Hoy los pronósticos no han fallado, dieron lluvias y bajada de temperaturas, y hemos pasado, literalmente de remojarnos ayer en la piscina, a tener que sacar el paraguas, y soportar las ventoleras, que te juegan una mala pasada si no llevas un coletero para sujetar el pelo.
Las lluvias, de estos últimos meses, han provocado un incremento de insectos y que llevemos, en este principio de mes, ya alguna parte del cuerpo llena de picaduras que se hacen bastante molestas. Ya no tengo claro si es que de un año para otro se me olvida, pero tengo la sensación de que nunca me habían picado los mosquitos como este año. En estos momentos, llevo tres pedazos de picaduras que si me encuentro con el autor de las mismas me lo cargo, porque jolines como molestan con su picor.
Los pronósticos tampoco fallaron en el resultado de la votación del día de ayer en el Congreso de los Diputados. “Aprobada la sexta prórroga del estado de alarma” (“Las Provincias”), con 177 votos a favor, uno más de la cifra en la que se sitúa la mayoría absoluta del Parlamento. Como será, si la evolución de la pandemia continúa por los derroteros de estos momentos, la última votación del Estado de Alarma dejaré en mi “Diario de un Estado de Alarma”, al igual que las taquígrafas dejan registrado todo lo que se acontece en la Cámara en las actas de las sesiones parlamentarias, la posición de cada uno de los partidos políticos que conforman el total del hemiciclo.
A favor del Estado de Alarma, 177 escaños, el Partido Socialista, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV, Más País-Equo, Coalición Canarias-Nueva Canaria, el Partido Regionalista de Cantabria y Teruel Existe. En la abstención, 18 votos, de los diputados y diputadas de Esquerra Republicana, Bildu y el Bloque Nacionalista Galego. En contra, 155 votos, del Partido Popular, Vox, UPN, Foro Asturias, Junts per Si, la Cup y Compromís.
No voy a entrar a valorar el papel que ha jugado cada formación política en las seis votaciones que ha habido sobre un mecanismo que ha demostrado jugar un gran papel en la lucha contra la COVID-19. Esa valoración la tendrá que hacer cada ciudadano y ciudadana en su foro interno, y, con el paso del tiempo, cuando volvamos a ser llamados a las urnas.
Seguramente se podría haber hecho más, pero es muy fácil hablar “a toro pasao”, sin embargo noticias como la publicada hoy en el periódico “El Mundo”, nos ponen en el camino de que aun pudiéndose hacer más, quizás se hizo todo lo mejor que en ese momento se podía hacer. “Autocrítica en Suecia 4.500 muertos de coronavirus después”.
Para quienes desconozcan como fueron las líneas estratégicas de nuestro país hermano, Suecia, les apunto que allí a diferencia de lo que ocurrió en otros países como el nuestro, o como Francia o Italia, en Suecia no hubo un aislamiento social, preventivo y obligatorio, no se impuso el cese de la actividad comercial a empresas y no se cerraron escuelas infantiles o primarias.
Fue una estrategia mucho más laxa que en el resto de Europa y según el Fernando Simón de Suecia, el epidemiólogo Anders Tegnell, “si nos topáramos otra vez con esta enfermedad sabiendo lo que sabemos ahora, creo que nos habríamos situado en un punto intermedio entre lo que hemos hecho nosotros y lo que ha hecho el resto del mundo” y apuntaba que “creo que existe claramente un potencial de mejora. Y es bueno saber con más exactitud qué es lo que hay que cerrar para frenar la expansión del contagio” (“El Mundo”).
Como decía antes es muy fácil hablar ochenta y dos días después de lo que se podía haber hecho o no se debería de haber hecho, pero tanto nuestro Fernando Simón como Anders Tegnell, nuestro Gobierno de España, como el de Suecia, pusieron en marchas las estrategias que ellos consideraban con el conocimiento que tenían, en aquel momento, más óptimas para frenar al bicho, pensando siempre en salvar vidas y en revertir la situación, pero como en cualquier decisión que se toma en la vida, unas veces se acierta y otras se falla.
Para los “renacidos expertos” que seguramente al leer las palabras “autocritica” y “4.500 fallecidos” pongan el grito en el cielo porque en España, en estos momentos, tenemos “27.133 fallecidos”, recordarles que Suecia tiene 5 veces menos población que España y que la Organización Mundial de la Salud agradeció las medidas adoptadas por nuestro país para hacer frente a la COVID-19.
Con esto no estoy diciendo que no haya que hacer autocrítica, que se tendrá que hacer, pero cuando todo esto termine. Entonces llegará el momento de hacer balance de la gestión de la crisis sanitaria, ver donde se falló para corregir los errores y donde se acertó para mantener las medidas de cara a una posible segunda oleada de la COVID-19.
Hoy nos hemos enterado según la portavoz de la Asociación Española de Pediatría, Cristina Calvo que “unos 14.000 niños y niñas se han contagiado en España desde el inicio de la pandemia”, y de ellos, “algo más de una cuarta parte han precisado ingreso hospitalario” (“El País”). Hoy también sabremos el resultado de la segunda oleada del estudio de seroprevalencia realizado por el Ministerio de Sanidad, y que tal y como apuntamos en su día, los estudios preliminares habían fijado “en un 5% los ciudadanos que se habían infectado por coronavirus”.
En estos mismos momentos en los que escribo mi “Diario de un Estado de Alarma”, que debido a las obligaciones como madre ha nacido un poco más tarde que de costumbre, dichos resultados están siendo aportados por las personas responsables del estudio y nos dicen, según la directora del Centro Nacional de Epidemiología, la epidemióloga Marina Pollán, que “el aumento ha sido mínimo, de un 5% a 5,2%”. Así que permitirme que cierre el diario de hoy en estos momentos para poder escuchar en profundidad la rueda de prensa del estudio y así mañana poder plasmar sus resultados en el que será el octogésimo tercer “Diario de un Estado de Alarma” y que dará la bienvenida al primer fin de semana en fase 2 para nuestro municipio.
Me despido en esta tarde triste y oscura con el deseo de que la misma no nos nuble la mente y la responsabilidad, la prudencia y la cautela al salir de casa sigan guiándonos en todo momento, porque el bicho sigue en la calle y porque nuestras únicas armas que tenemos en estos momentos para combatirlo son las mascarillas, el lavado de manos y la distancia física.
Caudete, 04/06/2020 18:16 horas del octogésimo segundo día de
“Estado de Alarma”
El ayuntamiento podría ofrecer los datos de los contagios de una forma más frecuente porque no sabemos si la situación está mejor o peor después de la eliminación de las restricciones.
ResponderEliminar82 días despues me sigue gustando tu crónica.
ResponderEliminarGracias Claudia
El Alcalde dijo que solo daria información si los datos variaban, si no han variado siguen siendo los mismos que la ultima vez.
ResponderEliminarClaro. Debe ser que en Caudete no se cura nadie y sigue habiendo los mismos contagiados. Una vergüenza la falta de información. Por cierto, a ver si alguien me puede explicar que significa la pancarta que hay en el asilo. Reza: "Lo estamos consiguiendo". ¿Qué coño estamos consiguiendo? Lo está consiguiendo el centro de mayores de Villena, en el que no ha muerto ningún anciano por el virus, pero en el de Caudete llevan 11 muertos y más de 60 infectados. Creo que no hemos conseguido nada y que esa pancarta es una falta de respeto a lo familiares de las personas fallecidas y a la inteligencia del pueblo de Caudete.
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