La historia de la campana Santa Catalina comienza en 1948 en lo alto de la Torre y termina en 2010 arrumbada en el almacén de obras municipal. También podría contar la historia al revés porque es a través del "Buenos días" del día 15 de enero del Carmelita Alfonso Herrera (pueden leerla más abajo) cuando trasciende a la opinión pública el abandono de la Santa Catalina..
Cuando en 1948 la campana empieza a dar problemas, tras detectarle tres fisuras que le hacían perder calidad al sonido, el Párroco Vicente Dimas llama a José Sivo para ver que se puede hacer. Sivo le taladra tres orificios, cada uno al final de cada grieta, para intentar detener su deterioro.
Como no mejoraba, en 1950 acuerdan realizar una nueva. Contratan con un maestro campanero en Adzaneta de Albaida (Valencia) empresa valenciana que tenía fama en la fabricacion de campanas desde 1700.
Deciden reutilizar la campana agrietada. La rompen en varios trozos y por el hueco de la Torre utilizando un quinal la bajan al suelo y los traladan a Adzaneta. Unos meses más tarde la campana nueva estaba dispuesta para venir a Caudete.
En el coche de Manuel Amoros Espí se desplazan a Adzeneta Vicente Dimas, Manuel Gíl Pérez el Sacristán y su hijo Miguel Gil Hernández que tenía 8 años y que recuerda todo lo que aconteció.
El constructor de la campana le entrega una almaina a Dimas para que sea el primero que le hiciera sonar. El cura le pasa ese privilegio a Manuel Gíl el Sacristan y comprueban que el sonido era excelente e igual que el de la anterior. En Adzaneta habían realizado un buen trabajo. Campanas realizadas en esta poblacion valenciana hay en Filipinas, Puerto Rico y en muchos pueblos de España.
Trasladan la nueva "Santa Catalina" a Caudete cuando ya tenían preparado un andamio pegado a la Torre para subirla. La operacion había salido bien y por poco dinero ya que habían reutilizado el bronce de la anterior campana.
En el 2009 la campana vuelve a dar problemas. En esta ocasión se trataba de una pequeña fisura en el exterior, como se puede comprobar. No obstente se acordó realizar una nueva en un pueblo de Cantabria: Gajano. La Asociación de Campaneros, el Ayuntamiento, la Junta...el pueblo en general colaboró con donativos y compra de rifas.
Recuerdo el día que la campana llegó a Santa Catalina. Aquello fue una fiesta y un éxito de colaboracion de muchas instituciones. Mientras la realizada en Gajano, un pueblo de Cantabría, subía a lo alto de la Torre, la de Adzaneta se la llevaron al almacén Municipal de Obras.
En su día, Miguel el Sacristan ya propuso dejarla en Santa Catalina. Pero ....no tuvo éxito su propuesta. Objetar que la Santa Catalina de 1950 da la nota "DO" y la nueva "LA".
Hace unos días, Antonio Conejero Rodriguez, Presidente de la Asociación Amigos de la Historia, la localizó y la fotografio llena de polvo, tal y como aparece en la imagen. Le comentó a Luis Torres que había que hacer algo para ubicarla en un lugar más adecuado. Alfonso Herrera fue más lejos al dedicarle su "Buenos Días" del 15 de enero.
El Alcalde lo felicitó por su crónica. Comprendía que ese no era el lugar adecuado para una pieza sacra tan importante para la cristiandad. Pidió disculpas, en la parte que le tocaba. Esperemos que prospere la propuesta que en su día hizo Miguel El Sacristán: que la Santa Catalia salga del Almacen de Obras y vuelva a Santa Catalina.
Tras el prológo les dejo con la excelente crónica del Carmelita Alfonso Herrera..... Dice lo siguiente de la Santa Catalina:
"Arrastrada como un canto rodado por las vertiginosas corrientes de los Mass Media, me ha llegado, rebotando, una fotografía en la que aparece manifestando su hidalguía y nobleza de bronce viejo, una campana, LA SANTA CATALINA, EL BRONCE.
No tenía ni la más remota noticia acerca de su existencia, pero estos días de atrás se ha colado por la rendija de mi buzón electrónico la guapa, la hermosa estampa, de LA SANTA CATALINA, DEL BRONCE. No me refiero, para nada, ya lo he hecho en otras ocasiones, a la imagen titular de la parroquia, Virgen y Mártir.
