"Diario de un Estado de Alarma. Día 89", por Claudia Conejero. "Se aprueba en el Congreso el "Ingreso Mínimo Vital" sin un voto en contra".

En otro tiempo el festivo de hoy hubiera sido un día de escapada a la playa, pero el 11 de junio de 2020, el día del Corpus Christi, festivo regional en Castilla La Mancha, no es, seguramente, el día festivo que nos hubiera gustado tener, porque seguimos en pleno Estado de Alarma, y no podemos salir de nuestra provincia, por lo tanto, el día de playa tendrá que esperar para otro momento.

Ayer hablando con unas amigas sobre el tema de las vacaciones de verano, la verdad que analizándolas en profundad tienen un panorama poco alentador, porque, en estos momentos, con la poca información que tenemos, nos es difícil ver con claridad qué será del verano 2020.

La verdad, que estoy deseando poder encajar el rompecabezas sobre las visitas a la playa de quienes tenemos el lujo de tenerla a menos de una hora de casa, más aún cuando hoy he leído, en el periódico, que “España encara el verano con 688 banderas azules y mantiene su liderazgo mundial”, siendo la Comunidad Valenciana la que más banderas azules lucirá este 2020 (“Confidencial”).

Según ha informado la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, el Ministerio de Sanidad está pendiente de validar una guía para la reducción del contagio por COVID-10 en playas y apuntaba que “nuestro deseo es que esta temporada todos podamos disfrutar de la enorme variedad de la oferta de sol y playa que ofrecen nuestro país y hacerlo en condiciones de máxima seguridad y bienestar”.

En esa idea de reforzar las playas frente al bicho encontré ayer una noticia en la que informaba que “la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias ha sacado una convocatoria para contratar a 1.000 auxiliares de playa, con el fin de garantizar la seguridad en las playas valencianas” (“Facebook”).

Aplaudo la convocatoria, por dos motivos, porque ayuda en la situación frente al virus y, además, ayuda económicamente a reactivar el empleo, al menos, durante los meses de verano. Pero permítanme, también, que les pegue un tirón de orejas a la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuestas a las Emergencias por acotar la edad de las personas que se pueden apuntar de 18 a 30 años, como si los mayores de 30 años no necesitáramos encontrar un trabajo y no estuviéramos capacitados para poder realizar las labores por no tener ya en nuestra cartera el “carné joven”. Aquellos jóvenes (entre 18 y 30 años) que tengan carné de conducir, la ESO y estén interesados en ganarse un jornal durante el verano tienen hasta mañana, 12 de junio, a las 14:00 horas para presentar su solicitud en la web Labora, GVAJobs.

Ayer, finalmente, fue un buen día para España, al menos en materia de derechos sociales, y es que el Ingreso Mínino Vital salió respaldado por el Congreso de los Diputados sin un voto en contra, solamente siendo la formación de VOX la que se abstuvo en la votación. Cierto que votar en contra de un mecanismo, seguramente insuficiente, pero que va a aliviar la situación económica de muchos españoles y españolas, hubiera sido un suicidio electoral, y de ahí que ninguna formación política haya sido capaz de darle al botón del “no”, a pesar de todos los descalificativos con los que han adjetivado a dicha ayuda.

Tal y como apuntábamos en el Diario de ayer, para hoy estaba prevista la Conferencia Sectorial de Educación, es decir la reunión en materia de Educación entre el Gobierno Central y los Gobiernos Regionales de cada Comunidad Autónoma. De la misma, ha salido un acuerdo de mínimos sobre el inicio del próximo curso escolar que ha sido firmado por todas las Comunidades Autónomas, a excepción de Euskadi y Madrid.

El Consejero de Educación de Andalucía, la mayor comunidad educativa en España con 1,6 millones de estudiantes apuntaba de dicho acuerdo que “estamos de acuerdo en el que próximo curso debe comenzar en condiciones de absoluta normalidad con las medidas higiénico sanitarias adecuadas” (“El País”).

Algunos estarán pensando ¿qué engloba ese acuerdo de mínimos? o lo que es lo mismo, ¿cómo será el próximo curso escolar? Pues bien, hasta donde podemos leer, por la información que se nos ha facilitado, “el curso comenzará en las fechas habituales del mes de septiembre”, en el caso del pequeño Julen que se incorpora al sistema educativo y según apuntaron desde la Junta de Castilla La Mancha, los manchegos y manchegas el 9 de septiembre.

“El curso será, como principio general durante el curso, presencial, con 175 jornadas lectivas” y los “centros educativos adaptarán su programación didáctica para recuperar los aprendizajes imprescindibles no alcanzados durante los meses de enseñanza a distancia por el coronavirus”, así como tendrán que “realizar planes de seguimiento y apoyo para el alumnado con dificultades”.

En materia de higiene, control sanitario y limpieza, las Comunidades Autónomas tendrán que elaborar un protocolo de actuación para garantizar la higiene, la limpieza y el control sanitario de los centros educativos. Así como la elaboración de un plan de contingencia, llamémoslo plan B, ante la eventualidad que pueda provocar la pandemia en un determinado momento, garantizando el servicio de transporte y el comedor escolar “en condiciones de seguridad”.

