jueves, 21 de mayo de 2020

"Diario de un Estado de Alarma. Día 68", por Claudia Conejero. "Por respeto al personal sanitario y por compañerismo deberíamos respetar las normas".

Los días van pasando. Mi cabeza, por el contrario, ha perdido la noción del tiempo casi por completo. Llevo una semana que no hay día que acabe preguntando, como esta mañana, ¿hoy es viernes?, entonces Toni me responde: “Claudia, estamos a jueves”. Y, un día más, acabo sintiendo que me ha caído encima una losa que no deja avanzar a las horas del reloj, ni a los días del calendario.
Aunque mi mente me ha querido jugar una mala pasada, en el fondo, sabía que no podía ser viernes, porque tenía claro, desde principios de semana, que mañana vuelve el mercadillo a Caudete. Solamente tendremos los puestos de alimentación, menaje, droguería, flores y alfombras, según he podido leer en la información que ha facilitado el Consistorio en su página web.
La ubicación de los puestos no será la de siempre, estarán únicamente a un lado de la calle entre las calles La Zafra, Alcalde Luis Pascual y José Ruiz Ruiz. Y esperemos que el ambiente tampoco sea el de siempre, porque no debemos olvidar que seguimos en plena crisis sanitaria, con el Estado de Alarma en vigor, y, por lo tanto, debemos mantener las medidas de distanciamiento físico, así como evitar las aglomeraciones.
Mañana tocará ir con la lista de la compra preparada desde casa para estar el menor tiempo en el mercado y evitar aglomeraciones, la mascarilla puesta y el gel en el bolsillo, y se deberá entrar por la calle Alcalde Luis Pascual y salir del mismo por las salidas habilitadas en la Zafra y José Ruiz Ruiz. Por la ubicación de mi casa, mañana seré espectadora privilegiada del primer mercadillo de los viernes del Estado de Alarma, confió en la responsabilidad de la gente y espero que el discurrir del mismo no acabe alentando más la impotencia y el desasosiego que se ha apoderado de mí en estos últimos días.
Hoy mientras veía las playas abarrotadas de gente tomando el sol y bañándose, mientras contemplaba las peleas ocurridas, en el día de ayer, en una de esas concentraciones ciudadanas, mientras mi retina iba asimilando las imágenes de la irresponsabilidad ciudadana en los medios de comunicación, no solo en España, sino también en otros países como Francia o Italia, mi impotencia iba en aumento y pensaba que si yo, una simple ciudadana que ha tenido un papel muy fácil en todo este tiempo de crisis sanitaría tenía esa sensación, ¿cómo de mal se tendrían que sentir esos profesionales sanitarios? Ellos siguen en la primera línea de batalla frente al bicho y, como sigamos así, tendrán que seguir ahí una larga temporada arreglando nuestros errores cívicos y nuestra falta de responsabilidad con la situación que vivimos.
Yo no tengo familiares cercanos de sangre en la primera línea de batalla, pero si tengo familiares políticos y amistades, que se están jugando el pellejo cada día que van a trabajar al Hospital para salvar vidas. Julen tiene amigos y amigas cuyos papis y mamis se han convertido en héroes, aunque sé que a ellos no les gusta que los llamen así, que si abrazan y besan a sus hijos e hijas, en muchos casos esos gestos se han prohibido también en la intimidad de su hogar, son abrazos y besos cargados de mucho miedo e incertidumbre a que puedan acabar contagiando a sus seres queridos. Son personas, como tú y como yo, que lloran a los que se han marchado al otro mundo, pero con una diferencia, ellos no pueden borrar de su mente esa despedida agarrada a la mano de su último paciente fallecido.
En la era de la información somos plenamente conscientes del papel que están jugando los profesionales sanitarios, y por ello, no creo que sea necesario ponerles rostros, nombres o apellidos, para respetarlos con nuestras acciones. Tenemos, debemos, hacerlo bien por respeto al personal sanitario, por respeto y compañerismo con quienes se encuentran luchando contra el bicho, y en homenaje a quienes se marcharon en el silencio y la soledad de una habitación. Y sinceramente, viendo las imágenes de los últimos días, la palabra “bien” no sirve para tildar nuestro comportamiento. Claro que hay gente que lo está o lo estamos haciendo bien, pero es que no debería de “haber gente”, sino que todos deberíamos de hacerlo correctamente.
