¡Bienvenida fase 3! No ha sido un abrir y cerrar de ojos, aunque ahora tengamos esa sensación. El tiempo ha pasado muy deprisa y, sin casi darnos cuenta, hemos pasado de la fase 0, a la fase 1, a la fase 2 y hoy, 15 de junio, entramos en la última fase, la 3, previa a la llegada de esa “nueva normalidad”.
Hoy se cumplen tres meses del primer “Diario de un Estado de Alarma”. Aquel 15 de marzo, nos confinamos en nuestras casas, en mi caso 24 horas con un pequeño de tres años. Noventa y tres días después hemos recuperado gran parte de la libertad que teníamos, aunque hemos tenido que adaptar nuestra vida a la llegada de la COVID-19, hemos cambiado los pintalabios por el bote del gel hidroalcohólico, nos lavamos las manos con agua y jabón con más frecuencia, llevamos mascarillas en nuestra cara, ya no hay besos, ni abrazos…, pero a pesar de todos esos cambios, las playas han vuelto a llenarse de vida, las calles también, las terrazas están al completo y las reuniones con amigos y familias comienzan a llenar nuestras agendas.
En mi caso personal, por el momento, la llegada de la fase 3 no supone ningún cambio en relación con la fase que dejamos ayer, porque en casa hemos decidido personalizar nuestra desescalada e ir un con un ritmo más lento que el marcado por las autoridades sanitarias, y por lo tanto, hoy seguiremos como ayer, y dejaremos las reuniones sociales para un poquito más adelante.
Bonito día en materia de desescalada, porque “el 70% de España está en fase 3”, aunque como apunta la segunda parte del titular del periódico “El País” “pero se resiste a ampliar la movilidad” (“El País”). El 70% del territorio español ya se encuentra bajo el mando de las Comunidades Autónomas, quienes han decidir poner el freno a la misma: “la mitad de las autonomías frenan el ocio nocturno”, así como por ejemplo Andalucía, al igual que el País Vasco, Extremadura, Aragón y la Comunidad Valenciana, solo permiten la movilidad entre los territorios de su propia Comunidad Autónoma, las dos Castilla solo dejan moverse por su propia provincia, con la excepción en Castilla La Mancha de Cuenca y Guadalajara que también pueden moverse entre ellas, pero solo entre ellas, no con el resto de provincias, ni con el resto de territorios españoles, mientras que Baleares permite la circulación libre entre todas las islas, así como Canarias (“El Confidencial”).
Al leer esos ejemplos, algo me dice que la medida de los expertos en materia de restricción de la circulación, que tanto se ha criticado durante el Estado de Alarma, no era tan mala a la hora de controlar la situación, porque si no fuera buena, entiendo yo que no lo hubieran aplicado la gran mayoría de líderes autonómicos, quienes han decidido no dejar entrar en sus territorios a nadie para controlar la crisis sanitaria.
La única excepción nos la encontramos en Galicia, que ya se encuentra en esa llamada “nueva normalidad” y por lo tanto ha decaído el Estado de Alarma, aunque paradojas de la vida, como en el resto de territorios no se puede salir, nadie que no sean los propios gallegos y gallegas pueden viajar a Galicia, por el momento.
Día duro y triste para quienes como yo, defendemos un mundo más igualitario y el derecho a vivir libremente, independientemente de si cuando estabas en la barriga de tu mamá, en ese llamado milagro de la vida, se te desarrollo un aparato reproductivo masculino o femenino, y al nacer en tu ficha de nacimiento aparecía la palabra hombre o mujer. “Mata a su mujer y a dos hijos menores y se suicida en la localidad jienense de Úbeda” (“El Mundo”).
Maldita violencia machista que mata a personas inocentes. Siempre que oigo que finalmente el presunto asesino se ha suicidado, no puedo evitar en mi mente el pensamiento de “se podía haber suicidado antes de matar a nadie”, y es que nadie se merece que le arrebaten su vida porque hay unos energúmenos que todavía no se han enterado que no hay un gen dominante y que todos, hombres y mujeres, tienen el mismo derecho a vivir en una sociedad, en la que todavía tenemos mucho que aprender en materia de igualdad.
