En la primavera de 2017 tuve a bien hacer este escrito, publicado en este acogedor blog, sobre la mafia del oligopolio de las compañías eléctricas, inspirado por un reportaje de Jordi Évole. Quise informarme con profundidad, y pienso que en el verano de 2021 sigue, para desgracia de los mismos de siempre, operando la misma mafia y del mismo modo.
El único dato
significativo del momento actual es que se ha demostrado de manera empírica la
superioridad de poderío que tienen las compañías eléctricas sobre los gobiernos
de turno; obligando a este gobierno socialista de bisutería a reducir el IVA en
la factura. Algunos ya sabíamos, desde hace mucho tiempo, quien mandaba en
España. Les dejo con el escrito:
Un caso
extremo de la íntima relación, de la inseparable simbiosis entre el poder
político y el económico lo representa el sector eléctrico. En realidad, es un
poder fáctico más poderoso que la Banca, su antigua madre.
Durante mucho
tiempo las eléctricas eran propiedad de la Banca, pero su singularidad y la
actividad accionarial les llevó a una potente independencia y a una situación
de hecho oligopólica.
Cada compañía
tenía su propio territorio en exclusiva, como monopolio perfecto. Con una
notable excepción “Endesa” la empresa más dinámica del INI. Durante la Dictadura de Franco se organizaron, como los Bancos, al margen del sindicato
vertical único, con un formidable presupuesto y todo el dinero que fuera
necesario.
Intentaré explicar la peculiar y tramposa contabilidad con la que operaban estos forajidos: se empezaba por el final; se fijaba el beneficio necesario para conseguir un dividendo atractivo y a partir de este dato se subía en la cascada de resultados fijando los demás parámetros contables.
En la actualidad la patronal
UNESA está muy disminuida; hoy es Iberdrola el lobby más efectivo, una gran
compañía mundial, tras la fusión de Hidroeléctrica Española e Iberduero. Al
fusionarse estas dos grandes empresas se hubiera necesitado una fuerte
regulación gubernamental, ya que se ha demostrado que lo que es bueno para
Iberdrola, no siempre es bueno para los españoles.
Para
conseguir la seguridad del abastecimiento energético como una cuestión de orden
público la Unión Europea lo consagró como tal.
El gobierno
de Suarez diseñó en 1980 un Plan Energético Nacional que debía reaccionar ante
la crisis; pero en lugar de ajustar las tarifas eléctricas al encarecimiento de
la energía, fue más realista, y con una democracia precaria, frenó las
nucleares y primó el gas.
El parón
nuclear es servido a Suárez trágicamente por ETA, asesinando a dos directores
de la central nuclear de Lemóniz. Fue Felipe
González en 1984, cuando cerró la Central de Lemóniz de manera
definitiva; pagando los españoles el dinero invertido por Iberduero a cuenta
del recibo de la luz. ¡Cómo casi siempre, en estos casos!
La nacionalización de la red de alta tensión fue acordada con las compañías eléctricas en mayo de 1983, creándose Red Eléctrica de España, con el tiempo se convirtió en una especie de cooperativa, aunque presidida por alguien del Gobierno.
En la actualidad sigue siendo de
control público con grandes beneficios. El Gobierno exige para ello someter a
las compañías a auditorías externas, algo que abominan. Las tarifas se
adaptaron a los costes y el 50 por ciento del aumento del recibo se dedicaría
al saneamiento el sector.
El ministro
socialista Solchaga se dio cuenta con rapidez que la industria eléctrica
hispana estaba en quiebra; si se nacionalizaba, era un mal negocio. La quiebra
se produjo al embarcarse las compañías
en los largos períodos de construcción de las nucleares con financiación
muy elevada. En 1991, el Ministro decidió clausurar la moratoria nuclear y potenciar
el gas.
González siempre creyó obsoletas las nacionalizaciones, era partidario de meter en el mercado a las empresas públicas pero sin que éste pierda el control de las mismas. Es lo que hizo con Endesa, la joya de la corona; siendo en 1994 su presencia limitada al 67 por ciento.
En 1997, con Aznar en el poder, el Estado pierde el
control de la misma que acabará, con Zapatero, en manos italianas; ejecutando
una nacionalización exótica, entrando en el patrimonio nacional italiano,
después de un proceso esperpénticamente politizado.
La
irresistible expansión de Endesa provoca la fusión de Iberduero e
Hidroeléctrica con la bendición de González.
El
acontecimiento más cínico del sector eléctrico lo consintió Aznar en el 97
diciendo: que todos los Kws/hora tienen el mismo precio sean eólicos,
nucleares, hídricos o fósiles ¿Y cuál es el único precio? Pues el que fija el
mercado (las propias cinco compañías)
que tienen concesiones centenarias y no existe, en la práctica, libertad de
entrada ¡Olé, los huevos del presidente!
Con la
política energética de Zapatero se estimuló las renovables, aunque de manera
chapucera. Se pasó con las primas a estas energías, generando un coste tremendo
de las tarifas, para luego recortar de golpe estas primas, arruinando a los que
habían invertido en sol, viento y mareas, provocando recursos judiciales
cuantiosos.
Turno ahora de conseguir explicarles, benditos lectores, algo casi inexplicable si se aplica la lógica y el sentido común (les aseguro que me ha costado tres borradores el escribirlo, léanlo muy despacito).
Se llama “déficit de tarifa”, acuñado por las compañías, aprobado por Aznar con Rato y elevado a la estratosfera con Zapatero. Vamos a ello: en realidad es regulatorio, no económico, avalado por el Estado en el que los auditores permiten a las empresas que esa deuda la contabilicen como un ingreso pendiente de cobro.
