Es sin duda una excelente noticia que "El Palacio" lo haya adquirido el matrimonio caudetano Josefa Serrano y Matías Requena con el fin de restaurarlo para destinarlo a Hotel y Restaurante.
Digo que es una excelente noticia porque este edificio ya empezaba a deteriorarse. Los amigos de lo ajeno no desaprovechaban ninguna ocasión para entrar a robar y hacer daño.
En una de las actuaciones vandálicas arrancaron y se llevaron los
azulejos de la escalera principal. Abandonado en medio del campo, El
Palacio estaba pidiendo a gritos que alguien se hiciera cargo de él.
En estos momentos Matías Requena está en la tarea de acometer la restauración de la cubierta. En la situación que se encuentra, es la primera medida para evitar filtraciones de agua de lluvia.
En junio del 2015 Tomás Rubio nos enseñó El Palacio. Estaba también interesado en verlo el Prior, Antonio Graciá. Joaquin Mollá Francés me facilitó los datos históricos de esta edificación del siglo XVII de carácter religioso situada al lado de la desaparecida Ermita del Rosario, que fue residencia veraniega del Obispado de Orihuela, sede de la Orden Franciscanos Capuchinos, enfermería y, más tarde, sede de los Agustinos.
Se trata de un edifico sobrio, de forma rectangular en dos plantas, con un pasillo interior que circunda las habitaciones y dependencias con vistas a un patio interior en una distribución similar a la de un claustro como el del convento del Carmen. En este caso, unos grandes ventanales independizan el pasillo en planta baja del patio interior central.
En
su fachada principal, orientada al sur, destacan las barandillas de forja
delante de unos grandes ventanales así como la puerta de acceso protegida por
una fina lámina de cobre recercada de sillares de piedra color rosa y, en la
parte superior -la clave-, el emblema de la orden religiosa.
La puerta aparece desplazada del eje de simetría para acercarse a la escalera interior. Los sillares que la circundan le dan carácter noble a esta singular edificación. La obra homónima de la vecina población de Biar es hoy la Casa de la Cultura.
El
edifico se construyó utilizando excelentes materiales -el empleo de cal en abundancia es primordial para que las estructuras
perduren- levantándose con muros de piedra de gran espesor -mínimo de 60 cms- y forjados
a base de revoltones de yeso sobre vigas de madera de sección adecuada a
su longitud.
Se trata de un edificio Catalogado y Protegido por las Normas Urbanísticas vigentes, Normas que obligan a su propietario a mantenerlo en condiciones de ornato, salubridad y seguridad.
En cuanto a su historia, a continuación pueden leer el resumen cronológico facilitado por el historiador local Joaquin Mollá Francés:
"....Es en 1608 cuando el Obispo Andrés Balaguer da Licencia para que la Cofradía del Rosario venda tierras. En los libros aparece que de la venta de dos bancales obtienen 59 libras que destina a realizar importantes obras invirtiendo además 211 libras que da el Obispo y 30 libras de diferentes fuentes que recibe la Cofradía.
Este mismo año, consta que se pagan 187 libras a los maestros y ayudantes por 120 días de trabajo en obras y otras 57 en hierro, madera, cal, cañas, tejas y ladrillos.
Mientras
se llevan a cabo las obras, el Obispo estará viviendo en la
Ermita. En 1609 las obras se prolongan y aparece en la
contabilidad el pago de 43 libras a maestros y jornaleros que han trabajo el
tiempo que Andrés ha estado en la Ermita. En 1611 ordena el
Obispo que el mayordomo que sea de la Ermita del Rosario lo
sea también de la Ermita de Santa Bárbara.
Que las cuentas se
lleven en el mismo libro, pero separadas. En 1619 consta en
los documentos que se realizan obras en la "sala vieja" lo cual no
lleva a pensar si había otra sala nueva.
En 1631 el Obispo de Orihuela Bernardo Caballero de Paredes compra un bancal de secano en el paraje "Chorrillo de Oliva" frente al Palacio desviando las aguas del minao que pasa por el Rosario para regar el jardín que piensa crear y que lo llama "jardín de buena vista". Construye también una logia y algunos almacenes.
Cuatro años mas tarde, en 1635, el Obispo es trasladado a Lérida y entrega el jardín al Provincial de los Capuchinos de Valencia con la condición de fundar un convento de religiosos y permite ser enterrado en él.
En 1709 se reúne en el convento de Capuchinos el arzobispo Belluga para coordinar tropas militares en la Guerra de Sucesión. En 1741 el Obispo Gómez de Teran pide fondos para el Palacio Obispal que necesita reparaciones, junto a la Ermita del Rosario.