España sufre un ligero repunte en las cifras del coronavirus con 95 muertos en 24 horas, el 40% en Cataluña” (“El Mundo”), titular del día de ayer, miércoles 20 de mayo. A mí, sin ser una “renacida experta” y menos aún pretender serlo, me preocupa ese repunte, pero me inquieta todavía más el de los positivos por PCR, que pasaron de 295 el martes, a 416 en el día de ayer. El doctor Fernando Simón dijo, ayer, en la rueda de prensa, en relación a la valoración de los datos de repunte “es mejor verlo en los sucesivos días y con más datos, y con las investigaciones que están haciendo las comunidades autónomas en las que ha habido pequeños repuntes”, pero es inevitable que salte la alarma en nuestro cerebro de ¿lo estaremos haciendo todo lo bien que deberíamos? o como dice el refrán “de aquellos barros vienen estos lodos”, asemejando los barros al comportamiento irresponsable e incorrecto de nuestra sociedad en la desescalada.
Estoy convencida que, en unos días, los expertos en la materia nos explicarán cuál es el factor que ha provocado dicho aumento, pero mientras dicho esclarecimiento llega debería servirnos a los ciudadanos de a pie para concienciarnos y replantearnos nuestra posición actual en la crisis sanitaria. Lo dije en uno de mis “Diarios de un Estado de Alarma”, lo fácil, aunque en aquel momento no nos lo creyéramos, fue quedarnos confinados en casa 24 horas; lo difícil venía ahora, y el trabajo duro y minucioso de la sociedad llegaba con la desescalada. Ahora es cuando la sociedad tenemos que dar el “dó de pecho” y ayudar a salir de la situación que vivimos, de la misma manera que los toreros desean salir de la plaza cuando empieza la faena, por la puerta grande.
Finalmente ayer, “el Congreso aprueba la quinta prórroga del estado de alarma, pero con más votos en contra que nunca” (“Europa Press”). 177 a favor, 162 en contra y 11 abstenciones fue el resultado de la votación que se realizó a última hora de la tarde de ayer, que siguió dando vida al mecanismo del Estado de Alarma, y por consecuente, a mi Diario, hasta el próximo 7 de junio. Los asiduos a mi “Diario de un Estado de Alarma” saben, porque que lo he manifestado en varias ocasiones, que yo formo parte de ese grupo de población que está a favor de dicho mecanismo como sistema para ayudar a salva vidas y a controlar la situación que estamos viviendo por culpa de la COVID-19.
Seguramente las “mentes sensibles” me tachen de ilusa, al reafirma mi posición, tras escuchar que “la Abogacía del Estado considera que no se puede mantener el plan de desescalada sin el estado de alarma” (“El País”). Esa misma idea la plantee yo, en el diario de ayer, sobre la imposibilidad de negarle a un madrileño que baje a su casa de Mazarrón si no está en vigor el Estado de Alarma.
Las formaciones políticas que votan en contra de dicho mecanismo y se permiten el lujo de criticarlo, están en todo su derecho de hacerlo, pero al oírlas echo en falta que pongan encima de la mesa un plan B para evitar que una persona que vive en la Comunidad de Madrid, que actualmente se encuentra en fase 0, pueda viajar a otra Comunidad Autónoma que por su buena situación en la evolución del virus sigue avanzando en la desescalada. Criticar si, oponerse también, pero no es tiempo de oposiciones vacías, sino de arrimar el hombro y dar soluciones mejores, en el supuesto de que las mismas existan.
Hoy ha entrado en vigor el uso de mascarillas, obligatorias a partir de 6 años, recomendable a partir de 3 años. En casa, desde el minuto uno, la marcamos como medida obligatoria para todos, incluido Julen que solo tiene 3 años, por lo tanto dicha norma no nos afecta en nuestra salida al exterior. Seguiremos llevándola puesta, pero por encima de la nariz, que es como hay que llevarla. En el transcurrir de mi zona esta mañana, casi todo el mundo la llevaba puesta, imagino que los que no son de esos despistados que se han quedado sin pilas en el mando de la televisión, no han podido ver las noticias y todavía no se han enterado de su obligatoriedad.
