sábado, 3 de octubre de 2020

"De tibio podemos calificar el socialismo en España en estos últimos cuarenta años", por Óscar de Caso.

     Ha quedado bien claro el descenso del apoyo por parte de la ciudadanía española hacia el PSOE, de manera más concreta a sus dirigentes; ha sido la pérdida de credibilidad al no poder, no querer o no saber poner en funcionamiento el ideario socialista con “denominación de origen”.

          En Europa, a fínales de los sesenta ya se veía venir ese declive, ya que defendían que el repartir la riqueza era compatible con la creación de la misma; comenzaron a privatizar empresas públicas, favorecieron la desregularización del mercado, liberando la competencia. Cometieron el error de siempre: no estimularon la demanda y favorecieron el crecimiento de la economía de mercado. El aparente Estado de Bienestar se mantenía a costa del aumento de las desigualdades que había que solucionar con grandes inversiones en políticas sociales.

          Esta forma de hacer política obligó a una gran parte de la infantería ciudadana a solicitar créditos; y todos tenemos que reconocer, que con la gente “asfixiada” por las deudas, no hay dios que consiga reformas profundas del sistema.

          Escribamos sobre el caso del PSOE que es el que nos afecta. En  1982 la confianza hacia el partido fue colosal (48% de votos). La tasa de paro en el 86 alcanzó el 21% y la inflación descendió un poco del 15%. ¿Que hizo el señor González y compañía?: reconversión despiadada de la industria, reforma del mercado de trabajo dando  luz a la figura del contrato temporal (sí, sí, benditos lectores, ya no se acordaban de esto). Pues, a pesar de ello, mantuvieron la mayoría absoluta hasta 1993.

          Como ya escribí en otro artículo, el gasto social hasta 1989 fue mínimo, en educación abultado. Tan sólo a partir de 1989, concretamente a causa de la huelga general del 14 de diciembre de 1988 y la ruptura con sus socios del sindicato UGT, se volvieron a incrementar dichos gastos sociales. La ciudadanía empezaba a sospechar…, le estaban dado motivos.

          En los comicios de 1989, Izquierda Unida duplicó su número de votantes a causa de la desafección hacia los socialistas que perdieron dos millones de votos. La opinión generalizada en esos momentos es que el PSOE se estaba volviendo “blandito” en su ideología.

          Felipe González tuvo que agarrarse a un clavo ardiendo y se amigó con los de la Tercera Vía: Toni Blair, Bill Clinton y Gerhard Schröder. La cagó. El carácter liberal de las formaciones de estos señores y sus políticas desencantaron aún más a la grey socialista de entonces.

          Cuando se produjo La Gran Recesión de 2008 el desatino socialista coronó, no encontraron recursos intelectuales ni políticos para hacerle frente. Lo que sucedió no se lo voy a relatar porque lo sufrimos todos, casi antes de ayer como quien dice. El señor Rodríguez Zapatero ofreció una buena protección a los parados y algún estímulo económico.

          Fue en 2010 cuando la situación se hizo insostenible para el PSOE. Para poder salvar a Grecia de su bancarrota (provocada por las propias mentiras de la UE), la Troika obligó al gobierno español y a la oposición a ponerse de acuerdo ¡En 24 horas! (hecho insólito que se produce con la periodicidad de la aparición del cometa Halley) a un fatal día de agosto del 2011, aprovechando la tontuna que les produce el calor del verano a los españolitos e intentando pasar estúpidamente desapercibidos, nos colaron la modificación del artículo 135 de nuestra Constitución; cortando (no recortando) gastos en pensiones y modificando el mercado de trabajo.

          Nuevamente la volvieron a cagar frente a su electorado: perdieron cuatro millones de votos en una sola Legislatura. Su electorado seguía sumido en la desconfianza hacia sus dirigentes. Tanto fue así que, en las elecciones de diciembre de 2015, solo puede conseguir un 1,5% más que Podemos.

          Llegamos hasta nuestros días, con el señor Pedro Sánchez, elegido Secretario General en 2014, pateado por sus propios compañeros en 2016 y elevado a los altares de la Moncloa en estos días. La recuperación parcial del PSOE es esotérica; aunque cada vez son menos los ciudadanos que creen que los socialdemócratas sean capaces de controlar el neoliberalismo rampante. 

