miércoles, 26 de agosto de 2020

Después de tres años, la pandemia impide continuar la aventura por América a Lydia Tecles, la hija de Pepe.

 

     Lydia, la hija de mi amigo Pepe Tecles Albertos, y su pareja Jaume, de Vic (pueblo de la Comarca de Osona), han tenido que desistir de continuar la aventura por América después de iniciarla hace tres años en San Francisco

 La pandemia, que ha obligado a cerrar fronteras, no les deja continuar la aventura. Ecuador es el final de un largo e interesante recorrido que han realizado en una Camper VG.

    Han vendido la "Marikilla" como ellos la bautizaron y volaran el 11 de septiembre a Baja California, Mexico. Esta es la historia de una aventura ....y sus imágenes. El viaje continuará...pero por dentro.

Lydia Tecles, de 29 años, es asesora de Imagen y Peluquera. Jaume es escalador y Técnico en motores para Generadores. Como en España Lydia no encontraba trabajo se fue a Berlin (Alemania) y se puso a trabajar en una peluquería. 

    Allí se conocieron estos amantes de la aventura y allí fraguaron la odisea, para ellos un sueño, que ha durado tres años viviendo en un viaje continuo interrumpido por un virus que esta afectando a todo el Planeta de forma inmisericorde.

    Una de las fuentes de ingresos para costearse la aventura era afeitar y cortarles el pelo al personal en los pueblos que visitaban. Curiosamente, Julian el abuelo de Lydia, que tenía una peluquería en la calle Las Eras, cerca de la casa de mi abuela, me cortaba el pelo hace 57 años.

    Más tarde Julian se iría a trabajar a Alemania. Otro de los proyectos que esta pareja de aventureros lleva entre manos es publicar un libro que llevará por título "Yo lo soñé". Tienen previsto que vea la luz en breve.

 Este es el escrito y las imágenes que Lydia me ha hecho llegar desde Ecuador:

    "Esta es la historia de dos personas que siendo, pensando y criándose diferente se enamoraron y se hicieron la pregunta: ¿Quieres viajar conmigo? Pero, ¿cómo comenzó todo? Pues bien: "todo empezó con un simple juguete".

      Si quieres que tu sueño se haga realidad has de tenerlo presente cada día. Una Volkswagen Kombi de color rojo y blanco iba en mi bolso conmigo siempre. Además, creé mi meta en una nota y cada día le añadía datos de cómo poder llegar a ella. A Jaume le dije que hiciera lo mismo.

   Un día nos juntamos y descubrimos que nuestras ambiciones eran las mismas, el fundamento era llegar a ser libres y no viajar en cualquier furgoneta sino en una Kombi -Volkswagen T2.

Ahora llevamos desde el 8 de enero de 2017 viajando, adquirimos una Volkswagen T2, la Marikilla y adoptamos a dos perros en el camino. Es lo mejor que hemos hecho en nuestras vidas. 

    Crecimos siendo así, amantes de la naturaleza, exploradores, soñando con este vehículo, con viajar, aprender y ahora creamos esta forma de vida. 

Vivir en la simplicidad, volver a nuestros orígenes humanos, conocer nuevos lugares, encontrar familia en nuevos horizontes, ayudar para ser mejores personas, cooperar con los locales, admirar la naturaleza y dejar un buen legado.

 Descubrimos que los sueños se hacen realidad y que todo se puede lograr si uno creé firmemente en ello.

Un sueño que dejó a las espaldas el dolor de varias muertes, la pérdida de mi sobrino León, la aburrida vida mundana, los horarios de trabajo y los pagos de las facturas para embarcarnos en un nuevo rumbo.

Empezamos años atrás cada uno a su manera y tras los terribles sucesos acontecidos en 2016 la partida se aceleró. Yo emprendí mi trayecto reduciendo mis pertenencias a lo esencial, vendiendo, regalando, donando todos mis bienes. 

 Me despojé de lo sobrante, de la ingesta de plástico, empecé a emanciparme de la industria química, de la desmesurada producción animal, reduje mi basura y comencé a preocuparme más que nunca antes en dejar una buena huella en el planeta. Vivir así ya me abría el camino a la libertad. Ser minimalista y liberarte de lo innecesario viviendo con lo que realmente hace falta. 

Jaume por su parte maduró durante años descubriendo el arte de la escalada, viajando en busca de las mejores rocas. Escalador apasionado, aprendió a apreciar cada piedra, cada árbol, respetando las montañas y los parajes que se le presentaban. 

