Decía el poeta británico Alexander Pope que “errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabio”, aunque algunos “renacidos expertos” consideren que rectificar es de “ineptos” o “incompetentes”. Algo me dice a mí, que la rectificación no ha sido una rectificación al uso, pero permitirme que deje en mi fuero interno mi pensamiento sobre lo ocurrido en el día de ayer. Lo que está claro que, sea como sea, al final, según informo anoche el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, “los niños menores de 14 años pueden dar paseos a partir del domingo”.
Y en ese objeto de no ocasionar un nuevo chasco a mi estado de ánimo, porque en realidad Julen no es consciente de todo lo ocurrido, me niego a dejar divagar mi mente sobre dicha salida hasta que no tenga en mis manos la orden ministerial. Por suerte, Julen tiene claro que Pedro Sánchez tiene que salir a decirle cómo podrá salir a la calle, así que mientras espera su aparición en la televisión, anda ajeno al revuelo que se ocasiono en el día de ayer. Solo espero que la posibilidad de salir los niños no se convierta en la mejor excusa para romper el confinamiento de los mayores.
Hoy escuchando en televisión a Miguel San Sebastián, profesor de Economía de la Universidad Complutense y quien fuera Ministro de Industria, Turismo y Comercio desde 2008 a 2011 en España, cuando valoraba las cifras del día de hoy: “435 nuevos fallecidos por COVID-19 en la últimas 24 horas, de un total de 21.717 fallecidos. 85.915 recuperados y 4.211 contagios más en las últimas 24 horas, 243 más que en las 24 horas previas, hasta llegar a los 208.389 positivos por COVID-19” (“El País”. 14:42); ponía el énfasis en los 4.211 contagios de las últimas 24 horas.
No podemos obviar que en estos momentos se están haciendo más test, según Sanidad, “700.000 semanales, mientras que a finales de marzo eran 200.000”, pero San Sebastián apuntaba que los contagios de hoy forman ya parte de la etapa de confinamiento de nuestro país, y que sería bueno tener más información sobre cómo se habían contagiados dichas personas, porque posiblemente nos darían una visión de los posibles errores que se estuvieran dando durante el confinamiento.
Mientras lo oía hablar a mí mente me venía el trasiego de coches y personas que suele darse por mi zona, que a veces parece que estuviéramos en un día normal, de un año normal, y no en plena pandemia con un Estado de Alarma decretado desde hace ya casi mes y medio.
Durante el día de hoy, en el Parlamento Español se debate la tercera prórroga del Estado de Alarma, no sabremos si habrá una cuarta, una quinta o ya iremos a la desescalada de la que tanto se está hablando en estos últimos días. A veces creo que a la sociedad se nos olvida que nos encontramos ante un nuevo virus, ante una pandemia desconocida hasta el momento.
El otro día, un amigo me decía que tenía la impresión de que “muchos han vivido la peste y él no se había enterado”, pero si echamos un vistazo a la cronología la peste negra se propagó por Europa en 1348, y si tenemos en cuenta que la última gran pandemia que vivió nuestro país fue en el año 1918: la gripe española, o la gran mayoría de la población española ha cumplido ya, mínimo, la centena, o casi nadie hemos vivido una situación como la que se está viviendo en nuestro país.
Por lo tanto, hablamos, los no considerados expertos en la materia, ya que carecemos de un conocimiento adquirido en nuestros años de estudios y experiencia profesional sobre pandemias, virus y contagios…, desde el puro desconocimiento y dictamos cátedra con el mismo ímpetu con el que animamos al torero a ir a por el toro, desde nuestra posición de meros espectadores en la barrera.
Obviamente todo sería más fácil cuando eres primeriza y das a luz, si la criatura en cuestión viniera con un manual de instrucciones bajo el brazo, pero al igual que esto no ocurre, COVID-19 ha llegado, sin que en España, ni en el resto del Mundo, se tuviera un protocolo de actuación marcado para gestionarlo. Y de ahí posiblemente que nos encontremos con fallos y rectificaciones a medidas marcadas, prudencia a la hora de hablar sobre el fin del mismo y criterios que van cambiando conforme va avanzando la pandemia.
El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha avanzado que “la desescalada será lenta y gradual para evitar pasos en falso”. (“El País”). Yo, aunque intento ocupar poco espacio de mi tiempo de confinamiento en pensar en la desescalada, ayer, por ejemplo, lo estuve comentando en casa con Toni. Creo que el confinamiento, aunque al principio fue duro porque nos trastocó los planes de vida por completo, va a ser lo más fácil de esta pandemia, y lo que realmente va ser duro es su desescalada.
Y aunque, quizás, el ver a otros países que comienzan ya su desescalada, mientras nosotros seguimos de confinamiento, nos hace elevar nuestras ansias de libertad y de recuperación del control de nuestras vidas, no podemos olvidar que como recuerda el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, “las medidas de desescalada conllevan el riesgo de un rápido aumento en la transmisión, que puede pasar desapercibido hasta que los nuevos casos infectados presenten síntomas, al menos diez días”. (“El Español”). Así que como le dice el Abad, al Lego, en nuestros queridos Episodios Caudetanos, “hermano, por caridad, prudencia y comedimiento…”.
Hoy termino mi “Diario de un Estado de Alarma” con una gran noticia para nuestra Comunidad Autónoma, porque aunque como dice “El Digital Castilla-La Mancha”, “el avance del coronavirus se estabiliza en Castilla-La Mancha: 249 nuevos contagios y 54 muertes más”, “la misteriosa donación millonaria para hacer test masivo” (“El País”), va ayudar y mucho a controlar el bicho, pero no solo en tierras manchegas, sino seguramente en el resto de España, basándonos en esa idea de “cooperación y solidaridad” entre los diferentes territorios que alberga España.
La noticia cuenta como la Universidad de Castilla-La Mancha, en su programa extraordinario de mecenazgo #UCLMcontraCOVID-19, ha visto ingresada la cantidad de un millón de euros de una mujer, anónima, “agradecida a España” y con la que elaborarán respiradores artificiales, la impresión en 3D de material sanitario, pruebas diagnósticas de la covid-19, así como la compra de robots de extracción de ácidos nucleicos que instalará en el Centro Regional de Investigaciones Biomédicas del campus de Albacete y con los que se harán pruebas de la covid-19.
Un gran gesto en estos momentos de lucha que vivimos en nuestro país, que nos hace recordar que juntos y unidos venceremos al bicho y que cada uno debe aportar su granito de arena, dentro de sus posibilidades, bien en la primera línea de batalla, bien en nuestros hogares, o bien si la economía nos lo permite colaborando con los diversos organismos e institución para frenar la repercusión que la pandemia está ocasionado en nuestra sociedad. Y volviendo hacerme eco de la campaña del Ministerio de Sanidad: “este virus lo paramos unidos”.
Te felicito por todo lo que escribes, gracias por hacer más ameno todo esto.
ResponderEliminarPero si no salta la voz de alarma no se hubiese corregido y la salida a supermercados hubiese sido caótico.
Yo en el supermercado paso miedo y al Día ya no voy pasillos super estrechos.
Ahora la salida de las personas, cada uno tendrá q ser Policía de si mismo y ser conscientes.
Anónimo otra chapuza más de este gobierno que está descabezado desde su composición solo eso. Ellos por un perro tu una persona fallecida, sacaron toda su artillería, lo que siembras es lo que recoletas y gracias a Dios aquí se paga todo.
EliminarAnónimo miedo si eres un poco responsable, quieres a tu familia y todo eso hay que ir con mucho cuidado.
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