domingo, 23 de febrero de 2020

Del homenaje de la Ministra de Defensa Margarita Robles a los Héroes de Baler.

 
     Manuel Albertos Calero, Miguel Requena Marco, y un servidor, nos movemos ya por el Barrio de Chamberí como Pedro por su casa. Estuvimos el pasado 13 de enero en la inauguración del Monumento a los Héroes de Baler realizado por suscripción popular que contó con la presencia  del Alcalde de Madrid y una nutrida representación del Ejercito Español.

    El pasado viernes volvimos otra vez a la Plaza del Conde Valle de Suchil para asistir a un homenaje que se le tributaba a los Héroes siendo en esta ocasión la protagonista la señora Ministra de DefensaMargarita Robles. El acto estuvo organizado por la Fundación Museo del Ejercito,  de la que ella es la presidenta. 

    Parece que lo más lógico es que también hubiera estado la Ministra el pasado 13 de enero. Pero, las cosas de la política...ya saben ustedes. Que les voy a contar. Lo que no hay que perder de vista es que este homenaje se lo hacían a un caudetano, José Olivares Conejero .....y a sus compañeros.

    Manuel y Miguel son de la opinión que, siempre que se pueda, lo organice quien lo organice, la derecha o la izquierda, "allí estaremos para emocionarnos y sentirnos orgullosos con el Cabo Olivares cuyo nombre esta escrito en el bloque de granito de Villacastín". Tarde, pero acertado, ha sido reconocer una heroica gesta que algunos no acaban de comprender y menos de aceptar.... 120 años después.

 Se entonó "La muerte no es el final" y se depositó una ramo de laurel al pie del monumento y, como en el anterior acto, estuvieron presentes los familiares de los que protagonizaron la gesta, siendo Miguel Requena uno de ellos, numerosos militares, la Asociación Nacional de los Héroes de Baler, una delegación de Madrid de la Real Hermandad de Veteranos de las FAS y GC, Salvador Amaya autor de la estatua de Saturnino Cerezo y el extraordinario pintor Augusto Ferre Dalmau, asesor histórico militar.

El acto fue más sencillo que el del día de la inauguración. Se leyó el Decreto de Emilio Aguinaldo, Presidente de la República de Filipinas, que fue el que inmortalizó a José Olivares y a sus compañeros pidiendo que se les otorgara "trato de amigos a los que habían resistido en la Iglesia de Baler 337 días."

   Y esta decisión de Aguinaldo, desde mucho antes la batalla de Maratón, entre griegos y persas, pocas veces se ha dado a lo largo de los siglos: demostrarle respeto y admiración al enemigo. No darle cuartel al vencido ha sido la norma.

Pudimos comprobar que los vecinos de la Plaza donde se ubica el monumento lo han recibido muy bien sobre todo al conocer que representa una gloriosa gesta del Ejercito EspañolLa Ministra estuvo departiendo con los familiares de los héroes interesándose por los detalles que le contaban. 

    También conocimos a dos hermanos, los dos Tenientes de la Aviación,  Fernándo Cámara y Jósé Luis Martín Cerezo, biznietos de Saturnino, que es a quien representa la estatua de Salvador Amaya. 








































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