Anoche me fui a la cama con lágrimas en los ojos, pero no eran lágrimas de pena, sino de emoción, de ver como si todos nos unimos pueden salir cosas tan bonitas y especiales como el vídeo que el profesor de Julen, Elías, nos mandó al grupo de WhatsApp.
Un día de confinamiento nos llegó la propuesta de que podíamos hacer un vídeo, papis y mamis, con los peques con la canción “Volveremos a brindar” de Lucia Gil. Nos faltó tiempo a las familias de “Los Peques” para decir que sí, y aunque en un principio no sabíamos si el experimento saldría bien, la verdad que el esfuerzo de dejar volar la imaginación ha merecido la pena.
No solo ha quedado un vídeo muy bonito, que además ayuda a que los pequeños sigan conectados con su “cole”, Julen solo quiere que verlo para ver a sus amigos, y con cada imagen me dice “mira mamá, Joel, Nadia, Lucas, Cristian, Adriana, la seño María Dolores, Laura…”, sino, que también, nos ha servido para darnos fuerza y pensar que como dice la canción, muy pronto, “volveremos a brindar" todos juntos.
Esa canción tiene algo especial, y a mí, personalmente me provoca una sensación de emoción cada vez que la escucho. La primera vez que la oí fue con un vídeo que nos mandó Manuel al grupo de la “Capitanía Moros 2021”, en él se veía Madrid, la ciudad que me vio madurar como persona y a la que llegue un septiembre de 2004 con todavía diecisiete años, vacía, en silencio, pero entonces me di cuenta, como le comenté a mi gran amiga Carrillo cuando le mandé el vídeo que “el silencio de sus calles es la victoria contra el virus”.
Si hay algo que nos está ayudando al conjunto de la sociedad para sobrellevar mejor el confinamiento es no solo la música, que dicen que ayuda amansar las fieras, sino también el resto de artes escénicas que engloban la cultura española. Son muchos los artistas que se han unido para hacernos el encierro menos duros a través de conciertos online o desde el balcón de sus casas, son muchos los museos que nos han abierto sus puertas a través de la pantalla...
..... los escritores que nos han dejado adentrarnos en sus libros y muchos los actores que nos han hecho llegar a través de las redes sus obras para que por un ratito nos evadamos de la situación que vivimos a consecuencia de la pandemia que el COVID-19 ha provocado a nivel mundial. Y todo eso, a pesar de que el bicho también está haciendo, y mucho, daño a la industria cultural de nuestro país. A todos ellos y ellas gracias por aportar vuestro granito de arena a través de lo que mejor sabéis hacer, ARTE.
No sabemos qué pasará el día de mañana, si tendremos que cambiar nuestra forma de disfrutar de la cultura, si los grandes conciertos se convertirán en micro audiciones para un número determinado de espectadores, si tendremos que ir a la playa como plantean en Italia con mamparas para controlar la distancia de seguridad entre unos y otros, si comeremos en los restaurantes separados por una pantalla de metacrilato…
Reconozco que cuando mi mente empieza a divagar sobre ¿cómo será nuestra vida después del Estado de Alarma?, enseguida intento cambiar de pensamiento, porque me he dado cuenta que lo único que acaba provocando en mi es una sensación de angustia y descontrol, así que prefiero esperar a que los expertos en la materia marquen el camino a seguir, y mientras tanto concentrar todos los esfuerzos en seguir llevando lo mejor posible el confinamiento.
Un confinamiento que ha provocado que nos pongamos los delantales y hagamos recetas, que hasta hace dos días, era impensables en nuestros recetarios personales. Y sino que se lo pregunten a mi hermana Diana o a mi primo Isra que se han aventurado cada uno a realizar una gachamiga, la de mi hermana caudetana, la de mi primo almanseña, y por lo que pude apreciar en las fotografías, ya que es imposible catarlas en estos momentos, tenían muy buena pinta.
Yo también me he aventurado a volver hacer algo durante en este confinamiento que en su día tache de mi recetario como “imposibles”, paella. No son las de los domingos de mamá y papá, pero bueno las dos que he hecho hasta el momento para sobrevivir al Estado de Alarma no han estado mal.
Un superviviente del bicho es Fernando Simón, la verdad que me lleve mucha alegría cuando lo volví a ver el otro día en la rueda de prensa del Comité de Expertos, la misma alegría que si me dicen, que por ahora tengo la suerte de no tener ningún familiar contagiado, que mi primo el del pueblo se ha curado.
Los “renacidos expertos” se ceban con él e incluso cuestionan su capacidad de resolver la situación, olvidándose de un detalle, que a Fernando Simón no lo pusieron ninguno de los dos partidos políticos que integran el Gobierno de España, sino que Fernando Simón fue nombrado coordinador del grupo de Respuestas Sanitarias del Centro Nacional de Epidemiología por José María Aznar, que ha trabajado con cuatro gobiernos, dos de izquierdas y dos de derecha, y que en el año 2014, Mariano Rajoy, alguien que hasta ayer no estaba siendo el mejor ejemplo de cómo había que cumplir el confinamiento, lo puso al frente de otra crisis sanitaria como la del Ébola, de la que tanto pecho algunos están sacando en estos momentos.
Y todo esto al margen de que ya les gustaría a muchos “renacidos expertos” tener la mitad de curriculum profesional que tiene Fernando Simón. Por lo tanto, disculparme pero o los buenos no eran tan buenos antes o los malos no son tan malos ahora.
Anoche mientras cenábamos el equipo de tres que formamos en casa viendo las noticias, Julen comentó “mamá, a ver si sale Pedro Sánchez y nos dice que han encontrado al bicho y podemos salir a la calle”. Julen piensa que los bomberos que ve a veces cuando salimos al chaflán están buscando el bicho, en realidad vienen a desinfectar la farmacia y el supermercado, aunque, es cierto, que a su manera buscan al bicho, pero le tuvimos que explicar que no, que por ahora no nos iban a dejar salir a la calle porque el bicho seguía por ahí y estaba picando a mucha gente: “177.633 contagiados, 18.579 fallecidos y 70.853 recuperados” (“El País”. 12:40 horas”). Él contesto: “jolines, yo quiero que el bicho se vaya y podamos salir a la calle”.
Yo también estoy deseando oírle a Pedro Sánchez decir que todo esto ha terminado, e incluso imagino que él estará deseando que esta pesadilla también finalice, pero mientras ese momento no llega, yo, como buena española, me he comprometido con mi país y un día más, y ya van treinta y dos, me quedaré en casa, con el deseo de que llegue ese día en el que “el bicho se vaya y podamos salir a la calle”.
Caudete, 15/04/2020 17:20 horas del trigésimo segundo día de “Estado de Alarma” #yomequedoencasa
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