La canción de hoy del maestro Serrat, nos la cuenta él mismo:

“Una noche andaba por Madrid sin rumbo fijo, porque las noches de Madrid en primavera son hermosas, muy hermosas, y la gente se preocupa más de entrar o salir de un cine, o de un local nocturno, que de pasear. Hoy en día, la gente en las ciudades tiene mucha prisa.... 

      .... Pero a uno le gusta caminar y meterse en bares pequeños y ahí me encontré a una muchacha muy, muy pequeñita, muy poquita cosa como dirían en mi casa y me dijo: yo soy como un gorrión, me gusta volar bajito, bajito, porque así estoy mucho más cerca de las cosas..... 

    ....Ya no la volví a ver nunca más. A aquella muchacha que era como un gorrión, pero las he visto, tantas veces y tan a menudo que quizá por eso escribí esta canción.”

         “Como un gorrión” del disco “Disco blanco”; tan sólo 52 años envejeciendo.

Es menuda como un soplo

y tiene el pelo marrón

y un aire entre tierno y triste

como un gorrión.

 

Le gusta andar por las ramas

ir de balcón en balcón

sin que nadie le eche mano

como un gorrión. 

Nació libre como el viento,

no tiene amo ni patrón

y se mueve por instinto

como un gorrión.

Pajarillo pardo...

En la Carrera

de San Bernardo,

quedó tu nido seco y vacío

quizá algún niño ya lo robó.

Pajarillo errante

que bebe el agua de los estanques

y de mi mano jamás comió.

Y no le vende al alpiste

su calor ni su canción

por ahí busca su lechuga

como un gorrión.

Y le da pena el canario

pero no envidia a un halcón.

Le gusta volar bajito

como un gorrión. 

Y tutearse con las nubes

y dormir en el rincón

donde no llegan los gatos

como un gorrión. 

Pajarillo pardo...

En la Carrera

de San Bernardo,

quedó tu nido seco y vacío

quizá algún niño ya lo robó.

Pajarillo errante

que bebe el agua de los estanques

y de mi mano jamás comió. 

4 comentarios:

  1. El socialismo, la izquierda que gran mentira, falsedades y por supuesto hambre, miseria y robo.

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  2. Está claro que para ti, Oscar, tanto izquierda unida como Podemos y el Partido Comunista, se quedan bastante tísicos en cuanto a los ideales de la izquierda más radical. Si éstos partidos te resultan descafeinados, el PSOE claramente te tiene que resultar directamente vomitivo.

    No obstante de la lectura de tu artículo de opinión, extraigo la conclusión (claro está, desde mi humildísimo punto de vista) de que quizá no has comprendido todavía las "extravagancias" del electorado medio español que no está tan "cloroformado" como tú crees. Efectivamente el PSOE ha ido perdido fuelle en las sucesivas elecciones, precisamente coincidiendo con su escoramiento cada vez más acusado hacia la izquierda radical.

    Los grandes triunfos del PSOE, sus mayorías absolutas, han sido y (permíteme el osado atrevimiento) vaticino que serán cuando vuelva a la senda del Centro-Izquierda (escorado al centro).

    No deja de ser significativo también, que en más de 40 años de democracia, ningún partido de la izquierda más radical haya conseguido si quiera acercarse a una opción de gobierno.

    Fíjate que en las últimas elecciones, PODEMAS perdió aun más fuerza y escaños y solo fagocitando al PSOE ha conseguido poner su culo en un sillón. Sillón que deben disfrutar al máximo porque, como mucho, les queda una legislatura más (otro osado vaticinio). El pueblo no va a soportar una Venezuela española. Éste pueblo no. España ha superado a muchos "tontos a las diez", incluidos por supuesto los de extrema derecha. No va a haber excepciones.

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    1. Oscar, puesto que tienes a bien ilustrarnos con preciosas canciones en tus leídos y seguidos artículos de opinión, te recomiendo una muy maja que creo que habla con dardo certero sobre ese que tu consideras "dormido pueblo español".

      La canción: "Un pueblo es" de Cecilia. Seguro que te suena. Nada sospechosa de ser una furibunda militante del "bicho malo".

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    2. ... perdón.. de MARIA OSTIZ quise decir... (la canción).

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