sábado, 4 de febrero de 2023

"¿Izquierda o Progreso? Sin duda, Progreso", por Óscar de Caso. "Una nueva izquierda sin divisiones por darse codazos para salir en la foto o hacerse con la dirección del partido".

          En la izquierda, echando mano de la historia, siempre ha existido un prolijo debate interno de las ideas que casi siempre ha dado su fruto en políticas que han generado un bienestar social. Lo lamentable es que, desde hace tiempo, esos constructivos debates han quedado reducidos a cenizas.

          Este suave, marcado y mantenido movimiento de timón con el que navega la izquierda, se aleja de la esencia del término “izquierda” tradicional que la sociedad precisa. Surgen dudas, por tanto, y nos hace optar por una concepción más amplia, actual y necesaria como “progresismo”, para conseguir cambios sociales efectivos y no simbólicos maquillajes.

          No debemos cargarles con toda la culpa por haber ido desprendiéndose, de forma paulatina, de la “denominación de origen”; se trata, más bien, del paso de un ciclo histórico a otro donde poder recuperar unas necesidades más actuales, que sean menos excluyentes con las clases más bajas de la sociedad que han aumentado de manera considerable. 

Una nueva izquierda sin divisiones por darse codazos para salir en la foto o hacerse con la dirección del partido; más humana, que agrupe a los movimientos sociales; la defensa a ultranza de los derechos humanos; proteger el medio ambiente y contra el cambio climático; los derechos de la mujer y a la mujer en sí misma. 

Una nueva izquierda que sepa dirigirnos a un nuevo sistema económico donde el capital y los mercados estén al servicio y ayuda de la humanidad entera. Estas peticiones hoy no las debemos considerar como utopías, son verdaderas y urgentes ¡necesidades!

          Sin utopía, la vida sería un ensayo para la muerte. (J. M. Serrat).

          Considerarse progresista es bastante más que querer progreso, es necesitar políticas que taponen el sistema capitalista y neoliberal que hace más y más y más pobres a los pobres, y más y más y más ricos a los ricos; que obligue a reciclar todo lo que haya que reciclar con el único y perentorio fin de que el planeta no reviente.

      Por falta de fortuna y voluntad, los partidos progresistas hoy están situados en España en línea de salida, en un tibio ensoñamiento, disputándose espacios de poder y envenenándose con dosis letales y masivas de soberbia y vanidad, sin poder hacer una muralla común frente a las derechas y ultraderechas que no tienen pudor alguno en aliarse entre sí.

          Para poder recuperar la confianza de los administrados los gobiernos progresistas deben mantener, a toda costa, la libertad del individuo en la sociedad, procurarle bienestar, y denunciar, caiga quien caiga, los intereses espurios.

          Hasta ahora, los distintos Gobiernos de izquierda en España, si no fuera por la modernidad de la sociedad y de Estados con ayudas esenciales como la educación y la sanidad, nos encontraríamos muy cerca de la esclavitud, con personas sin proyecto laboral ni familiar, personas que no tienen ningún futuro. El progresismo tiene el deber ineludible de evitarlo con todas sus energías.

          Para finalizar el escrito de hoy, con algo más de ánimo, transcribiré unas palabras de don Baltasar Garzón: “Los acontecimientos inesperados de este año con su largo recorrido de muerte y dolor llevan a la conclusión de que recuperar la izquierda y la senda progresista es una tarea tan compleja como necesaria y urgente. Es todo un desafío. Vamos a por ello, que ya hemos visto que no hay tiempo que perder”. 

         En el libro de poemas “Las soledades de Babel” (1990-1991), Don Mario Benedetti compuso este poema titulándolo “Utopías”. Poco les tengo que sintetizar, benditos lectores, de esta composición romántica. Léanlo despacio, saboreándolo.

          Para una mejor comprensión del texto, un servidor se ha atrevido a colocarle los signos ortográficos. Don Mario casi nunca se servía de ellos. 

Cómo voy a creer, dijo el fulano,
que el mundo se quedó sin utopías.

Cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza.

Cómo voy a creer, dijo el fulano,
que el universo es una ruina,
aunque lo sea,
o que la muerte es el silencio,
aunque lo sea.

Cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera,
que el mar es nadie,
que la noche es nada,

Cómo voy a creer, dijo el fulano,
que tu cuerpo, mengana,
no es algo más de lo que palpo,
o que tu amor,
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos,
la parsimonia de tus manos.
Cómo voy a creer, mengana austral,
que sos tan sólo lo que miro,
acaricio o penetro.

Cómo voy a creer , dijo el fulano,
que la utopía ya no existe,
si vos, mengana dulce,
osada, eterna.
Si vos, sos mi utopía.

 

        

7 comentarios:

  1. No sé por qué lagrimea cuando un gobierno progresista nos dice sin parar que todo va bien, que la gente tiene un proyecto de vida y que la sanidad la inventó Illa y la educación, Montero.
    Sigo esperando que concrete sus soluciones, que las debe de tener, sobre el mercado y el capital.
    Y ya puestos que mire por qué prefiere vivir en España que en el Atacama. Alguna ventaja tendrá. Por ahora los inmigrantes vienen de África a España. Y habrá que pensar por qué muchos titulados y profesionales salen a otras partes de Europa donde, a no dudar, no hay ni mercados ni capital. Lo que explicaría todo.

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  2. Progreso que es?
    Subir los precios, sin parar.
    Subida de la luz.
    Subida de los carburantes.
    Subida de las hipotecas.
    La ley del si mal hecha.
    Tener el poder en el tribunal constitucional.
    La ley transexual.
    Una menor pueda abortar.
    La ley del bienestar animal esajerada.
    Políticos, asesores, sin control.
    Etc.......

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    1. Ciertamente... Como comenta éste anónimo estamos todos hasta los cataplines de desmanes, derroches y tonterías que hacen la vida de la mayoría más difícil y solo beneficia a una pequeña minoría.

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  3. Y fabricar trenes más anchos que los tuneles

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    1. Magistral... Esa es la última noticia que ha aparecido y es para troncharse...

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    2. Ya veréis como la culpa es de quien hizo el túnel, sin duda un fascista o un rojo-bolivariano-filoterrotista-indepe depende lo que toque.

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