domingo, 27 de diciembre de 2020

De cómo vivian nuestros ancestros en casas levantadas con piedra, yeso y cal sin agua potable ni papel higiénico.

 En el termino de Villena, junto a la línea del AVE, puede verse una "casa de campo" en ruinas y a punto de volcarse las pocas paredes que quedan en pié. El otro día paré para hacer unas fotos a este monumento de piedra con más de 300 años que pone al descubierto cómo se construía y cómo se vivía hace tan solo 60 años. Incluso menos. 

     Piedra, yeso, madera (vigas), arcilla (teja árabe) y cal eran los elementos básicos para levantar una vivienda tanto en el pueblo como en el campo. Sin Arquitectos ni Aparejadores. Como "Arquitectura Popular" se conoce y cataloga este tipo de construcciones levantadas por expertos maestros de obra y buenos albañiles que, durante muchos siglos, dieron cobijo a nuestros antepasados.

       La pieza fundamental era el porche con una inmensa chimenea en un lateral y asientos de obra (poyos) alrededor, el horno de leña para cocer pan, el algibe, una despensa, los atrojes en la cambra para guardar el grano y, en un lateral de la casa, la cuadra con sus pesebres que daba a un corralera el esquema básico de la distribución. Nada de agua potable, alumbrado eléctrico, telecomunicaciones, alcantarillado, asfalto... 

   El agua de lluvia se recogía en el aljibe. Recuerdo cuando no existía papel higiénico ni sabíamos que color tenía. No me pregunten ustedes lo que se utilizaba en lugar del actual rollo de papel. Este tipo de construcción guarda ese secreto. Los que no han superado los 50...¡ni se lo imaginan! 

       Observen la gran dimensión de la chimenea. Bajo de la campana se colgaban las morcillas de la matanza para que se secaran y, en las largas noches de invierno, toda la familia se reunía al calor que desprendía un tronco de olivera escuchando a los mayores mil historias .... No había televisión. 
     
La cal siempre estaba presente. El espesor en algunos sitios supera el centímetro. Eso nos dice que cada año se encalaba la casa de color blanco o azul cielo. De paso, se higienizaban las dependencias.

  Un buen día, como por arte de magia, llegó el cambio. La piedra fue dejando paso al ladrillo de cara vista, la madera al aluminio, la cal al gotelé plastificado, las chimeneas de leña al aire acondicionado, la mula y el carro al tractor....

    El trabajo a jornal en el campo, a partir de la década de los 70, empezó a abandonarse por el destajo en la construcción y de este tipo de viviendas individuales, tanto en el campo como en el pueblo,se pasó a vivir en régimen de comunidad en bloques  de viviendas en altura tras la aparición del ascensor. 

      Nuestros antepasados vivían en un ambiente austero. El cambio... ¡ha sido espectacular!. De un consumo de agua de menos de 10 litros/hab/día hemos pasado a más de 175. Ahora estamos inmersos en otras prioridades como la sostenibilidad, la accesibilidad, el ahorro energético, el confort, la vivienda autosuficiente y, sobre todo, el consumo, el usar y tirar...en contra de lo poco que necesitaban nuestros abuelos para vivir.

   No. No convendría perder de vista cómo se construían y como se vivía en estas casas por si algún día nos hace falta recurrir a esta ancestral técnica heredada desde la Edad Media de padres a hijos. El futuro...¡nunca sabemos qué puede depararnos!

Canción de aquella época: "España huele a pueblo", de Benito Moreno.




























 

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho Chimo.
    Tiempos en los que faltaba de todo menos amor, solidaridad, familia, amigos; hoy tenemos muchas cosas materiales pero no tengo claro si somos más ricos.

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  2. Chimo muchas gracias por recordarnos nuestro pasado, como vivian nuestros antepasados y sobre todo las penurias que tenian que vivir.

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  3. Chimo esa casa se llama o llamaba en sus buenos tiempos Casa La Reina, y conozco a quien la conoció de chiquillo.
    Muchas gracias por tu cariñoso y logrado artículo

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