La percepción del populismo ruso contemporáneo está
condicionada por la diferente significación de los conceptos democracia y populismo en Rusia y en Occidente.
Incluso el partido creado por Lenin, que expropiaba la propiedad privada en nombre del Estado y preconizaba el uso de la violencia y del terror por considerarlos un eficacísimo instrumento político, se definía como “socialista-democrático”.
Además, los comunistas distinguían entre “democracia burguesa” (liberal) y
“democracia socialista”, y los regímenes comunistas de Europa del Este se
llamaban así mismo “democracias populares”.
Durante los
años noventa, tras la desintegración de la Unión Soviética el concepto de democracia se asoció con las
privatizaciones ilegales, la corrupción, el caos económico, la pauperización
generalizada, la violencia de las bandas callejeras y la mafia.
Vladimir Putin llegó al poder en el año 2000 presentándose como “salvador” de Rusia. El putinismo ha pasado por dos fases: en la primera, desde el año 2000 hasta el conflicto de Ucrania y la anexión de Crimea en 2014, presentó al presidente Putin como un líder carismático que se ocupaba de proteger al pueblo de los oligarcas.
Sin embargo, desde 2014, y dado que la situación económica en Rusia ha empeorado a causa del descenso de los precios del petróleo y de las sanciones impuestas desde Occidente por el conflicto en Ucrania. Putin, en su nueva fase, aparece más como un líder geopolítico que se propone recuperar el prestigio internacional de Rusia mediante sus intervenciones en Ucrania y Siria.
Desde la anexión de Crimea el Presidente
ruso goza de una popularidad hasta entonces inédita. Putin el geoestratega es mucho más popular que el
Putin salvador.
Las protestas
por un supuesto fraude electoral en las elecciones locales que se celebraron en
2011 y 2012 fueron descritas como el fin del autoritarismo de Putin, toda vez
que suponían el resurgimiento de una nueva clase media rusa que no se
conformaba con la bonanza económica, sino que quería luchar contra la
corrupción y por la dignidad y las libertades políticas y democráticas.
Putin había prometido a su electorado que ganarían los comicios en un mitin durante la campaña de 2012 con las siguientes palabras: “Nosotros somos un pueblo victorioso. Esto está en nuestros genes, es un código genético”.
El régimen
ruso utiliza la ideología populista para sustituir e imitar la democracia con
el fin de poder preservar el poder personal del presidente y el poder de un
grupo reducido de personas. El Kremlin lo define como “democracia soberana”. La
oposición carece de una experiencia liberal y se presenta como una alternativa
al régimen con la ideología de la izquierda radical o del nacionalismo
xenófobo.
Para
comprender el populismo ruso contemporáneo es necesario examinar en primer
lugar el contexto histórico en el que aparece como consecuencia del fracaso de
la transición a la democracia en los años noventa, mientras otros países del
antiguo bloque comunista culminaban este proceso con su entrada en la Unión
Europea en 2014.
El modelo de
Estado que se basa en el incremento del territorio, poder militar, prestigioso
estatus internacional y poder personal del líder representa todavía para las
élites políticas rusas el patrón a seguir.
Con el fracaso de la democracia se crearon las condiciones para una corrupción generalizada. Los miembros de la nomenclatura comunista, los del servicio secreto y sus familiares fueron los primeros (y los únicos) en enriquecerse, y así, aunque perdieron poder como comunistas, lo ganaron como oligarcas.
Desde el año 2006, el Kremlin define el Estado ruso
como suverenaya democratia “democracia
soberana”. Se trata de conciliar lo irreconciliable, la democracia occidental y
el populismo. La diferencia entre una democracia y una democracia soberana es
la misma que entre una camisa y una camisa de fuerza.
En Rusia
existen tres grandes grupos de partidos: 1.- el partido “oficialista” que tiene
mayoría absoluta en la Duma; 2.- los partidos de la “oposición oficial”, que
están registrados y participan en la competición electoral, y 3.- la “oposición
no oficial” que son grupos o movimientos políticos que no han podido reunir
todos los requisitos para registrarse como partidos o han sido prohibidos; la
mayoría son de signo nacionalista y contra la inmigración ilegal.
En Rusia,
todo ha ido en una dirección que ha truncado la democratización del país en la
época poscomunista, y cuya consecuencia principal es el actual régimen
populista, con tintes autocráticos, de Vladimir Putin.
POSDATA.- Este escrito es un pequeño resumen de las consideraciones de Mira Milosevich. Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas. Profesora de Relaciones Internacionales. Doctora en Estudios Europeos y diplomada en Estudios Avanzados en el área de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales.
El poema de hoy lo escribió Pablo Neruda en el año 1950. Lo
tituló “Los enemigos”. Quien es capaz de quitar una vida, no merece seguir
viviendo para el poeta y por eso clama venganza para todos aquellos que
murieron luchando y defendiendo la libertad.
de pólvora, ellos mandaron el acerbo
exterminio,
ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,
un pueblo por deber y por amor reunido,
y la delgada niña cayó con su bandera,
y el joven sonriente rodó a su lado herido,
y el estupor del pueblo vio caer a los muertos
con furia y con dolor.
Entonces, en el sitio
donde cayeron los asesinados,
bajaron las banderas a empaparse de sangre
para alzarse de nuevo frente a los asesinos.
Por esos muertos, nuestros muertos,
pido castigo.
Para los que de sangre salpicaron la patria,
pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte,
pido castigo.
Para el traidor que ascendió sobre el crimen,
pido castigo.
Para el que dio la orden de agonía,
pido castigo.
Para los que defendieron este crimen,
pido castigo.
No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores,
tampoco en su casa tranquilos,
los quiero ver aquí juzgados
en esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.
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