- Que cuando hable en público no pronuncie las palabras: derecha, ultraderecha, izquierda, ultra
izquierda, comunista, centro. Es de muy mal gusto. Ni usted mismo sabe dónde
ubicarse.
- Que cuando se pruebe que haya mentido y tenga la obligación
de pedir perdón, lo haga públicamente y explique los motivos de su embuste. No
se asuste. No pasa nada. Todo el mundo mentimos.
- Que cuando cambie de opinión en asuntos importantes,
explique las circunstancias que le han llevado a hacerlo. Le sentará bien.
Nadie es perfecto.
- Que no nos anuncie lo que vaya a hacer en un futuro; hágalo
y luego nos lo cuenta. Rapidito y sin golpes de pecho ni florituras.
- Que les aconseje a sus Ministros que cuando tengan que
emitir alguna declaración, la efectúen en el sitio adecuado para ello, no en
medio de la calle con veinte micrófonos en la boca. Es grotesco verlo y se
dicen muchas estupideces.
- Que cuando sea preciso hacer declaraciones técnicas, éstas
las pronuncie usted junto a los especialistas en la materia. Preferible que
hable el especialista.
- Que no asista a las protocolarias inauguraciones. No le
quite trabajo a la Monarquía. Es lo único que sabe hacer bien.
- Que no supervise ni controle las declaraciones ni los
discursos de su Majestad; él solito, sabe retratarse muy bien.
- Que, si usted entiende que alguna persona de su equipo no
desempeña correctamente su trabajo, por lo que fuera, que prescinda de él ¡ya!
El despido es libre y, ustedes han logrado que cada vez, sea más barato.
- Que cuando no quiera, no pueda o no sepa gobernar el país.... váyase antes de que le echen. Tiene un muy razonable seguro de desempleo.
- Que suprima el cargo de Portavoz del Gobierno; que sea
usted mismo el que diga lo que piensa y decide. Los ventrílocuos últimamente
están mal vistos.
- Que observe disciplina cuando intenten provocarle con
calumnias o mentiras. No se autodescalifique. El patio de su Instituto lo dejó
hace muchos años.
- Que les aconseje a sus correligionarios de partido cuando
están en el Congreso de los Diputados, no le vitoreen constantemente cuando
haga declaraciones. El hemiciclo no es el plató de “Pasapalabra”
- Que cuando tenga que elegir un cargo público, se olvide de
la paridad. Hay argumentos mucho más importantes para su selección. Y usted lo
sabe. No se haga el progre modernito.
- Que cuando se le nombre Presidente del Gobierno tenga la
voluntad y el coraje de darse de baja en su partido hasta el final de su
mandato. Demostrará, sin duda, su plena independencia.
- Que durante su mandato no sea usted mismo. Sea un ciudadano
más. Es otro punto de vista mucho más real.
- Que se siente delante del televisor para ver los debates y
noticias de interés público. Sentirá lo mismo que sus conciudadanos.
- Que durante su mandato vea el programa de la Sexta “El
Intermedio”. Se reirá y se avergonzará con las ironías y sarcasmos, dirigidos a
su persona.
- Que tiene que tener muy presente, en todo momento, que un
cargo público, como el suyo, no tiene privacidad; tan solo intimidad.
- Que se dé cuenta, de una vez por todas, qué para seguir
manteniéndose en el poder, tan sólo necesita los votos de los que “creen” en
usted. No de aquellos que quieren “algo” de usted.
En el titular del escrito de hoy no pido, ¡exijo! Y exijo, benditos lectores, porque pago como la gran mayoría de los españoles los legítimos y obligatorios impuestos que nos imponen para hacer efectivas sus nóminas; y por los codazos que se propinan para conseguir cargos políticos, parece que estos puestos de trabajo están muy bien pagados.
Hago extensivo estas exigencias no solo al Presidente del Gobierno, también a los sultanes de las Comunidades Autónomas y a los amos de los castillos locales. Cada vez parecen que están patroneados por el mismo sastre.
El entorno viciado de la ciudad, sus lacras. La gran ciudad
aprisiona las pasiones, se convierte en un entorno deshumanizado de soledad.
https://www.youtube.com/watch?v=EzldnsctfvQ
Así describe
en estos versos el señor Serrat la canción “Ciudadano” del disco “1978”
Anónimos y desterrados
en el ruidoso tumulto callejero,
con los vientos en contra va el ciudadano.
Los bolsillos temblando y el alma en cueros,
rotos y desarraigados.
Hablando a gritos, golpeando
los adjetivos precipitadamente,
asfixiado en los humos y en las gestiones,
se cruzan y entrecruzan, sordos e indiferentes
a salvo en sus caparazones.
A quién le importarán
tus deudas y tus deudores
o los achaques de tus mayores.
Así reviente el señor de miedo y de soledad,
con Dios, ciudadano, ya te apañarás.
Y se amontonan y se hacinan
encima, enfrente, abajo, detrás y al lado.
En amargas colmenas los clasifican,
donde tan ignorantes como ignorados
crecen y se multiplican,
para que se siga especulando
con su trabajo, su agua, su aire y su calle.
La gente encantadora... los comediantes
que poco saben de nada, nada de nadie, y son
ciudadanos importantes.
Hijos predilectos,
científicos admirados,
tiernos poetas galardonados,
intermediarios, ciempiés,
políticos de salón,
y nueve de cada diez, estrellas, no son.
El peor presidente de ésta mal llamada democracia.
ResponderEliminarUn tipo narcisista, dictador , psicópata y vendido. Como casi todos los políticos españoles , vagos, caraduras y vendidos. A cuquiera que les dé una limosna, ya sean eléctricas o personajes tan indecentes y psicópatas como George Soros o Bill Gates.
Un tipo que a la primera persona que entrevistó siendo presidente, fue a George Soros, 6vs puerta cerrada, para recibir instrucciones, y muy amigo también de Bill Gates, ese millonario aburrido que ha comprado una extensión de terreno cultivable del tamaño de España, y que quiere vendernos hamburguesas de hierba y hormigas. Y para eso, en la última entrevista que tuvo con el, recibió las instrucciones de destruir también la ganadería , y para eso las declaraciones del fantoche Garzón, y la ley que prohíbe la venta y crianza de animales . Así como el censo de mascotas , para que no haya ni un bicho comestible cunado llegue el momento. Cualquiera que conociendo a este irresponsable, le dé su voto, es responsable de todo lo que nos pase, ahora y en el futuro.
Solo os digo, que Soros , quiere vendernos una deuda infinita, tal y como han hecho ya en algunos países de América Latina, y eso, lo pagaré os todos, incluso en tres generaciones posteriores . No lo olvidéis al ir a votar, si es que nos dejan.
Oscar... malooo!
ResponderEliminarCómo te gusta echar sal en las heridas del pueblo trabajador que con tanta resignación soporta las ocurrencias y expolio de los gobiernos de turno...
Te encanta enseñar el pañuelico colorao pa ver como los morlacos se estrellan contra el muro que les pones detrás.
Oscar maloooo! El demonio te ronda.
Por una vez me quedo sin palabras, incluso dudo de que el autor no se haya replicado en su contrario.
ResponderEliminarIncluso extiendo a los actuales y a los futuros sus deseos.
Hay un problema. El presidente muta cada segundo en un mutante diferente que no es el mismo mutante anterior. Ya lo confirmó su amiga Calvo. Cualquier cosa que diga o haga no tiene valor para su siguiente reencarnación.
Su responsabilidad prescribe en el plazo de un segundo. Nos manda un mutante. No se le puede aplicar ningún deseo de los expresados.