lunes, 8 de junio de 2020

"Diario de un Estado de Alarma. Día 86", por Claudia Conejero. "El 52% de los españoles están hoy en la "fase 3" de la desescalada".

Comienza oficialmente la sexta, y previsiblemente, última prórroga del Estado de Alarma, que durará quince días y que fijará el día 21 de junio como el día en el que caerá el mecanismo constitucional que ha ayudado a salvar miles y miles de vidas en nuestro país. Y es que según un estudio internacional realizado por expertos del proyecto internacional “Covid Compass”, coordinado por el español Carlos Duarte desde la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) en Arabia Saudita, “las medidas de aislamiento que han puesto en marcha los países han permitido salvar la vida de 7,9 millones de personas, a mediados de abril, 73.000 en España” (“Público”).
Aunque dicho experto, Carlos Duarte, apuntaba, también, que “hay que tener en cuenta que esas vidas que se han salvado se podrían perder más adelante de no mediar soluciones, como terapias efectivas o estrategias de salida inteligente que reduzcan la tasa de mortalidad”. Esta mañana oía a una experta en pandemias, en relación a dicho estudio, que con todos los avances que hemos desarrollado en la sociedad, en esta crisis sanitaria se había vuelto a demostrar que después de cien años no había otra cosa, que no fuera el confinamiento, como mecanismo principal para salvar vidas y frenar, en su día la pandemia de la gripe, hoy la pandemia a consecuencia de la COVID-19.
Hoy en casa es un día melancólico. El último día, hasta hoy, que pisamos aquel lugar tan especial para el pequeño Julen fue el 12 de marzo, y volvió a casa después de compartir un día de colegio con sus amigos, su seño María Dolores y una excursión, en la que tuvo el privilegio su mami de acompañarlos a la Asociación de Comparsas para conocer los faroles de nuestras queridas Fiestas de Moros y Cristianos.
Por la tarde se suspendieron las clases y se cerraron las escuelas y centros infantiles, y hasta nueva orden siguen cerradas aguardando el momento de que las autoridades competentes en la materia, las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas, marquen un plan para su reapertura tras el paso de la COVID-19 por nuestras vidas.
Pero el tiempo ha seguido su curso y en el calendario ha llegado al mes de junio, el mes del final del curso escolar en nuestro país. Julen dice adiós al Centro Infantil “Los Peques” para comenzar el próximo septiembre en el “cole de los mayores. El cole de la prima Mercedes” como le dice él a su futuro colegio. Este año no habrá graduación de curso, no habrán lágrimas de emoción y tristeza de los “teacher” que han seguido la evolución de esos pequeños grandes gigantes que comienzan un nuevo camino en el sistema educativo, no habrán padres, madres, abuelos, tías,… emocionados de ver lo bien que bailan y cantan los pequeños de la casa.
El bicho nos ha arrebatado todo eso, nos ha arrebatado todo un trimestre escolar, pero no ha podido con la despedida a una sueño que conquistó sus corazones desde el minuto uno, la seño María Dolores, y no va a poder con el recuerdo del paso por el cole que quedará plasmado en la orla, para la que hoy, casi tres meses después, siguiendo las medidas sanitarias marcadas por las autoridades, hemos vuelto a ese mágico lugar para fotografiar al pequeño Julen con su birrete, toga y beca de “Los Peques”, recoger su carpeta de trabajos y las bolsas de ropa que recordaban que hubo un tiempo, no muy lejano que aquella, hoy desolada, aula estaba llena de vida.
Al salir de allí nos ha invadido al equipo de tres una sensación de melancolía al pensar que Julen ya no volverá, como cada mañana, desde el 2 de enero de 2019, a cruzar aquella puerta con un beso en la mejilla y un “bye bye” a sus papis y un “hello” a la seño Laura o Elías, que solían ser quienes aparecían por el pasillo para recibirlo.
Pero el ciclo de la vida debe continuar y aunque el final del curso no ha sido el esperado, nos quedaremos con todas esas anécdotas que nos contaba al volver del cole y con la cara de felicidad que ha puesto al entrar a su clase y ver a su seño María Dolores, como si el tiempo se hubiera detenido antes de que llegara aquel 13 de marzo de 2020.
Gracias Elías, María Dolores y Laura por vuestra vocación, por vuestra enseñanza, porque como dicen “la enseñanza que deja huella es la que se hace de corazón a corazón” y os aseguro que en el caso del pequeño Julen vuestras huellas han quedado marcadas en su pequeño corazón, en un lugar privilegiado que el paso del tiempo no podrá jamás borrar.
Unos se marchan y otros llegan, como ocurre con las fases de la desescalada cada quince días. Hoy, “el 52% de los españoles entra en la fase 3 de la desescalada” (“El País”). Las dos principales novedades que tiene la tercera y última fase antes de llegar a esa llamada “nueva normalidad” es que los territorios que en ella se encuentran ya no tienen franjas horarias y se puede viajar entre las provincias de la misma Comunidad Autónoma. Recordemos que nosotros, en fase 2, solamente podemos viajar por los municipios de nuestra propia provincia, es decir no podemos ir a pueblos de Cuenca, y menos aún a los de la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia, a no ser que sea por trabajo, visitas médicas o fallecimiento de algún familiar.
