miércoles, 3 de febrero de 2021

Yesaire de profesión, nos deja a la edad de 60 años Antonio Martinez, más conocido por "el Boli".


Anoche, después de cenar y viendo "El Hormiguero", abrí el wassapp. Me encontré con el mensaje de María Martinez García, sobrina de Antonio Martínez Reig, más conocido por "el Boli" que decía lo siguiente:

"Quiero compartir la pérdida de mi tío Antonio "el Boli". Hoy, día de la Candelaria, ya descansa en paz. Se ha ido feliz, rodeado de todos sus seres queridos, mimado y cuidado por sus hijos, nietos, hermanos, sobrinos y sobre todo de personas muy importantes en su vida que él amaba profundamente. A TODOS, MIL VECES GRACIAS. Siento tristeza, pero al mismo tiempo alegría por la experiencia que he compartido con mi familia en estas últimas semanas".

      Me entristeció saber que ya no me cruzaré más con "el Boli". Era una persona entrañable que llevaba con mucha dignidad su enfermedad. Siendo un crío, Antonio no tendría más de 16 años, trabajaba de albañil con mi padre. 

        En los veranos, para aliviar la carga familiar, mi padre me mandaba a la obra. ¡Cuantas veces llevé a Antonio de ayudante!. Me amasaba el yeso con mucha maestria. La verdad...¡nos compenetrábamos muy bien los dos!. Daba gusto trabajar con él por su animosidad y sentido del humor. Después.... ¡le perdí la pista!. 

     Se fue a trabajar como yesaire, la profesion de moda entonces para todos los jóvenes. El sueldo se cobraba a destajo  y era una actividad extremadamente dura y muy sacrificada agravada por los constantes desplazamientos. Lamentablemente, el yesarie no ha tenido el reconocimiento social que se merece. 

    Porque, junto a otros destajistas, fueron los que a partir de mediados de la década de los 60 colaboraron de forma activa a levantar Caudete y a sus fiestas de "Moros y Cristianos" enluciendo paredes y techos en miles de viviendas....sobre todo en la costa. "El Boli" era uno de ellos.

DESCANSA EN PAZ..... ¡QUERIDO AMIGO!

     Le voy a dedicar a Antonio, para que allá donde esté la lea despacio, una poesía del poeta catalán Jose Agustín Goytisolo (1928-1990) de su libro "Taller de Arquitectura", que tiene por título "Meditación sobre el yesaire". 

(Homilía al modo preconciliar pronunciada

con motivo de iniciarse las obras para

la construcción de un edificio)

Considerad hermanos

las pacientes virtudes

del yesaire, su libre

esclavitud, el suave

trajinar de sus manos

en el encañizado,

firme los pies

sobre el tablón aquel,a

las canciones alegres

del almuerzo, el calor,

la honesta mala leche

 que le desborda el alma

cuando el regle indica

la tenaz resistencia

de la arista y en fin

su vida repetida

lunes a lunes bajo

la implacable mirada

del capataz, las horas

y los metros cuadrados

confundiendo la sangre

y el destajo. Pensad,

con ánimo contrito,

cómo inicia el trabajo

saliendo de las últimas

paredes de la noche

 y de qué modo cuida

la botella del vino,

cómo cambia de ropa,

con qué atención repasa

los viejos utensilios

del oficio, los regles

los cordeles, el balde

qué bien mueve en el agua

el blanco polvo fino

y después cómo sube

hasta alcanzar los límites

 del techo revocado

mientras su ojos miden

la comba del cañizo,

el enlucido tierno,

las cornisas, los ángulos.

Así podréis ahora

meditar la importancia

de su oscuro trabajo

y observareis que siempre,

de recuadro en recuadro,

la gaveta persigue

los pasos del yesaire

y escucharéis los gritos,

las canciones, el viento

que sopla en los dinteles

y también por los patios

cómo suenan los golpes

 de los picos y palas

mientras el yeso cubre

los techos y tabiques

con su máscara ciega

tal un traje de olvido.

Así es, amigos míos,

la vida del yesaire,

éstas son las pequeñas

virtudes que le asisten

y que hemos meditado

para entender tan sólo

la dimensión de un hombre

que vive de su oficio,

algo prosaico, es cierto,

carente de grandeza,

que no saldrá en los libros

de historia por supuesto

más que sumada a otra

vida y a otra y a otra

nos da la simple suma

 de miles de millones

de hombres como éste, que

viven, odian, trabajan

estudian y pasean…

llenan los cines, aman

mueren oscuramente

pero que son la fuerza,

la única fuera …¡oídlo!

que llegará algún día

a edificar un mundo

 en libertad. Amén.

 

 







4 comentarios:

  1. Gracias por tus palabras, seguro que se estará sonríendo tímidamente cómo siempre hacía él. Muchas gracias

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  2. Buena gente, descanse en paz.

    Soy Diego Martín 😎😎😎

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  3. Una persona sencilla
    un excelente ser para todos
    te marchaste de nuestras vidas
    pero aquí sigues de todos modos

    Si Dios te quiso a su lado
    eso tenías que hacer
    convertirte en su ayudante
    y en todo serle muy fiel

    partiste de aquí esa noche
    tal vez sin decir adiós
    arrancándote de mi pecho
    posando en mi corazón

    tu ida tan repentina
    nos hizo romper en llanto
    creer que quizá nunca mas
    podremos tenerte en brazos

    Ahora ya eres un ángel
    que nos mira desde allá arriba
    y aunque no estés con nosotros
    tu magia seguirá viva

    Nunca te olvidaremos
    permanecerás en nuestras mentes
    y en nuestros corazones
    tu alma vivirá siempre.Te quiero tio😘😘😘

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  4. Descansa en paz, te echaremos de menos, muy bonito texto, Sandra

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