domingo, 15 de noviembre de 2020

"A propósito de la Renta Básica Ciudadana", por Óscar de Caso. "La revolución tecnológica y la robótica están destruyendo más empleo del que se puede crear."


En el escrito de hoy me ha parecido oportuno y tal vez necesario según se está desarrollando el panorama del mundo laboral y social, escribir sobre la RBC, verbigracia: Renta Básica Ciudadana.

         El motivo, cada vez más evidente, es que, debido a la revolución tecnológica y a la robótica, hace ya años que se está destruyendo más empleo del que se puede crear, ya sean puestos de trabajo manuales o intelectuales. Al paso en que seguimos no se ve manera de que los desempleados puedan cotizar años suficientes a la Seguridad Social para poder cobrar unas mínimas pensiones.

          La RBC es una paga que da el Estado a cada ciudadano, tan sólo por ser ciudadano. El criterio con el que se otorga esa donación es: se puede cobrar, aunque la persona no quiera trabajar, la reciben los ricos y los pobres, viva sólo o acompañado, resida en la comunidad autonómica en que viva. A este ingreso por parte del Estado se puede añadir cualquier otro procedente de trabajos, rentas del ahorro, etc.

          La RBC no es ningún donativo del Estado, se puede decir que es como un derecho. Se otorga a la persona y no a la familia, tan sólo por ser ciudadano, no por trabajador. No influyen otros ingresos que tenga el individuo ni se trata de una compensación por la pérdida de una prestación. 

Su filosofía es eliminar el “arrinconamiento” que la sociedad produce a aquellos que se les acabaron las prestaciones o no encuentran un empleo, esto les proporcionaría una independencia económica a los más pobres. Podría llegar a ser uno de los ideales que movieran los años venideros las conciencias y los proyectos políticos.

          El gran economista catalán Daniel Raventós apunta seguidamente varias cuestiones que justificarían el RBC:

-1) Evitaría a las personas tener que elegir entre una renta y un empleo. Al encontrar un trabajo, cada persona obtendría beneficios desde el primer euro de su salario, en vez de ver, como ocurre hoy, cómo desaparece su subsidio. Este perdería su carácter socialmente estigmatizador, ya que dejaría de estar sometido a cualquier tipo de condición (número de miembros de la familia, edad, recursos, búsqueda de empleo o de formación, etc.)

-2) Al convertirse en una renta garantizada permitiría que todo el mundo pudiera contar con una cantidad regular de dinero, aunque fuera modesta, y por tanto hacer proyectos, tener una mayor movilidad y, eventualmente, reunir un capital.

-3) Por último, la simplificación administrativa, tanto por la ampliación de los derechos como del control. Éste es un aspecto nada despreciable, no sólo por el bienestar de los beneficiarios, sino en materia de costes.

            Algunos apuntan que para poder costear este plan había que instaurar una tasa por el impuesto de movilidad de capitales especulativos (Tasa Tobin). Así mismo, habría que eliminar el prejuicio: de quien no trabaje no come; el otro prejuicio es la viabilidad económica que podría solucionarse con un mayor ingreso y con una mejor redistribución del gasto público.

          De golpe puede parecernos casi una utopía impensable, pero el tiempo y la justicia social nos han demostrado empíricamente que puede hacerse realidad; así vino a suceder con: el sufragio universal, el sufragio universal femenino, la bendita democracia, los obligados Derechos Humanos, la natural homosexualidad, la abolición de la salvaje esclavitud, la igualdad de derechos de la raza negra en EE UU, la jornada laboral de 40 horas, las justas vacaciones pagadas, el necesario feminismo, la lucha contra el machismo y su consiguiente divorcio. 

Todas estas cosas de justicia no han sido milagros obrados por el Espíritu Santo, ni donaciones altruistas de los opulentos; las han conseguido la infantería popular a través de los años con: demasiada sangre, mucho sudor, abundancia de lágrimas de innumerables e innecesarias muertes.

