Crónica de la Jornada "Protección de los Menores frente a la Violencia de Género" impartida por la Magistrada Cira García Domínguez en el "Dia Internacional de las Mujeres".

     Dentro de los actos programados por el Ayuntamiento para conmemorar el Día Internacional de la Mujer el lunes 7 de marzo asistimos a la Jornada «LA PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS FRENTE A LA VIOLENCIA DE GÉNERO a la luz de la L.O. 8/2021», Conferencia técnica a la par que crítica sobre la tan notoria temática de la violencia de género.      

    Llegamos en una mañana de lunes lluviosa y oscura a lo que yo recordaba como el Centro de Salud de mi infancia, ahora Centro Social “Vicente Lillo”, para congregarnos cerca de 40 asistentes. La demografía del evento se caracterizaba por aquellos operadores que atienden día a día a la violencia de género y desarrollan políticas públicas. 

Entre ellos, profesionales Abogados, Procuradores, miembros del Centro de la Mujer, de la Policía Local, de Cruz Roja, así como miembros del Consistorio, Alcalde y Concejales incluidos. Público variado y aparentemente experimentado, que me hizo preguntarme ¿no hay gente menor de treinta (con todos los respetos) que se dedique profesionalmente o le interese este tema?

La ponente de dicha jornada no fue sino una experta testigo a diario de escenarios de violencia de género: Cira García Domínguez, la Magistrada del único Juzgado exclusivo y especializado sobre materia de Violencia sobre la Mujer de Castilla-La Mancha en Albacete. 

Por si lo desconocen, la tónica general es que estas cuestiones las atienda el Juez de turno de uno de los Juzgados mixtos de Almansa, por la parte que nos toca, entre asuntos de reclamaciones de cantidad, robos o divorcios, así que                                            fuimos muy afortunados.                                                                

Entrando en materia, una primera parte de la Jornada se centró en la problemática de la violencia de género. ¿Se debe dar por defecto custodia a las madres?... ¿Están más justificadas las agresiones a quienes viven abiertamente su sexualidad?.... ¿No se puede tardar en denunciar casos de violencia?... ¿Un niño no sabe comunicarse sobre temas complejos, o no saben lo que quieren?.... ¿Debe un/a menor ser forzado/a a encontrarse con su padre?

 La manera en que la ponente introdujo este asunto fue "a través de reflexionar sobre los estereotipos tanto de género como de infancia, todos aquellos pensamientos casi automáticos que se nos ocurren y que impregnan cualquier ámbito de la vida... como el polvo. Estereotipos que aunque parezcan inofensivos pueden ser altamente limitativos".

     Por otra parte, también se destacó la trascendencia de la violencia de género como materia de Derechos Humanos. A través de tratados Internacionales y Leyes Nacionales, desde la Ley Orgánica 1/2004, así como con varias Sentencias de los altos tribunales, se ha ido perfilando el sistema actual de protección y atención a víctimas de violencia de género sin dejar de lado la violencia intrafamiliar también perseguida. 

Este campo, aunque sea algo más árido, es necesario para los profesionales e informativo del nivel de atención y diligencia que se debe cumplir.

En estas líneas, el Convenio contra la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer establece derecho a una justicia libre de discriminación, esto es, una justicia con perspectiva de género, que necesita precisamente esta clase de formación. 

La Convención de los Derechos de los Niños exige que los menores sean protegidos de experimentar y educarse en entornos de violencia. Y como último ejemplo, sin entrar en grandes detalles, el Convenio de Estambul define términos como género y violencia de género, dándole a ésta una interpretación más amplia que la que tenemos en España actualmente (en que los delitos se circunscriben al ámbito de hombre-mujer pareja o ex pareja nada más), así que estamos a esperas de más cambios aún... si llegan.

Tras el descanso del almuerzo se continuó con las últimas reformas, motivadas por el Pacto de Estado de violencia de género de 2017, que desembocaron en la mencionada Ley Orgánica 8/21 y Ley Ordinaria 8/21. 

  Así se amplió a los hijos como víctimas de la violencia de género, se incluyó la violencia vicaria, se hizo obligatorio OÍR Y ESCUCHAR a los menores sin límite de edad en estas materias. Además, para nuestra suerte, la exposición se combinó con numerosas intervenciones que dieron cuenta de varias de las experiencias al atender casos de violencia de género.

Un ejemplo de estas modificaciones fue la relativa a la ‘dispensa a declarar como testigo’. Me explico: en aquellos casos donde la declaración de la víctima es fundamental para decantar el caso éstas son al mismo tiempo testigos familiares o parejas que nuestro sistema exime de la obligación por ley de declarar, es decir, solo lo hace si quiere; esta facultad debe informarse a la víctima que decide si declarar. 

Lo normal es que las víctimas declaren ante el Juzgado de Instrucción, ‘en caliente’, y bastante tiempo después de nuevo en juicio oral ante el Juzgado de lo Penal o Audiencia, de forma que hasta hace poco las versiones dadas podían variar o la víctima en el segundo momento decisivo se retractase, causando la absolución (sin que puedan probarse los hechos procede absolver). 

   Recientemente con la modificación de la L.O. se ha limitado esta facultad para evitar estos casos “perdidos”, de manera que si la víctima declara en el primer momento también debe hacerlo después obligatoriamente. 

   No obstante, como apuntaron asistentes en la jornada, "este bienintencionado cambio obliga a que las víctimas tomen esta decisión tan trascendental al primer momento, con gran presión, y que puede motivar que directamente sean disuadidas".

Otra modificación legislativa nombrada fue la suspensión casi automática del régimen de visitas de padres incursos en procesos de violencia de género. Una medida inicialmente planteada para evitar que los menores sigan exponiéndose a esos escenarios de violencia y, como destacó la Jueza, con potencial de efectos contradictorios, desembocando en la madre de nuevo asumiendo todos los cuidados de estos.

La Magistrada, sabedora de la materia y experimentada en dar formaciones, no creo que dejase a muchos indiferentes, y no solo por no dar una imagen de Jueza endiosada y ajena a la realidad. Narró numerosos ejemplos de casos concretos que ha presenciado, de escenas truculentas y normalizadas.

 Pero también destacó multitud de fallos que hoy en día se siguen cosechando desde el propio sistema judicial, haciéndolo con gran elocuencia y transparencia. Una forma de explicar y relatar llana y simple, castiza, puesto que recordó que es originaria de Madrid, que más habría querido yo en alguna clase de Universidad.

Tanto la Jueza como profesionales nos relataron variedad de anécdotas, que en gran medida demostraban lo que NO hay hacer al tratar con la violencia de género, como no llamar a declarar a los menores en ningún momento, mostrar desconfianza ante los hechos que relata una víctima o impaciencia con las declaraciones sobre estos temas tan delicados.

En pocas palabras, la mañana del lunes nos trajo una Conferencia crítica de novedades, que destacó lo mucho que todavía queda por hacer, especialmente a los que deben reaccionar de primera mano a la violencia de género. 

A partir de ahora ¿se nos encenderá una alarmita interna cuando nos hagamos esas preguntas estereotipadas? ....¿Conseguiremos sacudirnos ese polvo de estereotipos de género e infancia? 

      (Crónica de Amparo Carrión Domenech, Graduada en Derecho y Ciencias Políticas y Master en  Derechos Humanos y actualmente cursando el de Abogacía)