Lo que todavía no ha sido publicado en el BOE, al menos en el vistazo que le he echado esta tarde, a eso de las 15:30 horas, no he encontrado la orden, es el tema de la eliminación de las franjas horarias en los municipios de menos de 10.000 habitantes, por lo tanto, las franjas horarias siguen vigentes. Al final voy a tener que darle la razón a mi hermana en que nos avanzan demasiado rápido las medidas en los medios de comunicación, lo que provoca que al final sea un caos informativo. Visto lo visto sería preferible que primero publicaran en el BOE y luego dieran el anuncio, o al menos que lo anunciaran escasas horas de su publicación, porque si no hasta los que lo quieren hacer bien las cosas, acaban cometiendo errores.
Mientras Madrid ya piensa en acelerar su pase a la fase 2 de la desescalada sin haber entrado en la 1” (“El País”), nos encontramos otros territorios “La Comunidad Valenciana frena la desescalada. Prefiere mantenerse en la fase 1 por prudencia” (“La Voz de Galicia”). La valoración sobre la actuación de cada territorio en materia de desescalada se la dejo para el fuero interno de cada uno, yo solamente me quedaré con la frase del filósofo cordobés Lucio Anneo Séneca “no llega antes el que va más rápido, sino el que sabe adónde va”.
Ayer oía en la noticia el resumen que de vez en cuando hacen sobre la lista de la compra, y apuntaba que las ventas de piscinas portátiles se habían disparado un 350% (“La Voz de Galicia”). Cierto es que hay demasiadas sombras todavía sobre el próximo verano, pero, una vez más, creo que vamos demasiado por delante, como cuando a principios del Estado de Alarma la gente se volvió loca con la compra de papel higiénico.
Hace una semana, concretamente el 14 de mayo, el Ministerio de Sanidad publicó unas “recomendaciones para la apertura de la actividad en las piscinas tras la crisis del COVID-19, guía que se puede encontrar en la página del Ministerio y que nos hacen vislumbrar que en el verano de 2020 las piscinas estarán abiertas, pero al igual que los restaurantes, bares, cines o museos, con una serie de medidas de seguridad.
Nosotros somos de esa parte de la sociedad “privilegiada” por tener una piscina en su residencia de verano, y por lo tanto, si un verano normal no hacemos uso de otras piscinas, a no ser que sean las de los amigos a los que vamos a visitar con la excusa de un baño y una merendola o una barbacoa, este año imagino que todavía menos. Pero me alegra saber que el resto de población también podrá sofocar las altas temperaturas del verano con un buen chapuzón.
Pero debemos esperar todavía un poco más, los días tienen que seguir pasando, las piscinas abrirán sus puertas, podremos hacer turismo nacional, tan necesario y fundamental este año para levantar el país, aunque viendo como nos hemos tirado a la calle en solo cuatro días de fase 1, estoy convencida que cuando todo esto pase solamente habrá sido un mal sueño y hasta el sector turístico se habrá levantado del golpe que COVID-19 le ha arreado.
Entonces cuando llegue ese momento, parafraseando las palabras de nuestro querido poeta Federico García Lorca, en el capítulo de ayer del “Ministerio del Tiempo”, “entonces he ganado yo, no ellos”, habremos ganados nosotros, no el COVID-19. Gracias a Televisión Española por ponernos los pelos de punta, por recordarnos, aunque algunos quieran borrarlo de la historia de España, que hubo un tiempo en que a los hombres se les mataba por su condición sexual y por tener sus dos corazones, el del latido del cuerpo y el del latido de la mente y las ideas, en el lado izquierdo, pero como decía ayer Lorca, “dejemos las cosas como están”, eran otros tiempos pasados, y ahora el presente nos pone una nueva oportunidad de estar más unidos que nunca independientemente de donde se sitúe nuestro llamado “corazón de las ideas”.
Caudete, 21/05/2020 17:17 horas del sexagésimo octavo día de “Estado de Alarma”



1 comentario:

  1. Ya ha salido el BOE con las normas nuevas de flexibilización, desde hoy ya se puede ir todos los convivientes juntos a pasear y se puede hacer deporte entre las 6/23 horas, sin franja horaria. Apertura de bibliotecas y se pueden abrir bares/ restaurantes con uso del interior del Local con un porcentaje de ocupación. Os añado el enlace.
    https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2020-5218

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