En la canción de hoy se escribe sobre el problema de la identidad personal y la imposibilidad de huir de lo que somos. Canción de 2005 del maestro Serrat dentro del disco Mô (Mahón) con el título “Fugir de tu” (Huir de ti)

Puedes tomar el atajo y, a escondidas, huir

del mundo y de todos y así

dejar toda una vida atrás

y por rutas olvidadas, sim embargo,

llegar a donde nadie te conoce.

Donde nadie te espera.

Pero huir de ti

jamás podrás huir de ti.

Cada cual es siempre cada cual.

Por cualquier sendero

unido a ti

hay algo y alguien

que no te deja huir de ti

jamás ni de ningún modo.

Puedes seguir adelante e ir siempre más lejos

a lugares exóticos donde se escabulle

la gente hablando lenguas extrañas.

Puedes bajar con el río a tierras cálidas

o trepar con las águilas

a la cumbre de las montañas.

Pero huir de ti

jamás podrás huir de ti...

Incluso el rostro y el nombre puedes cambiarte.

Hacerte pasar por otro.

Inventarte un heterónimo.

Un nuevo pasaporte con nuevas manías,

nuevas gestas y miserias,

que detrás del anónimo

siempre estarás tú

hablando contigo de tú a tú...

Y un día cansado de huir y no ir a ninguna parte

descubrirás dentro de ti al lobo

que contigo va al infierno y la gloria.

Que en cualquier decorado y en todo momento,

con cualquier reparto,

se repite la historia,

que huir de ti

jamás podrás huir de ti.

      

3 comentarios:

  1. Recomiendo encarecidamente la atenta lectura del artículo que nos trae el Sr. Oscar. Aventajado y muy espabilado alumno de la Revolución... Estaría bien que Pedro Ortuño hiciese de "cazatalentos" del Régimen y elevase los escritos de Oscar al Gobierno de la Revolución. No tardarían en ficharle como "Menistro Obrero"

    Entre tanto, el pueblo de clase media, cada vez más pobre y con más impuestos, verbigracia (que significa por ejemplo) de esos indirectos como los del gasoil o el IVA que "tanto ayudan a repartir la justicia social" (lease en clave de humor) para poder pagar a legiones de espabilados, vagos, políticos, enchufados y oprimidos sociales. Y cada vez con LIBERTADES MAS CONSTREÑIDAS. No se pierdan por favor, la novela de George Orwel "1984". ¡Si no encuentran Vds., similitud alguna con los tiempos actuales, "me corto la coleta"!

    Jesus, Jesus… entre tontos anda el juego con tanta izquierda populista y derecha miope. ¿Para cuando un Gobierno que Gobierne y con un mínimo de sentido común? Que ya son años esperándolo!!!

    PD.: Suplico (cuasi arrastrándome) al Gran Censor que no cercene mi reflexión por irrespetuosa y contraria al "Menisterio de la Verdad"

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  2. Toda opinión, como la tuya, que no lleve desclificaciones a personas ....¡es publicada en este blog!

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  3. No me refería a ti Chimo. Tu en todo caso eres (dicho sea con todo respeto) el "pequeño censor". El Gran Censor es el Gran Hermano... La novela 1984. El actual Desgobierno.

    No obstante, aprovecho para comentarte que ciertamente he intentado publicar algún comentario en alguna ocasión, EXENTO TOTAL Y ABSOLUTAMENTE DE DESCALIFICACIONES E INSULTOS y ¡¡¡no lo has publicado!!! y sin embargo en otras ocasiones con IGUALES COMENTARIOS, sí lo has publicado. Verbigracia (ya sabemos qué significa, Oscar)… llamar "nene" ó "chiquillo" ó "inepto" al Alcalde de Caudete, NO es un insulto o una descalificación grave como para ser censurada. Peores "dedicatorias" se hacen a diario en los periódicos y radios nacionales y... no pasa nada. Imagino que depende del momento en que te encuentras anímica, emocional, política o personalmente, pues así actúas como cualquier personica.

    No obstante, tu blog es privado... es tu cortijo y tu marcas las normas. Los que participamos no tenemos más que dos opciones: acatarlas ó no participar. Fácil.

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