No, ¡qué va! Me estoy refiriendo a aquella CAMPANA, AL BRONCE, que ostenta, orgullosa, tal nombre, porque no podía ser de otra manera y digo que no podía ser de otra manera porque, de entre las campanas que se asoman a la Villa por las ventanas de la sala del campanario de la torre de la parroquia, a esta Santa dedicada, no hay ninguna que tenga una estampa tan guapa, tan chula y hermosa como ella, LA SANTA CATALINA.
Resulta que, mediado el siglo pasado, el jefe de campaneros descubrió en los bordes de la misma una incipiente línea y, el hombre, juzgó que iría a más con el golpeteo del badajo sobre ella al hacer sus piruetas volteando en todo lo alto de la torre.
Puesto en conocimiento de las gentes de la Real Villa de Caudete tal situación, se promovió por cuestación popular y la aportación sustancial de la Corporación Municipal de entonces, la sustitución de la misma por otra de nueva fundición, hecho que se llevó a cabo en la primera década de este siglo XXI, según noticias que me han llegado como lo hiciera la noticia de la existencia de LA CAMPANA, rodando a través de los medios de comunicación social.
Era lógico que no tuviera noticias de ella porque yo llegué a esta Villa destinado en septiembre de 2017 y por entonces, ni ahora mismo, nadie hablaba, ni habla de ella, nadie se acuerda de ella y ella, la pobre, cómo aquel arpa a la que dedicara loas Gustavo Adolfo Becker y que yacía en un ángulo oscuro de un salón, totalmente olvidada, llena de polvo, así se encontraba nuestra CAMPANA, LA SANTA CATALINA, olvidada y llena de polvo.
Pero ahí está, ahíta de lindos sonidos con los que alegremente había venido anunciando a las gentes del lugar, durante muchísimo tiempo que se cuentan por siglos, los acontecimientos religiosos y litúrgicos de gran importancia y solemnidad.
En la actualidad, por lo que se aprecia en la fotografía que abre estas líneas, permanece arrumbada, quieta, sin inspiración melódica alguna, arrumbada, en alguna estancia o almacén de la villa compartiendo espacio con elementos de desecho.
Una pena, sí señor, una pena que una joya que nos habla con su silencio de épocas pretéritas en las que fue la vedette, la PROTAGONISTA en tantos y tantos episodios de comunicación permanezca en lugar inadecuado, sometida a un silencio inmisericorde.
Yo creo que se merece mejor destino porque el que ahora tiene es lúgubre e incierto., razón por la cual llamo, humildemente, pero con firmeza, la atención de las Asociaciones Culturales, patrimoniales e Históricas, del Ilmo. Ayuntamiento y de la Autoridad Religiosa de la Villa para que saquen a la luz y pueda ser contemplada y admirada esa JOYA.
Si se me pregunta el lugar donde debería situarse, yo diría, sin miedo a equivocarme, que volviera al lugar donde estuvo durante siglos, a la torre de la parroquia, más concretamente en la sala inferior de la misma o, en su caso, en su sacristía.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
15.1.2022. Sábado. (C. 1.440)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita
Su fabricación fue en Asturias, no en Bélgica.
ResponderEliminarEn la localidad de Gajano, en Cantabria
ResponderEliminarPues si la campana es de la Iglesia que vaya el cura la coja y la ponga donde quiera. Con que no la haga sonar en horas habituales de descanso de los vecinos. Y si no es de la Iglesia que vaya el cura al Ayuntamiento y que pida que se la regalen o que la compre. Y problema resuelto. Pero que no la inmatriculen por el morro. Que ya hemos visto que la Iglesia es experta en apropiarse de lo ajeno.
ResponderEliminarY si se pone tonto lo fusilamos... que en Caudete estamos en el bando rojo, somos gente de República, ergo culta y cultivada. No vaya a venir un cura creyendo que es alguien. Faltaría mas...!
Eliminar(Léase en tono satírico, no se me vaya a ofender el personal)
Bonita y curiosa historia que (sin desmerecer otras fuentes) gracias al blog de Joaquín, podemos conocer como parte de los curiosos e interesantes avatares acaecidos en otros tiempos.
EliminarGracias Chimo!
10,06 mientes en esto último y todo porque lo han comentado tus medios de izquierdas, por favor capta más información sobre ese tema y una vez realizado, escribe.
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