  Comenzó a ver la suciedad causada por el ser humano en cada bello lugar que pisaba y nació en él un sentimiento de bondad. Se inició en la vida sin residuos y empezó a limpiar esos paisajes con el fin de volver a ser lo que un día fueron. 

   Además, él ya era minimalista y reducir su equipaje a una casa sobre ruedas no le supuso mucho esfuerzo más bien un alivio. 

Así se inició este proyecto que durante casi 4 años ha sido nuestro día a día, hemos recorrido desde Estados Unidos hasta Ecuador y sólo una Pandemia Mundial nos ha podido parar.

Hemos pasado por mil y una aventuras y desventuras algunas de ellas recopiladas en mi libro ¡Yo lo soñé!” que pronto será publicado. 

  Hemos sobrevivido al puro estilo nómada, a veces nuestra cena se cocía en una olla en una fogata improvisada en un paraje remoto, otras dormíamos bajo un manto de estrellas con las puertas abiertas. 

 Muchas veces nos quedamos tirados en la mitad de alguna calzada en medio del desierto o de la selva, con todo siempre hubo algún “ángel del camino” que apareció y nos tendió la mano.

Cuando sueltas y confías la vida te va dando lo que necesitas. Hemos aprendido que no es solo dinero lo que necesitamos para subsistir, hemos hecho infinidad de trueques, nos han recibido maravillosas familias y Clubs de Volkswagen.

He podido cumplir miles de sueños en uno, entre ellos ser autónoma en mi trabajo y crear una barbería sobre ruedas. Viajar en velero por el Caribe, volar en ala delta, cruzar los desiertos de México en Kombi, llegar al Gran Cañón, nadar con tortugas, observar a la ballena azul, escalar en los lugares más inhóspitos y en los más aclamados como Yosemite… 

   Sí, eso también ha sido una gran aventura, hemos desarrollado nuevas zonas de escalada en todos los países que hemos visitado y, ¡para eso da otro libro!

Ahora todo cambió. Este año apareció un extraño virus que fue capaz de lo inimaginable, consiguió parar el mundo, cerrar fronteras y obligar a la reclusión. A nosotros nos pilló a medio camino de algún lugar. ¡Y no solo eso, nos separó por meses!

Yo quedé encerrada en España y Jaume en las calles de una ciudad de Ecuador. Por fin a finales de Junio pude regresar a Ecuador y reencontrarme con mi familia, sin embargo todo había cambiado. La Kombi solo puede conducirse 3 veces a la semana y no puede cruzar a otras comunidades. Ahí todo se acabó. ¿Cómo ser nómada si no puedes moverte?

Comenzó entonces una lucha por nuestra ansiada libertad. Aduana del Ecuador, Embajada de España, asociaciones gubernamentales, abogados, llamadas, emails, puertas cerradas… 

  El verano ha pasado en continua incertidumbre, sin respuestas, desamparados y relegados por unas leyes injustas. Nadie con poder suficiente nos ha tendido la mano, quiero creer que esta situación mundial está haciendo a las personas más empáticas y aun así hay días que no veo la humanidad.

La Marikilla está con el cartel de "Se Vende" y parece en vano pues en el país de Ecuador no se pueden nacionalizar vehículos que no sean del año. A nosotros no nos queda  otra, hemos tomado la decisión de salir de aquí a buscar un futuro más prometedor en México. 

Las fronteras parece van a permanecer cerradas hasta enero o hasta quien sabe cuándo, los contagios siguen produciéndose en todo el mundo y queremos como todos estar seguros en un hogar.

La Kombi es nuestro bien más preciado y nuestro sueño sería poder llevarla de regreso a su país natal, México, con nosotros. Sin embargo los costos son de unos 4.000 € tan solo para el envío en barco, algo con lo que sólo podemos fantasear parece. 

Venderla en partes, bajarle el precio, relegarla aquí por un tiempo indeterminado esperando regresar algún día… Nuestro sueño se convirtió en desazón, sin embargo a veces hay que dejar algo atrás para dar paso a nuevas metas.

Ser felices sin TV, sin WiFi, sin despertador, sin obligaciones, con atardeceres de ensueño, despertares con el sol, viviendo de acuerdo a lo que sentimos eso es lo que hemos hecho todos estos años y eso es lo que queremos seguir haciendo, vamos a por ello con la Marikilla o sin ella, con apoyo o sin él a nuestra manera, México nos aguarda una vez más, 4 años después regresamos igual con una maleta y un sueño.

 Salir de mi zona de confort fue lo mejor que he hecho en mi vida y aunque la pandemia me paró sé en lo más profundo de mi ser que mi aventura nunca va a terminar.

