Seth Stephens-Davidowitch, un filósofo y economista que escribe en el Times, ha dedicado los últimos cinco años en indagar sobre las preguntas que la Humanidad se hace a través de Google. El resultado es un libro Everybody Lies (Todos mienten) en el que escribe: “Google es un suero digital de la verdad”. Luego detalla sus hallazgos sobre algunos rasgos de conducta de los americanos.
Uno de ellos es muy raro. La posibilidad de que en Estados Unidos se esté dando una epidemia de abortos autoinducidos parece real ante la desmesurada cantidad de búsquedas sobre métodos artesanos de interrupción del embarazo en los estados donde hay más dificultad para abortar. Otra gran conclusión es el racismo, especialmente contra negros y musulmanes, supera, por así decirlo, todas las estadísticas oficiales.
La gente es más fea y malvada de lo que piensa la gente;
desde el inicio de la era Trump muchas más posibilidades de lo que eran
previsibles. La base de sus pronósticos estaba en las búsquedas por el lado
manchado de la vida y por el gruñido de satisfacción que daba la fealdad al
tener por fin una representación política, desacomplejada, retadora y al más
alto nivel.
La pregunta sexual más repetida en Google entre las mujeres casadas es: si su marido es gay. Añade Stephens: “Y estas preguntas son mucho más numerosas en el Profundo Sur, donde mi investigación sugiere que, de hecho, hay más hombres gays casados con mujeres. Seguidamente nuestro autor añade esta indagación aguda: “La pornografía con mujeres con sobrepeso es sorprendentemente común entre los hombres.
Pero los datos de las webs de citas nos dicen que casi todos los
hombres tratan de salir "con mujeres flacas”. Y ahora prepararse a saber qué
cosa difícil es una fantasía. La pornografía con escenas de violencia contra
las mujeres es muy popular entre las mujeres. Las mujeres ven mucho más ese
tipo de porno que los hombres.
Detrás de las
búsquedas de Google hay solo una disciplina incipiente. Sin embargo, hay una
diferencia crucial: mientras muchas estadísticas, como las del voto, reflejan
intenciones, las búsquedas reflejan hechos.
En realidad,
todas esas preguntas directas o indirectas que hace un hombre en la soledad
azul de su pantalla no se dirigen a Google, sino al resto de la Humanidad. Lo
único que Google hace es devolver a los hombres un mensaje optimista y
trascendental: nadie está solo.
POSDATA.- Del libro “La Verdad” escrito por el periodista catalán Arcadi Espada he hecho un resumen de uno de sus capítulos.
“Una historia de Alvite”. Canción editada el año 2000 y
contenida en el disco “Los paraísos desiertos”. En ella nos recuerda algo que
casi todos, por desgracia, sabemos que padecen innumerables personas: “Hay
gente que nace en sábanas de seda, y otros, qué quieres, nacen para ser
trapos”. Compuesta y cantada por Ismael Serrano.
Cuando su padre acuchilló a su madre,
estaba tan perdido y tan borracho,
que intentó enterrarla en la cocina
y, muchacho, vivían en un cuarto.
En el Savoy me lo contó el Alvite.
Eran tiempos en los que Ernie Loquasto
reinaba como un dandy analfabeto
entre las putas, el juego y el caballo.
Ella tenía, ya sabes, lo que tienen
esas mujeres que en lugar de labios
te ofrecen la succión de una bañera
y convierten las camas en un charco.
Hay gente que nace en sábanas de seda
y otros, qué quieres, nacen para ser trapos.
Andaba diferente a todas ellas
y nunca se sabía si sus pasos
eran recuerdos de antiguas palizas
o el culo se lo movía el diablo.
Ella, muchacho, me confesó una noche
que su única ambición, a que negarlo,
fuera que cuando le llegara ese momento
el ataúd, joder, fuera forrado.
De los hombres nunca decía nada.
Los hombres nunca nada le habían dado,
si quitas mil palizas y algún beso
con sabor a empastes y a tabaco.
Hay gente que nace en sábanas de seda
y otros, qué quieres, nacen para ser trapos.
Yo ya la conocí cuando no era
ni sombra de ella misma, y sus abrazos
olían a cuartucho de pensiones,
y la muerte le buscaba los atajos.
El Alvite me dijo que una noche,
en un callejón tan solitario
que ni ratas había, te lo juro,
encontraron su cuerpo destrozado.
Tenía, dicen, las mismas cuchilladas
que su padre a su madre le había dado.
Hay gente que nace en sábanas de seda
y otros, qué quieres, nacen para ser trapos.
Ni siquiera logró, maldita sea,
ese ataúd forradito de raso.
Su cuerpo se quedó en el Anatómico
para estudio de la ciencia, muchacho.
Hay gente que nace en sábanas de seda
y otros, qué quieres, nacen para ser trapos.
He leído 3 veces el artículo y no me he enterado de nada.
ResponderEliminarNada dice el artículo, de encuestas de voto, como se dice el titular del artículo.
"La gente es más fea y malvada de lo que piensa la gente; Des el inicio de la era Trump muchas más posibilidades de las que eran previsibles."
O se ha equivocado el señor De Caso al traducir, o que alguien me explique qué significa.....
Buscar cosas raras no es que la gente sea rara sino que tiene curiosidad por las cosas raras. En los razonamientos no hay que saltarse premisas.
ResponderEliminarYo también siento curiosidad por la mente de algunos, bastantes, que nos mandan; pero no mando.
La gente miente o no según quién le pregunte y cómo. Tezanos sabe un rato de eso.
Traducir a Espada es difícil porque tiene un lenguaje simbólico e inconcluso que siempre abre puertas al lector. La ventaja es que no pone demandas a los que le interpretan.
Con lo fácil que hubiera sido copiar y pegar el artículo para enterarnos de primera mano.