Cerrando el paréntesis sobre la violencia de género, que ojalá nunca se tuviera que escribir sobre ella porque no existiera, y volviendo al tema del que versa mi Diario, el Estado de Alarma, llevaba tiempo con una duda que indagando en la prensa he encontrado su respuesta, o al menos algo de lucidez sobre la misma. Antes de que la COVID-19 apareciera en nuestras vidas, Reino Unido había formalizado el llamado “Brexit”, es decir su salida de la Unión Europea.
Y mi duda surgía al ver la movilización de recursos de la Unión Europea para sus países miembros, si entre los destinatarios de dichas ayudas estaba el país que había decidido abandonar esa entidad geopolítica que cubre gran parte del continente europeo, ya que aunque había roto sus lazos con la Unión Europea el 31 de enero, el periodo de transición del Brexit finaliza el 31 de diciembre de 2020. El corresponsal en Bruselas de “ABC”, el 25 de abril, apuntaba que “Reino Unido no estará ni en los presupuestos ni el fondo de la recuperación que la UE prepara para ayudar a los países miembros a superar los efectos de la pandemia de coronavirus” (“ABC”).
De principios de mayo es la siguiente información: “Londres pide acceso al sistema de alerta de pandemias de la UE” (“El Mundo”), pero la respuesta de Bruselas fue ofrecerle simplemente el acceso puntual en momentos de emergencia, como hace con cualquier otro país extracomunitario. Además, al inicio de la crisis sanitaria, el gobierno de Reino Unido decidió, según el periódico “El Mundo”, “no participar en los programas de la UE para facilitar respiradores, equipos de protección médica y tests de la COVID-19”. Como dice una frase popular “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. En nuestro país, según el “Cinco Días”, de finales de mayo, “España podría captar hasta 140.000 millones del nuevo fondo y 180.000 de todo el plan europeo anticovid-19”.
Como cada inicio de mes han llegado las cifras del paro en nuestra localidad. En estos momentos tenemos 1.141 personas inscritas en las listas del SEPE, 11 personas menos que en el mes de mayo. Por sexos, 416 hombres y 725 mujeres. Y por sectores 722 al sector Servicios, 176 al de Industria, 80 al de Agricultura, 70 a Construcción y 93 sin empleo anterior. (“Caudete Digital”).
Esperemos que la noticia de que “el Gobierno extiende los ERTE hasta septiembre pero rebaja las exenciones en las cotizaciones” (“El País”), ayude a que las cifras de desempleo en España bajen en vez de subir, y que continúe siendo un mecanismo que ayude a no cerrar la vida de los negocios españoles por culpa de la COVID-19.
Hoy me despido con el anuncio de que los 19.000 vendedores de la ONCE vuelven con sus cupones a la calle para repartir suerte y alegría con ayuda de la diosa “Fortuna” en los diferentes sorteos que tiene la organización (sorteos diarios, Cuponazo y el Sueldazo Fin de Semana).
Después de tres meses de parón y como conmemoración por su vuelta, la entidad ha sacado a la venta 46,5 millones de cupones, uno por cada ciudadano y ciudadana de España, y con una iniciativa muy bonita para quienes han estado al pie del cañón durante todo este tiempo, homenajeando mañana a los sanitarios y al personal médico, el miércoles a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el jueves a los transportistas y en el Cuponazo del viernes será el turno de homenajear a los supermercados, mercados y tiendas de barrio.
También han querido tener un pequeño detalle con su gente, y el de hoy estará dedicado a los vendedores de la ONCE y los Sueldazos Fin de Semana, a los voluntarios y a los 73.000 trabajadores del Grupo Social ONCE. La verdad que durante este tiempo de Estado de Alarma, al salir al chaflán echaba de menos ver en la ventana de la cafetería de Ana y Marí, “La Catalán”, a los diferentes vendedores de la ONCE de Caudete repartiendo sueños y esperanza con sus cupones diarios. Así que otro aspecto más de nuestra vida que vuelve a su “normalidad”.
Caudete, 15/06/2020 17:12 horas del nonagésimo tercer día de
“Estado de Alarma”
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