Gracias "Marikilla" por estos años, ojalá nos acompañes y si no cuídate, nos hiciste soñar por las sinuosas carreteras de la linda América. ¡Nuevos sueños y aventuras nos esperan!"

Nos vemos en el camino.

Por Lydia Tecles 

"No soy de aquí ni soy de alla" de Facundo Cabral.






































































14 comentarios:

  1. Sana envidia, con 29 años habéis vivido más que la mayoria en toda nuestra vida.

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    1. Muchas gracias por tus lindas palabras. ¡Hay que animarse a vivir los sueños de uno, vida solo hay una!

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  2. Qué bonita historia, qué bien escrito, me ha encantado. Si tuviera el dinero os compraba esa combi tan bonita. Mi esposo y yo llevamos años pensando en hacer un viaje así y me habéis animado mucho. Sobre todo con esta pandemia me ha demostrado que hay que perseguir los sueños hoy. Gracias por este empujón. Seguid viviendo y escribiendo cosas tan bonitas por favor. Estoy deseando ver vuestro libro publicado.

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Sin duda el libro te va a encantar y espero que os animéis a vivir vuestros sueños. Para cualquier consulta estoy disponible para ayudarte. Un abrazo

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  3. Bonita historia me recuerda a otra pareja de Argentina q cruzaron muchísimas continentes ennun coche de echo llevan 11 años viajando y han tenido 4 hijos por el camino menuda escuela para los niños. Felicidades y seguir cumpliendo sueños.

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    1. Gracias, si para los niños es la escuela de la vida y para nosotros adultos también, ¡jamás pensé que aprendería más en 4 años de viaje que en 15 años de escuela! Vayan a por sus sueños también, no se olviden de ellos. Un abrazo

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  4. Hola chicos, en qué parte de Ecuador están y venden la Combi?

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    1. Hola Morris, estamos en Cuenca y si la kombi se puso en venta con mucha pena la verdad. Un abrazo afectuoso

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  5. Muy bonita historia pero no os habéis emancipado del todo de la industria química si echáis combustible a Marikilla, usas pintalabios, consumes alimentos que han pasado controles de calidad, cocinas con gas o electricidad, compras ropa, etc. Aprendamos que la Química no es nuestra enemiga y no está en contra de la sostenibilidad aunque hoy en día esté muy de moda decirlo. De hecho, gracias a ella y a otras disciplinas, algún día tendremos una vacuna para la pandemia que estamos sufriendo (entre otras tantas cosas que nos proporciona)

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    1. Gracias amig@, sin duda por eso pongo "comencé a emanciparme" porque lamentablemente por ahora todavía no se puede viajar recorriendo países en coches eléctricos. Los pintalabios son naturales, no usan químicos, toda mi cosmética es natural y la mayoría la hago yo misma. Y para finalizar el debate, con ello me refiero más bien a las farmacéuticas que están haciendo un daño terrible en nosotros, no se necesitan medicamentos para "cualquier dolencia" en la mayoría de los casos se pueden evitar. Es más importante una correcta alimentación, una mente sana, un cuerpo sano y una vida saludable, en la que solo hagas lo que te llene el corazón. Y sobre la vacuna me guardo mi opinión por que no viene al caso. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.

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    2. Querida Lydia, precisamente mi comentario iba dirigido al mal uso de la terminología. Cuando dices que algo no lleva químicos, estás hablando de sustancias químicas. Algunos ejemplos de sustancias químicas son el oxígeno que inspiramos, el dióxido de carbono que espiramos, el agua que bebemos o el ácido acetilsalicílico que nos quita el dolor de cabeza. Por tanto, no tiene sentido decir que algo no tiene químicos por muy "natural" que creamos que es, porque todo lo que nos rodea, incluidos nosotros mismos, es una sustancia química o una mezcla de ellas.
      Coincido contigo en dejar el resto de temas para otro día.
      Un saludo

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  6. Muy orgullosa de mis primos que cada día nos enseña que la vida hay que vivirla a pesar de las circunstancias. Sois un ejemplo de que los sueños se hacen realidad.....sin excusas y sin postergar.Os quiero y seguir disfrutando de vuestro sueño.

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  7. Hola lidia , Jaume tuve la dicha de conocerlos en La Paz fuimos a balandra juntos y sobrevivimos el ataque de mosquitos más tremendo , meses después nos reencontramos en Pátzcuaro en Michoacán les mando un abrazo , a la orden si ocupan ayuda .

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