidas, ya comienza a ver más luces que sombra en algunos territorios. “La EvAU en Madrid se hará con mascarillas y guantes, en cuatro días en vez de tres y no en Ifema” (“El Mundo”). En nuestra Comunidad Autónoma, según el Diario Oficial de Castilla La Mancha, se celebrará los días 6,7 y 8 de julio para la convocatoria ordinaria, y los días, 1,2 y 3 de septiembre para la extraordinaria, aunque todavía desconocemos el protocolo que tendrán que seguir el alumnado a la hora de ir a realizar los exámenes. Por ahora, además de la fecha, lo único que hay claro es que no habrá un modelo A y uno B, sino un único modelo de examen aumentando la optatividad.

A los jóvenes estudiantes cuyo final de curso nada tiene que ver al de un año normal, mucho ánimo y no olvidéis como decía el filósofo Baruch Spinoza, “la actividad más importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre”. Al leer la frase he recordado otra, que me decía mucho mi madre en mis años de estudiante, “el saber ni ocupa lugar, ni pide pan”.

Hoy damos la bienvenida a un nuevo fin de semana de Estado de Alarma, no de confinamiento pleno, aunque casi para Julen y para mí, que solo pisamos la calle en la horita que tenemos de paseo. Aquí todos los días parecen iguales, y por ello, en pleno confinamiento cambiamos la ubicación de la comida o la cena del fin de semana, pasando de la cocina al comedor, para tener la noción de que había llegado el fin de semana.

Ahora desde que estamos en la fase 0, al cambio de ubicación le hemos sumado el pedido a alguno de nuestros restaurantes, a los que a través de su comida para llevar nos los traemos a casa y nos hace pensar que hemos salido a cenar por ahí como teníamos costumbre cuando llegaban los fines de semana, además de que aportábamos nuestro granito de arena a reactivar la economía del sector hostelero de nuestro municipio. Hoy cenaremos unos ricos huevos rotos con jamón y pimientos de “La Notaría”, y alguna otra cosa, que todavía está por decidir, de su carta de “comida para llevar”.

Cierro mi diario de viernes con las palabras de un gran mago del balón, Michel Jordán, “algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pasará, otras hacen que suceda”. Nosotros tenemos claro que tipo de personas queremos ser en esta batalla contra el bicho, y tú, ¿nos ayudas a lograr la victoria de España? Si es así, recuerda que nuestras armas son la responsabilidad, la cautela, la precaución, las mascarillas, el cumplimiento de las normas y el distanciamiento social.

Caudete, 15/05/2020 17:20 horas del sexagésimo segundo día de “Estado de Alarma”

#yomequedoencasapensandoqueyaquedamenossilohacemosbien