Estoy obligado a manifestar mi gratitud al familiar del pueblo de mi padre que obligaba a mi progenitor a comprar el periódico casi todos los días. Las motivaciones de su envío a través del servicio de Correos pienso yo, desde la abismal distancia temporal, que fuesen: mantener a su familia rural más o menos conectada con la rancia actualidad que se prodigaba en la España victoriosa de aquellos grises años; que en aquel pueblo se sintetizaba tan solo en ganadería y cultivos.
Otro pretexto, no confirmado, pudiera
tratarse de un atisbo de superioridad desde la familia de la capital hacia la
campesina. Es posible... He de señalar que, cuando la gente gastaba su escaso
dinero en la compra de un periódico lo aprovechaba concienzuda y
ecológicamente, lo leía de cabo a rabo, para más tarde utilizarlo como
sustitutivo del papel higiénico actual.
Esta recepción diaria de periódicos durante mi juventud me permitía poder alfabetizarme culturalmente hablando; me supuso comprobar, al cabo de los años, que en la redacción de esos diarios disponían de grandes escritores y pensadores.
Es preciso, benditos lectores, que escriba con claridad que su
lectura no me provocó ninguna reacción ni criterio político alguno; en esos
momentos la juventud española solo poseía algún discernimiento político en
ciertos ambientes universitarios muy, pero que muy furtivos.
La circunstancia que ocasionó a los diarios a entrar en coma sobrevino cuando éstos empezaron a facilitar con su adquisición el complemento de sartenes y baratijas. Su sacrificio acaeció con internet y sus “webs de noticias”; que son aquellos sitios donde arrojan noticias de toda índole, todas ellas recogidas con la recurrente vitola de “fuentes bien informadas” y de “ambientes muy cercanos” al asunto tratado, casi todas ellas distribuidas con mucho “ruido”.
Estas webs, para atraer la atención del cándido navegante, cambian su popurrí de noticias varias veces al día y la información que ofrecen la seleccionan no por la trascendencia de la misma sino por lo rimbombante y encantador del titular (preferiblemente corto).
De hecho, existe un Consejero Delegado de 5 canales de
televisión en España que manifestó: “no
preciso de periodistas, quiero comunicadores”. En una esquina del
prestigioso periódico Times existe
impreso un viejo lema: “All the news that’s fit to print” (Todas las noticias
que deben imprimirse). Ese debe ser el principal objetivo de un diario; en
contrapunto de Twiter donde meten en un saco todas las noticias sin depuración
alguna.
A
consecuencia de estos desastrosos criterios, en algunas redacciones se han
llegado a cometer fechorías del tipo Trump, Brexit, armas de destrucción
masiva, MENAS y media docena más de terribles barbaridades.
Creo y exijo, sin ninguna duda, que el gobierno que los dioses quieran que sea, tenga la obligación y necesidad de dotar de algún mecanismo efectivo, independiente y bien dotado de medios para ayudar al ciudadano a despejar toda esa basura que se acumula sin ningún control en internet; para que luego no nos llevemos las manos a la cabeza cuando se efectúe el recuento de votos en las urnas. No es un aviso profético, lo estamos percibiendo día a día.
Serrat quiere con esta canción agarrar el futuro con
esperanza, indagando lo que se conspira fuera, lo que el periódico no cuenta.
En 1983, disco “Cada loco con su tema”, canción “No esperes”.
https://www.youtube.com/watch?v=K2u3HMVdwBk
No esperes que un hombre muera
para saber que todo corre peligro,
ni a que te cuenten los libros
lo que están tramando ahí fuera.
No esperes a que te den los planos
para satisfacer tu curiosidad,
ni a que el aire también sea de pago
para gozar el placer de respirar.
No esperes golpes de suerte,
seguirás a su merced
mientras haya gente que
trafique con la muerte.
No esperes de ningún modo
que se dignen consentir
tu acceso al porvenir
los que hoy arrasan con todo.
No esperes a que se acaben
para desear las cosas más que nunca
ni a responder las preguntas
cuando los otros se callen.
No esperes el consentimiento
ni a que te proporcionen un manual,
ni a que el horóscopo te sea propicio,
ni a que el cielo te mande una señal.
No esperes golpes de suerte,
seguirás a su merced
mientras haya gente que
trafique con la muerte.
No esperes de ningún modo
que se dignen consentir
tu acceso al porvenir
los que hoy arrasan con todo.
Eso ya lo pedía para sí mismo Pablo Iglesias. Con la indudable intención de ser objetivo. En el sentido de protagonismo, no de veracidad.
ResponderEliminarPropaganda antes que la verdad, afirmaba.
Lo raro es que en el artículo no se comente lo de la publicidad institucional y demás reptiles corrompiendo a los plumillas..
¡Chapeau! o ¡chapó! (como gusten)
EliminarMuy buen artículo y mejor Joan Manuel Serrat
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