Es
en 1772 cuando el Obispo José Tormo Juliá realiza
grandes reparaciones en El Palacio dándole su forma actual.
En 1885 El Palacio se convertirá en alojamiento de enfermos sometidos a cuarentena por la epidemia de cólera. En 1891 el Obispado de Orihuela por el precio de 4.000 pesetas vende El Palacio a José Hernández Almodóvar, natural de Aspe y cura párroco de Santa Catalina y residirá en Caudete.
En 1903 José Hernández fallece en Orihuela. Era canónigo de la Catedral y no testó y al año siguiente se declaran herederos sus cinco hermanos y dos sobrinas en representación de otro hermano fallecido.
En 1905 sus herederos venden El Palacio a la Orden de San Agustín que reforman el edificio para hacer más habitaciones y una enfermería. En 1936 los milicianos arrestan a los Agustinos del Palacio a los que dan muerte ceca de Fuente La Higuera y el edificio es saqueado.
Finalizada
la Guerra Civil, los Agustinos le venden "El Palacio" a Jose
Antonio Rubio Rodrigo, padre de Tomás, de una forma muy singular. Había salido por la mañana
en tren de Alicante en dirección a Alcázar de San Juan para
visitar a su hijo que estaba en Almadén. Era una mañana de octubre
de 1939.
En la estación del ferrocarril sube un cura Agustino que había venido a Caudete a realizar alguna gestión y ya se volvía a Madrid.
Coinciden los dos en el mismo vagón y conectan de tal manera que el religioso le propone venderle El Palacio. Insiste hasta el punto de acompañar a Almadén al que acababa de conocer y, más tarde, se dirigen los dos a Madrid.
No fue obstáculo para ir a la Notaría y formalizar el contrato de compraventa que el padre de Tomás no dispusiera de las 40.000 pesetas en que se cierra la operación. "Ya nos pagarás como puedas".
José Antonio, poco después pondrá en marcha una fábrica de conservas y, más tarde, una de caramelos, peladillas y otros dulces que comercializa con el nombre "El Palacio" contando para ello con la ayuda de la orden religiosa de San Agustín.
La única condición que le pusieron a José Antonio los Agustinos fue que, siempre que pudiera, el edificio no se lo vendiera a ningún caudetano.
¡Habían pasado por una mala experiencia! Según contaba Tomás, el Alcalde de entonces pensó que la tragedia no llegaría pero la situación se le escapó de las manos. En El Palacio tenían 11 vacas cuya leche repartían los curas entre los más necesitados de la población.
La muerte violenta de sus compañeros les había afectado mucho y los Agustinos no querían saber nada de Caudete hasta el extremo de ponerle esa condición a José Antonio Rubio.
El 23 de julio de 1936, diez P.P. Agustinos habían sido encarcelados y el 5 de agosto los sacan de la Cárcel y son asesinados por un grupo de Milicianos. El P. Gavino Olaso Zabala natural de Abadiano (Vizcaya) había sido nombrado, en 1933, Superior de la Casa Enfermería (El Palacio) donde le sorprende el comienzo de la guerra. Igual que el resto de compañeros, "padecerá una feroz persecución religiosa".
Cuesta creer que personas que solo hacían bien por el pueblo y por los caudetanos....acabaran siendo fusiladas por el solo hecho de ser religiosos. Esta es una parte de la historia de sus moradores y de un edificio que, por falta de medios económicos de sus antiguos propietarios, no ha estado bien conservado.
Matías Requena, desde hace un par de meses,
viene dando pasos en las tareas Administrativas para rehabilitarlo
empezando por la cubierta. ¡Enhorabuena!... a pesar de que se haya roto la condición que en octubre de 1939 le puso el cura Agustino al padre de Tomás.
Ánimo todo irá bien ��
ResponderEliminarEstamos con vosotros
La noticia no es buena... es sencillamente EXCELENTE!!!
ResponderEliminarEnhorabuena y además gracias a los nuevos propietarios. Una buena forma de colaborar con ellos, será que los caudetanos sean clientes del restaurante y recomienden el alojamiento a sus amigos y familias de fuera.
Muy buena noticia. Ojalá y les vaya todo bien. Estoy harto de no tener dónde hospedar a nuestros invitados.
ResponderEliminarEnhorabuena a esta familia que valla todo muy bien
ResponderEliminar¡Suerte y fuerza Matías!
ResponderEliminarMucha suerte pareja ,que nuestro sueño se vea cumplido un saludo,y mucha ilusión.
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