En relación a las medidas de distancia, los escolares de Educación Infantil y los primeros cursos de Primaria no será obligatorio mantener una distancia interpersonal de metro y medio, ni usar mascarillas, porque son considerados como “grupos estables de convivencia”, y tendrán que evitar mezclarse con los alumnos de otros cursos.

Algo que pensándolo así a voz de pronto, creo que tendrán que modificar el tema de los horarios de recreo para evitar ese contacto y que como dicen el grupo de clase sea como una “familia”, cuyos miembros deberán de ser de 20 menores máximo, aunque lo ideal, según dicta el documento es “15 por clase”.

Al leer el tema del número de alumnado, y teniendo en cuenta que la ratio, en este momento es de 25, menos mal que este año se había bajado de los 28 a los 25, lo que reduce un poquito el problema, me ha venido a la mente colegios en los que solamente hay una línea y las clases están con el aforo completo, lo que provocará que tenga que realizar una especie de distribución de las aulas para que se no se supere esos 20 que marca el acuerdo de mínimos. Sobre la cuestión del número de aulas, se ha apuntado que se podrán usar otros espacios que no estuvieran destinados, en un principio, para dicho fin, como puede ser la biblioteca, con el fin de que se puedan cumplir los parámetros marcados.

En el alumnado a partir de 5º de Primaria, la mascarilla será obligatoria si no es posible que los pupitres se encuentren separados a metro y medio, la misma distancia que tendrá que guardar el alumnado durante el tiempo que estén en el centro. ¡Vaya imaginación van a tener que echarle los profesores de Educación Física!

Además se recomienda aprovechar los exteriores para hacer actividades al aire libre, tener las ventanas el mayor tiempo posible abiertas, aumentar el tema de la limpieza de los colegios, una vez al día, y tres veces al día los aseos, de lo que se deduce que los centros educativos tendrán que disponer de personal de limpieza en el centro dentro del horario escolar.

Aunque todavía quedan en la comunidad educativa muchas dudas por resolver, seguramente, serán aclaradas, tras la publicación por parte de cada Consejería de Educación de su “Plan” para el próximo curso escolar. Pero hoy, después de dicha reunión ya se le va viendo algo de luz al tema de la “vuelta al cole” tras el verano.

Una vuelta a las aulas, que al igual que con el resto de los aspectos de nuestra vida será difícil y complicada, pero a la que estoy convencida que se adaptaran los menores enseguida, volviendo a darnos una lección de vida a los mayores, esos adultos que, en muchas ocasiones, solamente hacemos que quejarnos y quejarnos, sin al menos haberlo intentando, o habernos parado a pensar que quizás esa era la solución menos mala.

Esta semana que cerraremos mañana con el mercado de los viernes ha tenido de todo, viento, lluvia, sol, alegrías como el Ingreso Mínimo Vital, ilusión como la vuelta del fútbol, luz a las sombras como el documento sobre la “nueva normalidad” o el próximo curso escolar, y despedidas, tristes despedidas como la del cantante Pau Donés o la de la actriz Rosa María Sarda, que ha fallecido en el día de hoy por culpa de otro maldito bicho, un cáncer contra el que estaba luchando desde hace cinco años.

La última vez que la vi en pantalla fue durante el tiempo de confinamiento en uno de los programas especiales de Jordi Évole, “Los de Évole”, donde hablaron sobre el miedo que nos da en España a hablar sobre la muerte en relación al debate de la Eutanasia y la muerte digna. Sarda si por algo se ha caracterizado siempre es por decir siempre lo que pensaba y en aquel momento apuntó que “la gente no está preparada para eso Morirse es una consecuencia de estar vivo, forma parte de ello”.

Reconozco que al oírla hablar sobre su enfermedad, tuve la sensación de que había tirado la toalla en la lucha contra el cáncer, quizás, aunque yo lo desconocía, hablaba con aquella entereza porque sabía lo que iba ocurrir poco tiempo después.

Fuera lo que fuera, al oírla hablar aquella cómica que tantas risas había provocado con su humor, provocó que las lágrimas corrieran por mi mejilla, la misma sensación de tristeza que me ha entrado al leer la noticia y es que como decía Jordi Évole en su post de hoy, “tenías razón. No estábamos preparados, Rosa María”.

Y en este festivo, en el que vamos aprovechar para cambiar el remojón en la playa por el de la piscina del campo, cierro mi “Diario de un Estado de Alarma”, el último octogésimo, ya que mañana cambiaremos de década, con una de sus frases a modo de homenaje, “lo único que me queda por hace es morirme. Pero como dice la última frase de mi libro: “Qué complicado es morirse en el primer mundo, y qué caro””. Hasta siempre Rosa María Sarda. Hoy el primer mundo se queda huérfano de tu humor.

Caudete, 11/06/2020 16:26 horas del octogésimo noveno día de

“Estado de Alarma”

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