Es un ingreso seguro porque está avalado por el Estado aunque no tenga títulos físicos. Se convierte en ingreso pendiente de pago que se distribuye en dividendos corrientes. Y tiene un reconocimiento del Estado como coste financiero porque al no haberlo cobrado las empresas, es deuda.
Y cuando logran titularizarlo en papel se quitan el problema de encima. (Ahora viene
lo impresionante). La deuda pasa a manos de terceros. La deuda de los
consumidores no es con las eléctricas, sino con los bancos y poseedores de
títulos avalados por el Estado ¡Siempre terminamos los españolitos debiendo dinero a los mismos!
Rajoy tampoco pudo convencer a los
propietarios de la Central Nuclear de Santa María de Garoña de no clausurarla.
El Presidente pretendía tenerla en funcionamiento diez años más. El pretexto
dado por los propietarios Iberdrola y Endesa no era muy sólido; lo atribuyen al
nuevo impuesto nuclear, aunque este impuesto solo restaría una pequeña parte de
los beneficios que obtendría la prolongación de su vida útil.
Llevamos
muchos años, sin duda demasiados, en los que en España no hay una auténtica política
energética, sino una proliferación de normas parche cuyas últimas consecuencias
sólo entienden las empresas que se benefician de ellas.
POSDATA.- Este escrito no se hubiera llevado a cabo sin la indispensable y laboriosa información de los señores José García Abad, Martín Gallego y Jordi Évole
Al final, y
después de todas estas tropelías, trataremos de “Per construir un bell somi”
(Para construir un bello sueño), esta bella canción donde se antepone la
belleza de un sueño a cualquier tipo de desesperanza cotidiana. El sueño cura
las heridas y por él vale la pena jugarse la vida. Es obligado reivindicar la
necesidad de soñar. Así lo cree Serrat en esta canción de 1989 del disco
“Material Sensible”.
Para construir un bello sueño
lo primero que hace falta es estar despierto,
mano firme para llevar las bridas
y hacerse un proyecto a medida,
contando con que todo se encoge.
Materiales de primera.
Amplios y profundos sus fundamentos,
a prueba de malos entendidos,
compromisos, intereses
y accidentes.
Orientado hacia el sur y protegido de los vientos.
Nada cura las heridas como un bello sueño.
¿Quién no arriesga la vida por un bello sueño?
¿Qué sería de nosotros sin un bello sueño?
¿Qué haríamos del día y de la noche?
Para construir un bello sueño
hay que poner plena dedicación
y estar pendientes, a cualquier hora,
de si ríe, si duerme, si llora,
como si se tratara de un recién nacido.
Y para el bien de la empresa
es indispensable estar advertido
de que al final de la proeza
será su resultado
una sorpresa.
Hay una buena distancia entre los sueños
y la realidad…
Para construir un bello sueño
hay que ser bastante audaz
-cuando la fortuna da la espalda-
para salir de entre las ruinas
y construir otro enseguida.
Está claro que Iberdrola no pierde nunca, no hay más que ver los mil y pico millones de euros que ya lleva de beneficio este año.
ResponderEliminarTampoco estaría de más tener en cuenta, que a los políticos les interesa este galimatías, así no hay que engrasar las puertas giratorias, que sin problema alguna continúan girando en beneficio de ellos.
ResponderEliminarBeatriz Corredor ganó 464.000 euros en su primer año como presidenta de Red EléctricaSi no he leído mal, la presidenta de la Red Eléctrica Española, cobra nada mas y nada menos de 654.000 euros al año.
Y si nos vamos a la distribuidoras, realizan unas publicidad de la leche, con deportistas de élite que no cobran una minucia.
Beatriz Corredor ganó 464.000 euros en su primer año como presidenta de Red Eléctrica
https://www.europapress.es/economia/noticia-beatriz-corredor-gano-464000-euros-primer-ano-presidenta-red-electrica-20210224143315.html
Documento impecablemente no técnico. Ni siquiera la cita que atribuye a Aznar es correcta. El precio final es el resultado del mix de las diferentes fuentes de generación, hidráulica, gas, carbón, nuclear, eólica, fotovoltáica, etc. La energía, cuando se mete en la red, no lleva apellido de origen. No es un partido político ni una persona. Es energía. Y no hay manera de facturarla al consumidor por origen concreto. Su origen es la mezcla de todos. Como una paella es el todo y no sólo el ajo. Y fué una frase inteligentísima de Zapatero la que justificó la enorme subvención, y aumento de coste, a las renovables diciendo que como la tarifa era única... lo que demostraba que ese jefe de gobierno consideraba que una tortilla de gambas y patatas era igual de cara que una de patatas sola y que las vendía a un precio de patata.
ResponderEliminarClaro que uno pòne el escandallo calculando los costes y el precio de venta para no perder. Si controla el precio de venta el asunto es seguro. Si no hay beneficio, no se fabrica. Eso es cosa de capitalistas. Los de izquierdas les gusta perder dinero... si lo paga otro. El mercado eléctrico estuvo muy regulado a la baja. De ahí viene la deuda. Se hizo como lo hacen ahora, barato, barato y que pague el que venga.
Si el autor quisiera nos ilustraría sobre el detalle de la factura y vería que los impuestos están sobre el 50% del total y que la subvención a las renovables cuesta un riñón y medio huevo. Sobre la nuclear calla ominosamente que genera el kwh mas barato con diferencia. Es un detallito sin "importancia".
Bruno, solo se puede escribir felicidades, mejor exposición de los hechos no se puede hacer.
EliminarNos han salido caras las renovables y las puertas giratorias. Tb sueldos de empresas de renovables que pagan un 200 por cien más a sus trabajadores que en otras empresas, que está genial, pero a qué precio? A pagar recibos más caros de la historia.
ResponderEliminarLos políticos no saben hacer nada más que subir impuestos