Estaba claro que la mayor apertura de libertad vendría con la posibilidad de mayores focos de contagios, como ha ocurrido en el País Vasco, donde la Consejería de Sanidad ha avanzado, esta mañana, que “hay un foco de 10 contagios en el Hospital de Basurto” (“La Sexta”). Esta mañana oía al periodista Josep Corbella apuntar que en realidad es bueno que se conozcan casos de focos, porque de lo contrario significaría que estamos errando en la búsqueda del virus.
Yo, como apuntaba el otro día una amiga mía, teniendo en cuenta que el virus sigue al acecho y que los “mini rebrotes” son muy factibles, la clave está en reducir nuestras relaciones sociales a un número determinado de personas, que sean durante este verano, por ejemplo, nuestro principal núcleo de relación social, con el fin de que los “contactos estrechos” estén controlados y en el caso de que alguien de nosotros nos contagiáramos enseguida pudieran cerrar el círculo de contagio poniendo en cuarentena a nuestros llamados “contactos estrechos”.
La semana pasada me encontré con un grupo de jóvenes que pasaban de los 15 que marcan las medidas de la fase 2 para las reuniones sociales, sin las mascarillas puestas e incluso compartiendo la misma botella. Como bien podréis imaginar el dolor de barriga fue inmenso al verlos, pero a ese dolor le supero el mareo de cabeza al pararme a pensar en la posibilidad de que una de esas personas pudiera ser asintomático, por lo tanto desconoce que posee la enfermedad, y que por la irresponsabilidad y la imprudencia de todo el grupo acabarán saliendo de aquel lugar contagiados. Y el dolor de cabeza todavía fue más intenso al pensar cuándo al regresar cada uno de ellos y ellas a sus casas y se relacionarán con sus familiares a los que podrían también acabar contagiando, siendo posiblemente, algunos de ellos personas vulnerables contra la COVID-19.
Conseguí calmar el padecimiento al observar a mi hijo Julen, quien tiene entre quince y diecisiete años menos que aquellos jóvenes y que es plenamente consciente de que no puede abrazar a sus abuelos, ni darles besos a sus yayas. Un niño de tres años que lleva ochenta y seis días sin relacionarse con sus amigos, siendo su único contacto infantil, desde hace apenas unas semanas, su prima Mercedes.
Julen, al igual que aquellos jóvenes, también ha perdido su forma de vida, pero Julen a diferencia de esos jóvenes se ha adaptado y ha entendido a la perfección la situación que vivimos y que si no nos lavamos las manos, nos quitamos los zapatos al entrar a casa, si comparte la galleta con su prima o abraza y da besos a su familia, puede acabar el bicho picándole a él u otras personas. Una vez más, ¿por qué es tan difícil de entender para otros segmentos de la población lo que un niño de tres años ha entendido sin ningún problema?
Julen no tiene ni idea de lo que significan esas cifras de “241.550 positivos por PCR, 27.136 fallecidos y 150.376 recuperados” (“El País”. 16:17 horas), pero hay algo que sí que tiene claro “mamá no quiero que más gente se ponga malita por culpa del bicho”. Los jóvenes y los adultos si sabemos leer y entender a la perfección la magnitud de la situación que hemos vivido, que seguimos padeciendo y que si no somos cautelosos y responsables podremos volver a revivir en un futuro cercano.
Estaba cerrando el “Diario de un Estado de Alarma” del día de hoy, cuando me ha llegado al móvil que el M.I Ayuntamiento había emitido un nuevo comunicado con la información de la situación de la COVID-19 en nuestro pueblo. Esta vez la información viene de la mano del primer teniente Alcalde, Felipe Bañón Gracia, y no del primer edil, y apunta que “tenemos 90 positivos en nuestro municipio: 31 en domicilios particulares, 1 ingresado en el Hospital y 47 en la Residencia. Además de 11 fallecidos”. Comparándolo con el último comunicado los fallecidos se han mantenido, mientras que los positivos han aumentado, y es la primera vez que se nos detalla el número de positivos de la COVID-19 en la Residencia de Ancianos, aunque Bañón no los nombra en el vídeo, pero si aparecen reflejados en el texto que acompaña al vídeo.
Estos datos nos tienen que hacer plenamente conscientes de que en nuestro pueblo la COVID-19 sigue muy presente, que sigue contagiando y que tenemos 79 (31+1+47) vecinos y vecinas batallando contra el virus, mientras que ha arrebatado la vida a 11 paisanos nuestros. Así que por favor sigamos siendo lo más responsables que podamos y pongámoselo muy difícil al virus para que en el siguiente comunicado las autoridades municipales nos puedan informar de que “aunque no les hayan facilitado los datos de los recuperados” tienen la buena noticia de que no hay positivos en nuestra localidad y que somos un pueblo libre de la COVID-19, gracias al gran papel que los caudetanos y caudetanas hemos realizado en la batalla contra el bicho.
Caudete, 08/06/2020 16:53 horas del octogésimo sexto día de
“Estado de Alarma

