domingo, 24 de mayo de 2020

"Diario de un Estado de Alarma. Día 71", por Claudia Conejero. "Hemos recuperado nuestra esencia de almas libres nacidas para callejear".

Casi disfrutado el primer fin de semana en fase 1. Las saetas del reloj han seguido avanzando, pasito a pasito, y al mismo apenas le quedan unas horas de vida. Mañana volveremos, algunos a la rutina laboral, entre mascarillas y medidas de seguridad, otros a la vida del Estado de Alarma, algo más permisiva, sin franjas horarias, con mascarillas obligatorias, geles en el bolso, y momentos de disfrute en familia, pero eso sí, con un máximo de 10 personas.
Las pulsaciones de España continuarán aumentando: las fases 0 serán fase 1, y algunas fases 1 pasarán a fase 2, mientras otras continuarán en la fase 1 durante otra semana más, y por lo tanto, la fase 0 quedará en el recuerdo de las vivencias de la crisis sanitaria de todo el país.
Ahora que andamos ya con esa ancha libertad que nos ha dado ser un pueblo de menos de 10.000 habitantes y hemos podido recuperar nuestra esencia de almas libres nacidas para callejear, me cuesta recordar los días en los que nos convertimos en almas responsables conscientes de que había que encerrarse en casa para salvar vidas. Y cuando intento retroceder en el tiempo, mi mente se pregunta ¿cómo fuimos capaces de estar 24 horas encerrados en casa?
¿Cómo fuimos tan conscientes en el aquel momento de que había que encerrarse? Y ¿por qué nos cuesta tanto seguir las directrices marcadas ahora que nos han devuelto la libertad? Reconozco que estoy deseando ver la evolución de las cifras de la COVID-19 para conocer si nuestras acciones, responsables e irresponsables, están repercutiendo en la lucha contra el bicho, aunque agradezco el respiro de datos que nos han dado el fin de semana, y es que “no habrá más ruedas de prensa de Fernando Simón sobre actualización de datos los fines de semana” (“Huffington Post”), aun así en los medios de comunicación han informado que “las muertes suben a 70 en España, aunque registra los menores números de casos y hospitalizaciones” (“El País”).
Desde que comenzó el Estado de Alarma, es decir, durante sesenta y nueve días, el doctor Fernando Simón ha salido, bien desde Moncloa, bien desde su hogar, para dar el balance de datos y analizar la situación de la COVID-19 en nuestro país. Pero el que nos den un respiro en materia de balance de cifras, no significa que el virus no siga en nuestro país haciendo de las suyas. Mañana volverá a salir Fernando Simón, a partir de las 17:00 horas, para darnos unas cifras que esperemos no nos pongan los pelos demasiado de puntas.
Hoy, oía a una persona decir que en Caudete, en relación a contagios de la COVID-19, estaba muy tranquilo, y que ahora por lo visto no había porque el Consistorio no había dado ningún nuevo comunicado. Cierto que el Consistorio lleva muchos días, si la memoria y los días no me bailan, desde el 12 de mayo, sin aportar nuevos datos, pero como le he apuntado a dicha persona, yo pondría entre comillas el hecho de que no dar nuevos comunicados venga ligado a que no hay contagios en nuestra localidad.
Si la falta de información es porque los 69 contagiados, “68 en domicilios” y “1 hospitalizado”, han vencido al virus, sería una alegría muy grande, pero como desconozco la situación real de nuestro municipio y el por qué el Consistorio no ha dado más información desde ese día, me permitirán que entrecomille que “en Caudete la cosa está muy tranquila”, en cuanto a cifras en relación a la COVID-19, porque en materia de vida en la calle, esa en estos momentos, podríamos decir que goza de buena salud.
Lo que sí que se ha celebrado, hoy, ha sido la undécima reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los líderes Autonómicos. Es triste, pero cierto, que ha tenido que llegar una crisis sanitaría de tal magnitud para que la comunicación entre el conjunto de las Comunidades Autónomas y el Gobierno de la Nación sea más fluida. Llevan, si te apuras, más reuniones en estos setenta días, una por cada semana de Estado de Alarma, que la suma de todas las que habían celebrado durante la vida que la COVID-19 nos ha arrebatado.
