Sin ninguna duda, la educación es la piedra angular de la
responsabilidad ciudadana, y por ello se deben invertir todos los esfuerzos
para que esa educación no sea sectaria ni parcial, sino integral.
Sin embargo, en este periodo tan extraño y reaccionario, de los últimos años que nos ha tocado vivir en todos los ámbitos de la vida pública española, quizás la política en educación ha sido la más lacerante e irracional.
Así lo viene
demostrando con creces la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE),
olvidando de nuevo que la educación es una cuestión de Estado que debe contar
con el acuerdo y sensibilidad de todos los grupos políticos del arco
parlamentario, y con el consenso y debate de los demás sectores populares
implicados en el marco de ese proyecto.
La
insistencia en destruir lo que de bueno ha aportado la educación pública, la
obsesión por la enseñanza de materias que deberían ubicarse en el ámbito
estrictamente personal o familiar de formación, haciendo caso omiso de lo que
es una obligación del Estado (contribuir a la formación de ciudadanos libres y
democráticos que respeten y defiendan los Derechos Humanos), es algo
paradigmático en este gobierno del partido popular, más atento a conservar la
poca cuota de credibilidad que les queda que, a la defensa de los valores
constitucionales, que han de guiar su acción.
La LOMCE ha sido impuesta desde la soberbia de la mayoría absoluta parlamentaria conservadora de la legislatura 2011-2015 y su prolongación, olvidando el consenso con los sectores del ámbito educativo (ni profesorado, ni padres, ni alumnos, ni sindicatos, ni demás grupos políticos se sienten escuchados).
Solo
el sector más duro de la Iglesia católica ha sido consultado, de ahí que esta
ley considere la religión como asignatura evaluable cuya puntuación, por tanto,
se tiene en cuenta para todos los aspectos y niveles del baremo académico. Los
profesores de religión, por cierto, son nombrados por el Arzobispado, pero
pagados con dinero público.
Si tuviera que definirse la LOMCE en una sola palabra, esta sería antidemocrática. Esta afirmación se sostiene en varios hechos contrastados, tales como la organización que adopta de los centros docentes.
El
Consejo Escolar –marco en el que se encuentran los diferentes actores
implicados en la educación (representantes del profesorado, padres,
Administración y alumnado), pasa a ser un órgano meramente consultivo, con una
dirección nombrada por la Administración.
En
definitiva, es una ley inasumible en un Estado social, democrático y de derecho
tal y como queda proclamado por la Constitución española, ya que, al definir la
educación como motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel
de prosperidad, antepone la necesidad de los mercados a la verdadera formación
del alumnado, a la construcción de una sociedad más libre, justa, sin
discriminación, equitativa, solidaria, transparente, cohesionada, respetuosa
con los derechos de la Madre Naturaleza y en paz.
Las sucesivas reformas llevadas a cabo en España, auspiciadas por el Partido Popular, han alzaprimado la enseñanza privada frente a la pública, huyendo de un relato diverso y compartido de desarrollo, promoción, formación y defensa de los Derechos Humanos.
Eliminar materias como la Educación para la Ciudadanía, que
buscan dotar a los niños, niñas y adolescentes de unos principios básicos y de
los materiales adecuados con los que, desde la infancia, integren y sustenten
la propia mochila ideológica personal, esencial para la convivencia y para el
fortalecimiento de la democracia, es una de las irresponsabilidades más graves
de los sucesivos gobiernos del Partido Popular, que han antepuesto el interés
político partidista al interés común de todos.
POSDATA.-Para la elaboración de este escrito, he sintetizado las ideas y los criterios del señor Baltasar Garzón.
El poema de hoy es del señor Mario Benedetti, lo tituló “¿Qué
les queda a los jóvenes?”. Lo escribió entre 1995 y 1997 dentro del libro “La
vida ese paréntesis”. Para una mejor comprensión del texto, los signos de puntuación
los ha colocado un servidor. El señor Benedetti no utilizaba estos signos, ni
las mayúsculas.
Para ahorrar
paseos al diccionario:
- barras bravas= Hooligans de un equipo de fútbol argentino.
- ponchazos= Golpe dado con el poncho (abrigo).
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
También les queda no decir amén,
no dejar que les maten el amor,
recuperar el habla y la utopía,
ser jóvenes sin prisa y con memoria,
situarse en una historia que es la suya,
no convertirse en viejos prematuros.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
Les queda respirar / abrir los ojos,
descubrir las raíces del horror,
inventar paz, así sea a ponchazos,
entenderse con la naturaleza,
y con la lluvia y los relámpagos,
y con el sentimiento y con la muerte,
esa loca de atar y desatar.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
También les queda discutir con dios,
tanto si existe como si no existe,
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo, les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.
Espero con ansiedad (me estoy mordiendo los codos de la impaciencia)....ya que de todo lo que criticaban los socialistas de la Lomce....NO HAN QUITADO NADA, "simplemente fuera el castellano como lengua vehicular" para "pagar a independentistas y nacionalistas" su voto para los PGE, y meter mano a concertadas ( para contentar a su socio morado.
ResponderEliminarNo digo que la LOMCE fuera buena, sin duda los Populares pagaron su INEXPERIENCIA elaborando leyes educativas.....ya que era su PRIMERA, ÚLTIMA y UNICA, ley educativa.
No les cunde ni se le da también como a sus adversarios (político) socialista, que ya llevan...7?...8???....ya he perdido la cuenta.
Muy bien (ironía modo: on), cuando en sus informátivos dicen que cada gobierno deroga la ley del anterior. Cuando ya he dicho anteriormente los populares solo han hecho una ley educativa.
Harían bien aclarar que CADA NUEVO GOBIERNO SOCIALISTA deroga SU PROPIA LEY EDUCATIVA que aprobó en la anterior legislatura.
Mientes. El PP aprobó en 2003 la Loce, pero no llegó a entrar en vigor. El castellano no deja de ser lengua vehicular. Por cierto, en muchos institutos de Madrid el castellano no es lengua vehicular, es el inglés. Está mal o como lo hace el PP es bien?
EliminarTu solo te respondes.... NO LLEGÓ A ENTRAR EN VIGOR.
EliminarGracias.
Tu sólo te respondes: no entro en vigor, sino entra en vigor no entra.
EliminarYo solo he expuesto hechos, no he alabado para nada la LOMCE, ni veo mal ni bien lo que se haga en Madrid.
Gracias.
Posiblemente con lo de la LOMCE se abusó y no se hizo caso a la oposición. Pero, Sr. Óscar de Caso, recuerde, eran los corruptos e indeseables gobernantes del PP. La coalición de iluminados que nos gobierna ahora se supone que debían presentar una ley de educación que contará con el máximo consenso y respeto a la diversidad social de este pobre país. Porque, así lo prometían, ellos no iban a ser corruptos, chapuceros, arrogantes o mamandurrieros. Usted cree que la ley aprobada merece continuidad? Escuche a los intelectuales independientes, aunque independiente hoy es sinónimo de facha para los que marcan el paso en este momento, escuche, lea y piense.
ResponderEliminarMire a los mandamases, oiga los ladridos, mireles los dientes, vea su rabo: los mismos perros, con distintos collares.
España, si es que existe, cualquier día colonia de Venezuela, con Zapatero como sumo pontífice.