Pedro Sánchez Algarra, que fue Alcalde desde 1971 a 1978, analiza y compara cómo ha evolucionado el Gasto de Personal y el Presupuesto Municipal en 43 años.

(A Pedro Sánchez Algarra, más conocido por el Patillas, le tocó gestionar el Ayuntamiento durante 8 años. El final de la etapa franquista nada tiene que ver con la actual en el aspecto económico, fiscal y de prestación de servicios. 

Han pasado 43 años y el Presupuesto se ha multiplicado por 126 veces y el Capítulo de Personal  por 8 superando el 50% de los Ingresos. Con la entrada de la democracia hemos pasado de la moderación y austeridad al gasto desaforado y desmedido. ¿Hemos mejorado? desde luego que sí, pero ¡a qué precio!

    A Pedro le cuesta entender que el Alcalde y todos concejales del Equipo de Gobierno estén liberados  y que sus sueldos alcancen la cantidad de 240.000 € anuales. En su época ....no cobraban. 

Desde el conocimiento que da la edad, Pedro, con el que coincidimos en la Plaza del Carmen el otro día, me entregó un escrito de su puño y letra en el que nos cuenta cómo funcionaba el Ayuntamiento cuando él era Alcalde ....que nada tiene que ver con el funcionamiento de ahora.) 

Dice lo siguiente:

          "Fui Alcalde en la época de los 70. Cuatro años y medio con Franco y cuatro con el Rey Juan Carlos, en plena Transición democrática. El último Presupuesto de mi Ayuntamiento, año 1978, fue de 11.400.000 pesetas, 70.000 euros actuales. 

Tenía el Ayuntamiento 8 funcionarios, 7 guardias municipales, total 15 empleados. Habían 5 máquinas de escribir Olivetti y 3 viejos teléfonos, uno para el Alcalde, otro para el Secretario y otro para el Alguacil en recepción, un pequeño rellano en la entrada del Ayuntamiento. 

      José María, el Alguacil, era el relaciones públicas del Ayuntamiento. Fue un buen colaborador. Mi primer contacto con él tuvo lugar en mi toma de posesión de la Alcaldía con el Salón de Actos lleno de personalidades. 

   José María, muy atento me llamó aparte y me enseñó dos varas que llevaba en la mano, la oficial y una verga. Me dijo: "cuál quieres, ¿esta o esta?, yo creo que te va a hacer más falta esta". Conocía el percal por los muchos años que llevaba en el Ayuntamiento. Si alguien preguntaba por el Alcalde les decía: "un momento…, si ha venido es que está, si no ha venido, es que no está".

   Con la vara oficial pude llevar al Ayuntamiento adelante sin ningún tipo de sobresalto. A nadie le enseñan a ser Alcalde. Es cuestión de tacto, diálogo y dedicación. La Transición política significó momentos difíciles. En ningún momento me hizo falta la otra.

    Otro gran colaborador fue Pepito Conejero. Le faltaban las dos piernas pero era incansable: las 24 horas a mi servicio. En el caso de que yo no pudiese pasar por el Ayuntamiento, porque tenía mucho trabajo realizando promociones en Onil con Famosa, en Albacete y en Alicante, Pepito venía por la noche a mi casa con un montón de asuntos del Ayuntamiento. 

A veces se nos hacían las dos de la mañana revisándolos. Recuerdo  que aprobamos un Presupuesto Municipal y el Secretario en funciones, Andrés Martinez más conocido por Basé, lo leyó: 

       Capítulo de Personal: pago a funcionarios, Policía Local y posibles contratados -no habían siempre-; 8 millones de pesetas, —50.000 euros actuales—. Con el resto: partidas presupuestarias, 3.400.000 de las antiguas pesetas.  Al acabar siempre nos decía Andrés, «con este resto podéis hacer lo que queráis».

    El procedimiento a día de hoy en un Ayuntamiento sigue siendo el mismo, pero con 8,6 millones de euros de Presupueso. En 34 años se ha multiplicado el Presupuesto por 125 veces y el personal por 8. El cambio es espectacular.

        Según las noticias que me llegan, desde la última aprobación del Presupuestos, el 50 %, ósea 4.400.000 euros, se destinan al Capítulo de Personal: buenos sueldos para el Alcalde y concejales del equipo de Gobierno; resto de concejales; Policía Local, cargos de confianza, funcionarios del Ayuntamiento, aproximadamente unas 90 personas; más 50 ordenadores y 40 teléfonos. 

     Capitulo Segundo: 3.300.000 euros para Mantenimiento y Servicios: parques, jardines, cementerio, locales sociales y culturales, parcheado de asfalto en algunas calles y reparación del tejado del Molino de San Antón, cambio de sentido de algunas calles, cambio de color de contenedores de recogida de residuos urbanos, y más de 70 empleados, allegados para llevar a cabo los trabajos.

       Volviendo a mi Alcaldía les diré que en aquella etapa ni el Alcalde cobraba ni los concejales cobraban nada. El Alcalde tenía una asignación para gastos oficiales a justificar. 

   La siguiente anécdota es muy significativa. Fuimos a Albacete el Secretario Andrés y yo a resolver asuntos del Ayuntamiento. Una vez realizada la tarea, tras acabar, fuimos a comer al excelente Restaurante Las Rejas. 

    A Andrés le gustaban mucho las gambas... ahí lo dejo. Pagué yo. Al día siguiente presenté la factura de la comida a Benjamín, el Tesorero del Ayuntamiento. La miró con sus pequeñas gafas y con lupa, y me dijo: «coño Pedro, ¡1.200 pesetas en gambas!». 