6 comentarios:

  1. ¿¿¿Pero hay todavía 47 POSITIVOS o infectados EN LA RESIDENCIA DE CAUDETE A DÍA 8 DE JUNIO DE 2020???
    Y ahí es dónde han puesto un cartel de "LO ESTAMOS CONSIGUIENDO"???
    Pero, ¿a qué esperan para intervenir ese centro??? A que se contagien todos y muera algún@ más?
    Tanto que despotrica la gente sobre los gobiernos central, autonómico o local, y a nadie le afecta esta bomba de relojería en Caudete???
    Lástima no ser abogado, porque gustosamente buscaría vías de reclamación, denuncia o lo que sea.
    Qué indignación y tristeza a partes no iguales!!!!
    Supongo que la gente estará a sus cosas...Y así nos va, mucho hablar y poco hacer (en el pueblo, y en España).

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    1. Espero, a parte de le posibles responsabilidades legales, que el señor Felipe y la señora directora pidan perdón. ¡Qué menos!

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    2. Igual si no intervienen por algo será...los datos igual no son los correctos e igual la cosa no está tan mal como el pueblo piensa y cree que está!!!igual el sitio más seguro ahora mismo del pueblo es la residencia...pero eso...seguir despotricando sin saber y salir a las terracitas a beber cerveza!!y quien tenga quejas que las haga a nadie se le niega nada!!

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    3. Seguro que el sitio más seguro de Caudete es la Residencia!!!
      Nunca lo ha sido, y el trato general a los internos más impedidos bastante censurable por parte de algun@s!!
      Yo SÍ SÉ, HE VISTOy me he quejado, y por eso lo digo!!
      Hay trabajos como los del personal que atiende a mayores o discapacitados, que no sólo deberían pasar un examen teórico-practico, sino también psicoemocional. No todo el mundo sirve , es un trabajo agotador y muy exigente. Y si la persona a la que atiendes no puede comunicarse , pues tampoco ves reconocido tu esfuerzo por el receptor.
      Los mayores son personas no números, y las Residencias nunca deberían ser gestionadas como un negocio o empresa, pensando en las ganancias. Lo importante es conseguir el bienestar y confort de los residentes.

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  2. La ciudadanía necesita saber cuáles son los datos hoy, cuántas personas positivas hay HOY en Caudete. Porque, imagino, que de esos 90 positivos algunos ya habrán vencido la enfermedad, no?

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  3. Igual esos 90 ya lo han superado...pero hay otros tantos que son nuevos...que no es de por vida en un mismo cuerpo!!

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