viernes, 27 de agosto de 2021

Crónica del Carmelita Alfonso Herrera Serrano sobre las tres Catalpas que hay delante del Bar-Restaurante "La Notaría". La Botánica es el entusiasmo de este cura.

     Hace unos días el Padre Carmelita Alfonso Herrera publicaba una excelente y singular crónica sobre los árboles de la Plaza del Carmen. Nos contaba muchos detalles históricos teniendo como eje los tres árboles que están delante de "La Notaría": catalpas. 

   Por su interés, me he tomado la libertad de publicarlo en mi blog. También les traigo una muestra de las macetas que Alfonso se trajo de Madrid y que tiene repartidaspor todo el Claustro del Convento, plantas que cuida con mucho entusiasmo, amormimo y cariño

    Cuando se realiza una exposición de pintura o una sesión de canto, las plantas quedan como "parte del decorado y complemento de las obras de arte colgadas en las paredes del Claustro". 

  Todas estas plantas podrían perfectamente constituir, ¡por si solas!, una interesante exposición que bien podría a denominarse "BOTÁNICA EN EL CONVENTO", a cargo de Alfonso Herrera. De momento, es el mejor Cronista de la Villa y Corte. ¡Pocos detalles escapan a su mirada!.
 
Esta es la historia de las TRES CATALPAS: 

 "Con la renovación de la Plaza del Carmen, hace ya algún tiempo, llegaron al lugar tres grupos de árboles, tres eran naranjos y fueron situados a Occidente, a Levante plantaron tres acacias y al norte tres CATALPAS, pegadas a la pared de “La Notaría”

        Allá, por primavera, cuando las flores de los cítricos abrieron sus pétalos para dejar exhalar su aroma, el azahar, ya te puse en antecedentes y te hable de los tres naranjos que, por aquel entonces, estaban floreciendo.

         Hoy quiero presentarte a las 3 CATALPAS. Catalpa es el nombre que recibe ese árbol que ves en la fotografía pero si se las conoce con ese nombre fue porque el botánico naturalista Scopolli, allá por el siglo XVIII, al describir el árbol cometió una falta gorda porque estos árboles, allí donde son originarios, en zona templada de Estados Unidos,  reciben el nombre de los aborígenes que son los Catawba pero prevaleció el nombre equivocado que este botánico dejó escrito en sus estudios acerca de estos especímenes y así han pasado al elenco con el nombre científico de CATALPA.

        Estas CATALPAS de la Plaza del Carmen no son las únicas que hay en el pueblo porque hay unos ejemplares estupendos en la Plaza Nueva a la que dan una sombra muy agradecida por grandes y pequeñicos porque con su fresca sombra guardan del calor y del sol tórrido de la Real Villa de Caudete a los ñacos mientras juegan gritando en los toboganes allí instalados para su esparcimiento por el Ilmo. Ayuntamiento.

       Hunden sus raíces las TRES CATALPAS en tres alcorques que dejaron ya preparados cuando se acometieron las obras de renovación y reestructuración de la nueva Plaza del Carmen. La zona en que han sido plantadas, es aquella que, por el siglo XVI eran  los arrabales de la Real Villa de Caudete. 

Lo digo con propiedad porque los Carmelitas, que habían llegado a esta Villa allá por el año1575 y se habían instalado junto a las tapias de la Ermita de la Patrona, la Virgen de Gracia, fueron trasladados, por decisión del Consejo municipal de entonces, a los arrabales de la Villa donde, a partir del año 1594, comenzaron a edificar el convento de San José que hoy contemplamos situado ni más ni menos que casi en el centro neurálgico de la población. 

Aledaña al convento se encuentra la Plaza del Carmen por eso digo que la tierra donde hunden sus raíces estas CATALPAS es rica en nutrientes y en humedades porque por ahí por ese lugar pasaban, en sus tiempos, según me han comunicado, hasta tres Arroyos.

En poco tiempo han tomado ya cuerpo y, de seguir así, a este ritmo, van a alcanzar rápidamente los 25 mts. que suele ser su techo de altura. Son árboles muy apropiados para el lugar porque, provistos, como están, de unas hojas grandes y acorazonadas, impiden que los rayos del sol lleguen al suelo y, en su caso, a las mesas de los comensales que se dan cita a la vera de los locales existentes en la plaza, La Notaría, principalmente, y el Morgol.

Da gusto verlas, todas ellas verdes, llenas de vida, adornadas por los frutos en maduración que cuelgan de sus ramas como si fueran bajocas (judías verdes) de casi medio metro de largo.

Hace muchos años, muchos, llevábamos de convivencias preparatorias para la Confirmación a los chicos de primero de bachillerato a una casa que poseen en Majadahonda (Madrid) los Cooperadores de Cristo Sacerdote y recuerdo que en los amplios espacios, al aire libre, destinados para la reflexión y diálogo participado de los distintos grupos, había plantadas bastantes CATALPAS que con sus sombras proporcionaban un ambiente estupendo para la realización de las actividades programadas. 

   De aquellos árboles recogí yo semilla que, luego, en casa, planté en tiestos donde germinaron y se hicieron arbolitos. Y al ser nombrado párroco de la parroquia Ntra. Señora, Flor del Carmelo (en 1990), en la zona norte de Madrid, me llevé aquellos plantones y los trasplanté al terreno circundante de la parroquia donde siguen, al día de hoy, tupidos, frondosos, hermosos, siendo cobijo para los pájaros del contorno".

Recibe mi saludo, mis

        ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

20.8.2021. Viernes. (C. 1.344)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita

Plantas en el Claustro del Convento que Alfonso se trajo de Madrid. 






















2 comentarios:

  1. Un bonito artículo y precioso el claustro del convento con las plantas

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  2. Además de buen cura y magnífica persona eres buen jardinero

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