   Ya nunca más presente una factura en el resto de mi estancia como Alcalde en el Ayuntamiento. A veces ponía dinero de mi bolsillo. El año 1975 con Vicente Galdón, mi Primer Teniente de Alcalde, fuimos a Villena a la oficina de la Hidro para pedir un contador de fuerza para la ampliación del alumbrado especial de fiestas de septiembre. 

   El gerente de Hidroeléctrica, Company, nos dijo: "no puedo aprobar la ampliación porque debéis cuatro meses del alumbrado municipal". La solución que nos dio el funcionario fue que le firmáramos un pagaré de 200.000 pesetas con cargo a nuestras cuentas particulares.... ¡como garantía!. 

Pedro, fue Alcalde por accidente.... y músico por afición. 

Hoy emplea su tiempo libre entre sus nietos, el saxo, la acordeón 

y el debate y análisis político entre sus amigos de Caudete..... 

  "Y vosotros, se lo cobráis al Ayuntamiento como queráis o podáis", nos dijo. Al final de los finales el Ayuntamiento nos devolvió el dinero y las Fiestas tuvieron su iluminación. 

   Los concejales de aquel Ayuntamiento, en de la década de los 70, no cobraban nada, ya lo he dicho, pero en el caso de haberlo hecho, lo  habrían cedido  para la restauración de la Plaza de Toros, como hicieron luego los primeros concejales del Ejecutivo de Vicente Lillo.

   Personalmente, lo más importante en mi época de Alcalde es que no había parados en Caudete. Siempre hubieron cinco o seis grúas plantadas por el pueblo, levantando bloques de viviendas. Dos de ellas de mi empresa de construcción. Hace años que no veo una grúa en Caudete. 

    Los especialistas de la construcción más valientes, muchos amigos de mi época de yesaries, se marcharon y recorrieron media España: Madrid, Canarias, Baleares... buscando buenos sueldos a destajo, consiguiendo de 200 a 300 mil de las antiguas pesetas, mensuales. 

    Algunos, como Pedro "el Águila", en las Canarias, Joaquín "el Pavo" y Antonio "el Chorla" en las Baleares hicieron pequeñas fortunas. Un albañil en Caudete no llegaba a las 80.000 pesetas mensuales de sueldo. También llegaron algunas industrias en esta etapa como Hispatéx, Famosa, Zurcidos y Fantasías y Moldeados del Caucho creando muchos puestos de trabajo.

     Uno de mis servicios más emotivos fue la Rehabilitación del Asilo de ancianos San Juan Evangelista. El Alcalde, por su condición, es Presidente del Patronato fundador y creador del asilo. Una vez en posesión del cargo fui a visitar el edificio, que ya conocía, dado que de pequeño iba a un Colegio situado en los bajos de ese mismo edificio donde impartían clases las Hermanas Carmelitas, que eran muy amables.

  De aquello ya han pasado 76 años y todavía las recuerdo con nostalgia. Aquí conocí a la madre Pilar, Priora del centro, a sus ayudantes, ocho monjitas metidas en años y a los residentes, muchos de los cuales conocía. 

 Vivían más de 80 personas en un edificio destrozado. Rápidamente, comencé a pensar en cómo rehabilitarlo. Pedí ayuda a Pepito Conejero y a Andrés Basé. Se sumaron a la iniciativa con sumo agrado, a pesar de que no tenían ninguna obligación. 

   Enseguida encontramos una solución económica. El Patronato tenía una deuda perpetua en el Ministerio de la Gobernación en Madrid. Tuvimos suerte de que don Cristóbal Graciá, un gran caudetano, fuese el Presidente de los Patronatos de España y de que nos ayudara.  

 Después de varios viajes a Madrid, los "tres mosqueteros", conseguimos el capital suficiente para realizar las obras de la restauración del Asilo. Y empezamos a trabajar. 

    Sólo quiero recordar a la madre Pilar y sus monjitas viviendo día y noche en ese lugar desamparado e inhóspito, cuidando a estos ancianos con muchos problemas de salud, en un edificio en obras, sin ningún tipo de calefacción, ni agua caliente en sus baños. 

  Todo ello durante año y medio que duraron las obras. Mi recuerdo inolvidable para la madre Pilar, una mujer joven, inteligente, amable y por qué no decirlo, guapa.

En mi opinión, los Alcaldes que me sucedieron, primero Vicente Lillo, empresario hábil para ayudar a conseguir buenas industrias para Caudete: Crisnova, Camacho Recycling y otras, comprando terreno a buen precio y naves desalojadas para la instalación de las mismas. Es justo decir que contó con la inestimable ayuda de su Teniente de Alcalde, el incombustible y gran negociador que fue Pepe Serrano.

   Crearon muchos puestos de trabajo. Segundo, Vicente Sánchez Mira, para mí un buen Alcalde. Siempre mantuve, y mantenemos, una buena relación y amistad, al margen de nuestras ideologías del que valoraba su personalidad y elegancia en el trato como el buen profesor que fue. 

Resumiendo: para mí, la mayor preocupación de muchos políticos actuales es seguir en su cargo con buenos sueldos para ellos, sus colaboradores y allegados. Se ha profesionalizado la política y por el camino se ha perdido el concepto del servicio no remunerado para mejorar las condiciones de vida de tus paisanos.

 Esta es mi opinión. Pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido. Desde mi exilio especial en Alicante, aprovecho para desear un próspero año a tantos amigos y colaboradores de mi vida profesional y política en Caudete. Que siempre será mi querido pueblo para volver.

El compositor y cantautor valenciano Joan Baptista Humet estuvo casado con una caudetana, hija de un yesaire amigo de Pedro. Actuó varias veces en Caudete siendo Pedro Alcalde.

https://www.youtube.com/watch?v=dJw9o78QNgg