En ella, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, les ha informado que el Gobierno “está estudiando reducir a una semana la duración de las fases de la desescalada en las comunidades menos afectadas por el Coronavirus” (“El País”). Y han llegado al acuerdo de hacer dos monográficos de dos aspectos muy importantes, que en estos momentos tienen más sombras que claros, uno sobre Educación y otro sobre Turismo.
Esperemos que con dichas reuniones pasemos del túnel oscuro en el que se encuentran a un cielo soleado como el del día de hoy, porque mi cabeza no consigue articular como uno de Albacete, que tiene la playa a menos de tres cuartos de hora, va a poder ir a ella sin que al llegar a la misma se encuentre con el cartel de “aforo completo”.
El dejar atrás la fase 0 conlleva también que, a partir del martes, España decretará diez días de luto oficial por las víctimas de la pandemia, en estos momentos hay “28.752 fallecidos por la COVID-19”. El acto de homenaje institucional, presidido por el Jefe del Estado, como informó ayer Pedro Sánchez en su rueda de prensa, se hará más adelante, cuando las constantes vitales de todos los territorios de nuestro país sean las óptimas, y la desescalada haya terminado.
En mis paseos con Julen, por la zona de la calle La Huerta, la Nieve, las Eras e incluso por la calle Alcalde Luis Pascual, en la zona de la Notaría, me había percatado de la gran cantidad de guantes de plástico que transitan por ellas. Un día Julen me preguntó “mamá, ¿de dónde han salido?” No tenía muy claro como habían llegado hasta allí, así que con el objeto de no dar una respuesta errónea le respondí que no lo sabía, pero que en realidad donde debían de estar era en el contenedor de la basura y no pululando por las calles, haciendo compañía al bicho.
La mamá de mi amiga Bea, Virtu, una gran mujer en todos los sentidos, me comentó en uno de mis Diarios que había una gran cantidad de guantes por los alrededores del Mercadona, y recordé la noticia que leí, el otro día, en el periódico “Nius”, “Efectos colaterales de la crisis del coronavirus: vuelve el uso masivo del plástico”.
Antes de que la COVID-19 apareciera a nuestras vidas, en nuestra sociedad se estaba poniendo en práctica el limitar el uso del plástico en pro del Medio Ambiente, pero tal y como apunta la ecologista de Greenpeace, Alba García, “existe un riesgo, que lo que ahora es coyuntural, se quede para siempre. La higiene no puede ser una excusa para volver a los plásticos desechables” (“Nius”), esperemos que la COVID-19 se marché y con su despedida vuelva la conciencia de la necesidad de proteger al planeta, en todos sus sentidos.
Volviendo al tema de los guantes, el Ministerio de Sanidad ha publicado una guía informando que “en la población general, el uso de guantes en actividades cotidianas no está recomendada”, aunque apuntaba que “si es conveniente usar guantes de usar y tirar en los comercios para elegir frutas y verduras como se venía haciendo hasta ahora”, y como se hacía antes al finalizar dichas compras, los mismos han de depositarse en las papeleras y contenedores de plástico correctamente para que estos no acaben convertidos en un elemento más de nuestras calles, un elemento nada higiénico y poco saludable. Que la crisis sanitaria no sea una excusa para provocar una crisis medioambiental.
Hoy me despido en el primer, por el momento, domingo de fase 1 con la frase de nuestro querido Don Quijote de la Mancha a Sancho Panza, “cambiar el mundo, amigo Sancho, no es locura ni utopía, sino justicia”.
Caudete, 24/05/2020 18:01 horas del septuagésimo primer día de “Estado de Alarma”

2 comentarios:

  1. Claudia del pacto con H.Bildu pasas de puntillas. Jajajaja jajajaja jajajaja

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  2. Porque hasta a los mismos socialistas les da vergüenza ajena dicho pacto...

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