El Comité de
los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha declarado que la libertad de
expresión y de información es de suma importancia en cualquier sociedad
democrática. En términos generales, hay una clara tendencia por parte de los
gobiernos a limitarlos.
Este sistema
de limitación de las libertades en favor de la seguridad, además de contradecir
la Constitución de que jamás debería producirse esa inversión de poderes porque
ello significaría la negación del propio sistema democrático, es
sin duda, el más dañino, porque intenta respaldar con la supuesta protección de
la seguridad nacional la intromisión sistemática en los derechos y libertades
de los ciudadanos.
De nuevo se repite la historia tantas veces ensayada de que
la seguridad es una especie de “cajón de sastre” en el que todo vale y nada se justifica,
ni se explica, y si por casualidad se contradice ese postulado, se acusa a
quien lo hace de traidor.
Los
denominados alertadores o whisteblowers (personas que, en su
ejercicio de libertad de expresión e información denuncian prácticas abusivas o
ilegales provenientes, en este caso, de un Gobierno, con el propósito de
informar de la existencia de las mismas) que denuncian la existencia de esos
programas se convierten en objetivo prioritario, y se procede contra ellos y
contra el medio de comunicación que divulgó dicha información.
Lo cierto es
que, en la mayoría de los casos, no se ha ido por el camino de la sanción de
los hechos ilícitos o ilegales que se han descubierto, sino por el de la justificación
y la razón de Estado que los facilitó, o por el de la imputación de conductas
criminales gravísimas a los alertadores.
El fenómeno de los whisteblowers va anejo a la evolución de la globalización de la información y a los nuevos paradigmas que la Red está consolidando.
El fenómeno de los whisteblowers va anejo a la evolución de la globalización de la información y a los nuevos paradigmas que la Red está consolidando.
En esta
guerra contra los whisteblowers que,
bajo la excusa de proteger esa seguridad nacional, desencadenó el Gobierno de
EE. UU., lo que realmente se persigue como objetivo último no es tanto proteger
al Estado, sino inmunizarlo del escrutinio público, permitiéndole actuar con
toda impunidad y limitación de los derechos más elementales de su pueblo.
Así las
cosas, cabe preguntarse: ¿acaso también estamos ante una guerra contra la
libertad de expresión y de información? ¿Nos encontramos ante una persecución
del periodismo y de los periodistas por motivos políticos? Si la actuación se
dirige exclusivamente contra el señor Assange o el señor Snowden, quedaría
confirmado en estos casos, que se les persigue por motivos claramente
políticos.
La guerra contra el terrorismo no puede legitimar, en modo alguno,
el procesamiento de aquellos que denuncian prácticas ilegales o irregulares
llevadas a cabo por parte de las autoridades que gobiernan; como tampoco puede
legitimar políticas de vigilancia a periodistas o medios de comunicación. Ni
mucho menos su procesamiento penal por presunta colaboración con el enemigo.
La
información es poder, su restricción también.
POSDATA.- Este escrito refleja la aptitud y el criterio del
señor Baltasar Garzón.
En la canción
del escrito de hoy titulada “Quasi una dona” (Casi una mujer), se vuelven a
quebrantar los convencionalismos sociales y ahonda con sensibilidad en las
relaciones de amor con una adolescente.
Es de nuevo en la vertiente amorosa donde Serrat se nos revela temáticamente audaz (para los tiempos (para los tiempos de entonces) de entonces, profundizando en las relaciones de pareja con una sensibilidad nueva, al margen de la moral establecida. La canción data de 1970 en el disco “Serrat 4”
Es de nuevo en la vertiente amorosa donde Serrat se nos revela temáticamente audaz (para los tiempos (para los tiempos de entonces) de entonces, profundizando en las relaciones de pareja con una sensibilidad nueva, al margen de la moral establecida. La canción data de 1970 en el disco “Serrat 4”
Y el olor del pan blanco cuando sale del horno.
Y tiene los ojos azules,
La piel suave
y el pecho duro.
Aunque lleva calcetines ...
Aunque lleva calcetines ...
Es casi una mujer,
que me mira casi como una mujer,
me escucha casi como una mujer,
y vibra casi como una mujer,
como una mujer que te quiere
como nadie
Y por la mañana abre sus ojos contigo.
como un calidoscopio de cristales pequeños
cambia de dibujo y de color.
Si en la cuna
luce el sol
o ha llovido.
Y llena mi mundo de flores ...
Y llena mi mundo de flores ...
Es casi una mujer,
me engaña casi como una mujer,
y juega casi como una mujer,
como una mujer que te quiere
como nadie
Y por la mañana abre sus ojos contigo.
Me gusta acariciarla, porque me limpia el corazón.
Quiero ser maestro de amor como Salvat.
Y a mis rodillas,
dormir su cuello
delgado y fuerte.
No importa si es pecado ...
No importa si es pecado ...
Es casi una mujer ,
sueña casi como una mujer.
Ama casi como una mujer.
Tiembla casi como una mujer,
Como una mujer que te quiere
como nadie.
Y por la mañana abre sus ojos contigo
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